Al final, nada

LA PRESUNTA "amnist¨ªa fiscal" para favorecer "a los amiguetes del PSOE", seg¨²n declararon de forma abusiva desde el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y miembros del Gobierno hasta destacados pol¨ªticos del PP, se ha quedado en nada, como era de prever. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n ha pedido al juez Baltasar Garz¨®n que se archive la causa abierta para esclarecer esta supuesta amnist¨ªa que, de acuerdo con los datos facilitados por el Gobierno, retras¨® el tr¨¢mite de expedientes hasta forzar la prescripci¨®n de 600 expedientes equivalentes a unos ingresos superiores a los 200.000 millones. El ministerio p¨²blico expone claramente que "no aparece acreditada la Comisi¨®n de hechos delictivos, ni por los titulares de los expedientes fiscales prescritos ni por los responsables de la Agencia Tributaria" y que no cabe hablar de "prevaricaci¨®n administrativa".Estamos ante un desmentido judicial en toda regla a las irresponsables acusaciones de fraude lanzadas sin pruebas por el Gobierno y el PP. No se trata, evidentemente, de un error sin importancia. Distintos portavoces del PP acusaron a la Administraci¨®n anterior, personificada directamente en Juana L¨¢zaro como m¨¢xima responsable de la Agencia Tributar¨ªa en el ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, de haber cometido un delito de fraude y prevancaci¨®n, a pesar de que carec¨ªan de indicios y pruebas para semejantes acusaciones. Confundieron interesadamente retrasos en el plazo de resoluci¨®n y liquidaci¨®n de las actas, modificado por los tribunales, con actos de prevaricaci¨®n. Esta confusi¨®n es inadmisible, por cuanto que las delirantes acusaciones de "amnist¨ªa fraudulenta" de mantuvieron incluso tiempo despu¨¦s de que algunos altos cargos del Gobierno, como el secretario de Estado Juan Costa, admitieran que no hubo "irregularidades".

?ste ser¨ªa el momento de que el Gobierno -con grandeza- reconociera su error y pidiera las excusas pertinentes por sus acusaciones infundadas y a todas luces maliciosas. Ser¨ªa una demostraci¨®n aceptable de que este Gobierno -y su portavoz parlamentario y el coordinador general del partido- no est¨¢ ofuscado por un ¨¢nimo sectario. Por cierto: ?qu¨¦ pas¨® con el expediente abierto al primer responsable de la Agencia Tributar¨ªa con este Gobierno, anunciado en el Parlamento con bombo y platillos por el secretario de Estado de Hacienda? Jam¨¢s se ha vuelto a saber nada de ¨¦l.