Un destino abiertode par en par

Algunas veces, las renuncias son armas cargadas de futuro. ?ste podr¨ªa ser el caso de la salida de Felipe Gonz¨¢lez a seguir pilotando la nave del socialismo espa?ol.?Conferenciante de lujo? ?L¨ªder de la Uni¨®n Europea? ?Pope del socialismo internacional? ?Candidato a la presidencia del Gobierno espa?ol, incluso? ?Qu¨¦ le aguarda, a la vuelta de la esquina del futuro, a este hombre de 54 a?os reci¨¦n cumplidos que acaba de dar portazo a casi un cuarto de siglo al frente del Partido Socialista Obrero Espa?ol y de m¨¢s de 13 a?os como presidente del Gobierno?" Cualquiera sabe, Felipe es muy joven todav¨ªa", responde con una sonrisa de oreja a oreja pero sin aclarar nada Carmen Romero, esposa de Felipe Gonz¨¢lez. Lo que s¨ª parece descartado es que el l¨ªder cesante se retire al campo a cuidar vacas, uno de sus deseos m¨¢s reiterados pero menos convincentes. Y lo ¨²nico claro de momento, porque ¨¦l mismo lo anunci¨® el d¨ªa de su despedida, es que en los pr¨®ximos meses dedicar¨¢ buena parte de sus energ¨ªas a tratar de arruinar la trama pol¨ªtico-financiera-medi¨¢tica que, seg¨²n ¨¦l, acecha al PSOE y muy especialmente a su propia persona desde hace unos a?os.

Aunque Gonz¨¢lez tuvo mucho cuidado en su discurso de renuncia de no cerrarse las puertas a la posibilidad de repetir como candidato electoral, la mayor¨ªa de los dirigentes del PSOE no creen que ¨¦sa sea su intenci¨®n verdadera. De hecho, si por ¨¦l fuera, ya no habr¨ªa concurrido a las elecciones de 1996. En aquella ocasi¨®n, s¨®lo la marcha de su delfin, Javier Solana, a la OTAN acab¨® por convencerle de que deb¨ªa encabezar una vez m¨¢s el cartel electoral socialista.Pese a todas estas consideraciones, a¨²n hay en el congreso dirigentes que creen ver en el llamamiento de Gonz¨¢lez a la confluencia de las fuerzas progresistas una se?al de que el l¨ªder socialista estar¨ªa dispuesto a encabezar una oferta electoral basada en una alternativa progresista y plural -no confundir con una coalici¨®n- frente al PP. Estas c¨¢balas depender¨¢n tambi¨¦n en buena medida de la identidad de su sucesor al frente del PSOE. Si es un heredero aut¨¦ntico y no un mero albacea administrador de la herencia, el sucesor se har¨¢ con toda probabilidad con el liderazgo electoral adem¨¢s del org¨¢nico. Pero el hecho de que el congreso optase por otro perfil para el secretario general tampoco supondr¨ªa el regreso autom¨¢tico de Gonz¨¢lez como candidato al Gobierno, ya que esta plaza podr¨ªa quedar reservada para Javier Solana a su vuelta de la Alianza Atl¨¢ntica.La excelente imagen de que goza Gonz¨¢lez en el extranjero -no s¨®lo en el seno de la familia socialdem¨®crata, sino tambi¨¦n entre destacados l¨ªderes de la derecha europea- convierte en muy razonable la hip¨®tesis de que su carrera pol¨ªtica pueda centrarse durante los pr¨®ximos a?os en la esfera internacional.Si Felipe Gonz¨¢lez hubiera querido, en enero de 1995 habr¨ªa sido el m¨¢s que probable sucesor del franc¨¦s Jacques Delors al frente de la Comisi¨®n Europea.

Pero el alem¨¢n Helmut Kohl, uno de sus principales valedores pese a que ambos forman en bandos pol¨ªticos contrarios, no ha dado por zanjada la cuesti¨®n de la Comisi¨®n Europea. El pasado oto?o, ya con el luxemburgu¨¦s Jacques Santer al frente del Ejecutivo europeo, Kohl volvi¨® a insistirle a Gonz¨¢lez en una visita de ¨¦ste a Alemania. Pi¨¦nsatelo otra vez y con calma, vino a decirle el alem¨¢n con la mente puesta en enero del -a?o 2000, fin del mandato de Santer.Por las mismas fechas en que mantuvo aquella conversaci¨®n con Kohl, Gonz¨¢lez hab¨ªa rechazado la oferta de presidir la Internacional Socialista. S¨ª acept¨®, sin embargo, hacerse cargo de la direcci¨®n de un proyecto estrat¨¦gico para la familia socialdem¨®crata: la regeneraci¨®n de la propia IS. No ser¨ªa aqu¨¦lla, sin embargo, su ¨²ltima -renuncia en el campo internacional, pues a -primeros de este mismo mes, en Suecia, Gonz¨¢lez volvi¨® a decir no. Esta vez, la negativa fue a presidir el Partido Socialista Europeo, del que Raimon Obiols es vicepresidente.

Mientras decide sobre su futuro pol¨ªtico, siempre podr¨¢ Gonz¨¢lez dedicarse a dar conferencias por medio mundo. Poco despu¨¦s de ser apeado de la presidencia del Gobierno, alguien le dijo que su cach¨¦ de conferenciante estaba en el nivel de Margaret Thatcher o Henry Kissinger. "??Diez millones de pesetas por discurso!?", interrog¨® at¨®nito a su informante. Desde entonces, ha dado un par de conferencias, no se sabe a qu¨¦ precio.