El problema son los huelguistas
La confederaci¨®n de taurinos llamada CAPT en huelga exige negociaciones mesas, foros, para solucionar los graves problemas de la fiesta. La Comunidad Valenciana accede para que no se suspendan sus ferias (de paso las deja sin garant¨ªas de autenticidad) y se compromete a convocar esas negociaciones, mesas, foros, que habr¨¢n de solucionar los graves problemas de la fiesta. La Junta de Andaluc¨ªa, m¨¢s consecuente con su responsabilidad, no acepta la huelga pero si los taurinos la desconvocan, promete negociaciones, mesas, foros para solucionar los graves problemas de la fiesta. Ahora bien: ?cu¨¢les son los graves problemas de la fiesta, si se puede saber? Porque si nos atenemos al lamentable estado en que se encuentra la fiesta -el toro que suele salir, el toreo que le hace el club inamovible de figuras, el oligopolio que manipula el espect¨¢culo-, resulta que los graves problemas de la fiesta dimanan de los propios huelguistas. Ellos son el problema. Los huelguistas son el problema. Los taurinos en huelga son los que han llevado a las plazas un toro sin casta, sin pitones, inv¨¢lido, cuya lidia constituye una brutalidad, pues toda la t¨¦cnica lidiadora de puyas y suertes fue concebida para dominar el toro bravo, poderoso e ¨ªntegro; no para perpetrar una ficci¨®n sanguinaria con un animal disminuido. El peor problema de la fiesta es, seg¨²n los taurinos en huelga, la opresi¨®n que sobre ellos ejerce el Ministerio del Interior, su abusiva pol¨ªtica policial y sancionadora. Y cuando se acude a los datos, se descubre que el Ministerio del Interior no sanciona nada. Setenta y dos reses, propuestas para sanci¨®n por afeitado entre cerca de 31.000 que se lidiaron los ¨²ltimos a?os, es, en la pr¨¢ctica, nada.
Los huelguistas esgrimen un especioso argumento -no se sabr¨ªa decir si arbitrario o surrealista- para demostrar que las t¨¦cnicas de an¨¢lisis de astas no son fiables: "Los ganaderos sancionados no afeitan nunca sus toros". Tal como suena, sin prueba alguna. Y se quedan tan anchos. Un destacado taurino reconoci¨® a EL PA?S que "algunos" ganaderos afeitan (muy pocos, se apresur¨® a aclarar) pero los que Interior ha sancionado, "jam¨¢s!". De donde se deduce que los ganaderos inocentes son los 20 o 30 que sancion¨® Interior, y los 800 restantes est¨¢n bajo sospecha.
Exigen los huelguistas autorregular la fiesta "como el f¨²tbol". El f¨²tbol es su permanente referencia. Y sin embargo de la organizaci¨®n futbol¨ªstica apenas toman lo que de verdad importa. Por ejemplo, no aceptar¨ªan unas normas tan estrictas; ni aplicar¨ªan un r¨¦gimen de sanciones similar, que se ejecuta a rajatabla; a¨²n menos el ascenso y descenso de categor¨ªas que constituye la regla suprema de la competici¨®n. Precisamente la asociaci¨®n de matadores ha propuesto regular las actuaciones para evitar las injustas desigualdades que hay ahora -una minor¨ªa contrata m¨¢s de cien tardes, la mayor¨ªa ni siquiera puede vestirse de luces- y el club de figuras lo ha rechazado.
Negociaciones, mesas, foros, cuando se monten, debatir¨¢n un problema que no existe. Pues el problema verdadero es la codicia desmedida de unos cuantos taurinos que no quieren repartir la tarta, y fabulan un problema, lo sobredimensionan mediante campa?as de imagen (llevan invertida una millonada), lo plantean desde la extorsi¨®n y la amenaza. La tarta dar¨ªa para todos, pero ese grupo confabulado de taurinos la quiere entera. El negocio en exclusiva: desde el control del espect¨¢culo hasta el contrato con las televisiones que lo quieran retransmitir.
El resto de profesionales les sirven de compa?eros de viaje. Y cuando alcancen sus fines los bajar¨¢n del tren. Y ni las gracias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.