Los contratelediarios
Margaret Thatcher pide en la peluqueri¨ªa " un corte popular". El peluquero coge su navaja y le rebana la cabeza. As¨ª se las gastaba el feroz y pionero Spitting image, el programa de la ITV brit¨¢nica que, desde 1983, puso otra vez en el mapa internacional (raro el pa¨ªs que no lo compr¨®) el humor m¨¢s mordaz y la m¨¢s malvada caricatura. Hoy, estos he rederos de los antiguos bufones de la corte y de los caricaturistas de la prensa sat¨ªrica proliferan en la antesala del siglo XXl con el poder amplificador de la tele.visi¨®n, convertidos en actores involuntarios de la vida pol¨ªtica y contra-telediario.Son los Kuklis rusos, Les guignols de l'info franceses (y el fenecido y longevo B¨¦b¨¦tte show), la Contra-informa?ao de Portugal, los Gumaci checos o los Hartsoufim isral¨ªes. Saludable prueba de madurez de una democracia, para unos; dictadura nihilista contra las instituciones, para otros; necesarios, para la mayor¨ªa.
Los Kuklis ponen a prueba la gl¨¢snost rusa: Bor¨ªs Yeltsin aparece con un rostro que parece un campo de maniobras militares, completamente borracho y delirante, travestido o derrengado sobre un Rocinante, amigo del dinero ajeno y cirujano jefe de la amputaci¨®n del tumor checheno.
En Francia, un 74% de los telespectadores no ve¨ªa en una encuesta gran diferencia entre la realidad pol¨ªtica y la imagen de ¨¦sta en las marionetas. Las de Canal Plus han llegado a ser tan influyentes que se las responsabilizado de ciertos rumbos que tom¨® la campa?a electoral de 1995.
Pero el peligro de los gui?ones es que de subversivos se conviertan en institucionales y consensuales. Algo de eso pas¨® con la ¨²ltima etapa de Spitting image. La clase en el poder termin¨® adopt¨¢ndolos. Pas¨® tambi¨¦n que el gris Major no ha podido nunca competir con una materia prima como la Dama de Hierro. El culebr¨®n real -otro hito del programa- ha superado con creces en la realidad a aquellos vapuleos un punto crueles a la Casa de Windsor -Carlos hablando con su lechuga; Margarita arrastrando su botella de whisky; la Reina madre con acento barriobajero y sus nudillos tatuados: gin tonic- que segu¨ªan unos catorce millones de espectadores.
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