Camacho frena al Valencia
El Espanyol punt¨²a en Mestalla y rompe la racha del grupo de Ranieri
Iba lanzado el Valencia hacia la UEFA y apareci¨® Camacho. Es decir, un equipo, el Espanyol, puro rocoso. De aspecto pendenciero y expeditivo. Sin complicaciones. Solvent¨® as¨ª, por las bravas, sus muchas dudas en una segunda vuelta en la que hab¨ªa iniciado una cuesta abajo peligrosa. Tambi¨¦n es cierto que el Valencia actu¨® desafinado, afectado por una parte por la inexistencia de un lateral derecho de recorrido (estaban lesionados Angulo y Angloma), y por otro por la entrada tard¨ªa de llie, infinitamente m¨¢s vertical que cualquier otro. Sobre todo que Ariel Ortega, que, desde la conducci¨®n innecesaria desde la media punta, par¨® m¨¢s que lanz¨® el juego de su equipo. Fue una losa.M¨¢s f¨ªsico que nunca, el Espanyol de Camacho propici¨® una primera parte ¨¢spera, lijosa e ingobernable. A la tarea se aplic¨® con pasi¨®n el Valencia, muy desajustado por las ausencias de Angulo e Ilie. La falta del primero supon¨ªa la marginaci¨®n de Mendieta a la banda y la consiguiente p¨¦rdida de su capacidad oxigenadora en el centro del campo. La suplencia del segundo, sacrificado tras su viaje con la selecci¨®n rumana, dej¨® al Valencia sin opciones de intimidaci¨®n en ataque. Tan s¨®lo la del Piojo L¨®pez, que le explic¨® un par de veces a Pochettino qui¨¦n es el m¨¢s r¨¢pido a este lado del Mediterr¨¢neo.
El Espanyol, por su parte, present¨® en Mestalla una faz de acero, tan habitual de otras veces, aunque sin los detalles luminosos de otras ocasiones. Camacho opt¨® por la l¨ªnea dura: prefiri¨® que fuera Cobos y no Galca quien dirigiera al grupo y claudic¨® ante el buen estado de forma del d¨ªscolo Ben¨ªtez, que jug¨® de inicio aunque fuese cosido al puesto de interior derecha. El paraguayo, sin embargo, no estaba para reivindicaciones. Se top¨® con la contundencia de Carboni y decidi¨® que ¨¦sta no era su guerra. En cuanto a Esn¨¢ider, se entiende que Camacho quiera recuperarlo a base de minutos de juego, pero el delantero argentino dista muchos kil¨®metros de su mejor momento. Ouedec, por su lado, dispuso de la mejor (la ¨²nica) ocasi¨®n de gol del Espanyol en la primera parte: envi¨® al palo ante una salida desesperada de Zubizarreta.
Tras el descanso, sali¨® llie, con todo lo que ello representa. O sea, peligro: verticalidad y gol. 0 casi. Unos segundos sobre la hierba y ya estaba poniendo a Ton? en un compromiso. El Espanyol se parapet¨® con todo sin ning¨²n pudor. Se arm¨® hasta los dientes y en la labor particip¨® el mismo Ben¨ªtez, que achicaba agua desde las inmediaciones de su porter¨ªa.
As¨ª las cosas, el Valencia fi¨® su futuro al acierto de llie. Una vez m¨¢s, de ¨¦l depend¨ªa. Pero el rumano se sinti¨® esta vez demasiado solo. Desamparado. 0 quiz¨¢ no estaba Fino, aunque de ¨¦l partiera lo m¨¢s saludable del segundo tiempo. Porque Ortega fue, m¨¢s que nada, una r¨¦mora. Un freno de mano en el juego din¨¢mico de su equipo.
El p¨²blico de Mestalla, no obstante, sigui¨® fiel a su equipo. Tras varios meses de solazamiento, ha aprendido a quererlo. Aguard¨® educadamente hasta el final. Observ¨® c¨®mo le fue imposible al Valencia romper el cerco de Camacho.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.