Manfredi sostiene que los actores siempre tienen "un punto de locura"

Mito de la comedia italiana, int¨¦rprete de una de las obras maestras del cine espa?ol, El verdugo, Nino Manfredi (Castro dei Volsci, 1921) mantiene una actividad desbordante como maestro ya de actores iItalianos. "Un punto de locura, un ni?o dentro y alguien que desea provocar la sonrisa en la gente" suenan como las tres recetas que Manfredi ofrece de una profesi¨®n a la que ama. El actor estrena hoy en Espa?a Colpo di luna, dirigida por el debutante Alfredo Simone y uno de sus ¨²ltimos trabajos.

Manfredi acept¨® uno de los papeles de Colpo di luna porque le interes¨® el tema. Este actor, que ha rodado a las ¨®rdenes de grandes del cine, italiano, como Mauro Bolognini, Dino Risi o Ettore Scola, qued¨® cautivado por una historia de locos que ha ideado y, dirigido Simone, un siciliano de 38 a?os. Ambientada en Sicilia, Colpo di luna narra el regreso a su pueblo natal de un cient¨ªfico que descubre que su hijo se encuentra internado en una comunidad terap¨¦utica para desequilibrados."El amor es, sin duda, la mejor recomendaci¨®n para cualquier tratamiento", coment¨® Manfredi en conversaci¨®n telef¨®nica. "En esa visi¨®n radica una de las ense?anzas de Colpo di luna", se?ala el veterano actor que encarna el personaje de un anciano trabajador recluido en el centro psiqui¨¢trico. El cient¨ªfico protagonista, que interpreta el turco-franc¨¦s Tch¨¦ky Karyo, entra en contacto con una filosofia vital sencilla que pondr¨¢ en la picota muchos de los valores que han sustentado su vida.

"Me gusta intervenir", confiesa Nino Manfredi, "en filmes que resulten ¨²tiles, para la gente. Creo que el p¨²blico me quiere y me aplaude porque he procurado transmitirle una sonrisa en la boca". Este artista de la pantalla concede mucha importancia a la infancia como aprendizaje. "Los int¨¦rpretes siempre cuentan f¨¢bulas que responden al ni?o que llevan dentro", dice.

De hecho, la ¨²nica pel¨ªcula que Manfredi ha escrito, dingido e interpretado -Per grazia ricevuta (Las tentaciones de Benedetto)- trat¨® de liberar los fantasmas de su represi¨®n religiosa. "Mi madre era una ferviente cat¨®lica", subraya el actor, "y yo fui educado en medio de obsesiones sexuales y morales, de una insoportable angustia acerca de la existencia de Dios. Para liberarme de todas esas dudas hice la pel¨ªcula. Quise reflejar en aquel filme que la religi¨®n es, sobre todo, un ant¨ªdoto contra la muerte".

Manfredi atribuye. a las casualidades que no haya vuelto a trabajar en el cine espa?ol tras su memorable actuaci¨®n en 1963 en El verdugo, de Luis Garc¨ªa Berlanga.