El jornal en la basura

Miran los cubos de basura con ojos diferentes. Donde algunos s¨®lo ven desperdicios, 24 parados, la mayor¨ªa pertenecientes a grupos con grandes desventajas en el mercado laboral, encuentran su sustento. Entre ellos hay obreros sin empleo desde hace a?os, mujeres con cargas familiares, ex presidiarios, inmigrantes, chabolistas gitanos y ex toxic¨®manos. Mientras luchan por su jornal evitan el despilfarro y mejoran el medio ambiente ciudadano.Desde junio todos est¨¢n en el mismo barco, una nueva empresa de econom¨ªa social dedicada a recoger papel, cart¨®n, chatarra, bater¨ªas, pl¨¢sticos, ropa y muebles y creada por seis asociaciones que trabajan contra la marginaci¨®n. Despu¨¦s venden estos productos a mayoristas. La compa?¨ªa, bautizada como PMA (Protecci¨®n Medio- Ambiente), est¨¢ subvencionada con 45 millones de pesetas por el Gobierno regional, a trav¨¦s del programa del Ingreso Madrile?o de Integraci¨®n (IMI), o salario social, que cobraban parte de sus empleados.

Fernando, un oficial montador electricista de 36 a?os con un ni?o, nunca se hab¨ªa dedicado a estos menesteres. Pero llevaba tres a?os en paro, su mujer le hab¨ªa apuntado en la bolsa de empleo de C¨¢ritas y respir¨® cuando le llamaron.

"Hemos pasado ¨¦pocas muy malas en las que s¨®lo pod¨ªamos comer gracias a las ayudas de C¨¢ritas", explica. Ahora invierte ocho horas diarias en separar a mano el papel que le llega en los bolsones que recogen sus compa?eros en el aeropuerto de Barajas. Una tarea pesada pero que espera que dure.

Jos¨¦ Mar¨ªa Dos Anjos, un vecino de 25 a?os del poblado chabolista gitano de San Fernando de Henares, llevaba a?os recogiendo chatarra por su cuenta. "A veces se sacaba dinero y a veces no", comenta lac¨®nico. "Cobraba el IMI y la asistente social me ofreci¨® este trabajo y lo acept¨¦ porque si no lo cog¨ªa me quedaba sin el empleo y sin el IMI", asegura este padre de dos ni?os.

"Ahora estoy m¨¢s convencido porque, aunque a veces por mi cuenta ganaba m¨¢s, ¨¦sto es m¨¢s seguro% a?ade este hombre que, junto a dos familiares, ha aportado los clientes que ten¨ªa de cuando iba por libre.

La iniciativa naci¨® hace un a?o en Majadahonda, a partir de un grupo de voluntarios vinculados a la Delegaci¨®n Diocesana de Inmigraci¨®n (ASTI), que crearon la Fundaci¨®n para el Apoyo a la Integraci¨®n Social (FAIS). Despu¨¦s se han incorporado las asociaciones de vecinos de Fontarr¨®n y San Ferm¨ªn, la asociaci¨®n de mujeres de Opa?el, Candelita y C¨¢ritas de Alcal¨¢ de Henares.

Coordinarse, un reto

Las seis entidades trabajan en barrios distintos, as¨ª que, seg¨²n asegura Ana Hern¨¢ndez, encargada de la gerencia de este proyecto laboral, "aunar criterios y coordinar tareas ha supuesto un verdadero reto".Las distancias geogr¨¢ficas y de planteamiento que existen entre los seis colectivos promotores convierten la gesti¨®n en un aut¨¦ntico encaje de bolillos. Hay un grupo que realiza la recogida en el aeropuerto de Barajas; dos que operan desde un local de Vic¨¢lvaro; un tercero, en Majadahonda y otros dos, en Opa?el y San Ferm¨ªn.

Entre los empleados las situaciones son bien distintas, para algunos el problema fundamental es el paro, pero son personas acostumbradas a la disciplina laboral. Otros carecen de h¨¢bitos b¨¢sicos como la limpieza y la puntualidad. Hay, ademas, cinco capataces. "Pero la gente tiene ilusi¨®n y se van solventando los problemas", asegura Hern¨¢ndez.

Tampoco sobran los medios. Por ejemplo, los tres trabajadores dedicados a recoger papel, chatarra y bater¨ªas en el aeropuerto de Barajas reconocen que acarrean pesos "a golpe de ri?¨®n". Tienen cedida una nave de forma provisional pero carecen de maquinaria.

En Majadahonda, donde se quejan de no haber recibido ayuda alguna por parte del Ayuntamiento, cuando llueve uno de los trabajadores debe llevarse a su casa el utillaje m¨¢s delicado porque la instalaci¨®n que ocupan, prestada por un particular, carece de techo.

La tarea no es f¨¢cil. Hay que pagar alquiler de naves, gasolina y sueldos, de unas 100.000 pesetas netas mensuales. Ya han conseguido buenos clientes como el Inem, el Instituto Madrile?o para la Formaci¨®n (IMAF), Aeropuertos Nacionales (AENA), residencias de ancianos y compa?¨ªas a¨¦reas.

En Majadahonda recogen tambi¨¦n ellos las latas de los compactadores de envases met¨¢licos. Los nuevos encargos los atienden desde su local de Vic¨¢lvaro (37199 11) y desde el tel¨¦fono 909 23 28 14.

El reto es conseguir que la empresa sea viable una vez que se acabe el dinero de la subvenci¨®n. Si se generasen beneficios, como se trata de una empresa de econom¨ªa social, se invertir¨ªan en crear m¨¢s puestos de trabajo. Pero por ahora esa palabra no forma parte de su vocabulario cotidiano.