El Tau aguanta el Iiderato
Pol¨¦mico final por una personal decisiva a falta de un segundo
Pit¨® falta personal Fajardo a Thompson y se arm¨® la marimorena. No era para menos. Estudiantes ten¨ªa el partido y muchas cosas m¨¢s en el bolsillo y una discutible decisi¨®n del veterano ¨¢rbitro posibilit¨® que el Tau mantenga su posici¨®n de privilegio en la Liga ACB. Fue el digno colof¨®n a un duro y apasionante partido, consecuente con la categor¨ªa de los dos equipos y el liderato que estaba en juego.Pit¨® Fajardo en una de esas jugadas innecesarias por el riesgo que conlleva. Quedaba un segundo y el bal¨®n lo llevaba Espil en carrera desesperada provocada por un triple de Nacho Azofra que parec¨ªa dar carpetazo al partido (74-73, a falta de 5 segundos). Su ¨²nica opci¨®n era un lanzamiento desde medio campo. Un metro antes de atravesar la l¨ªnea divisoria, Thompson decide molestarle y se interpone en su camino, ligeramente de lado y con los brazos arriba. El jugador del Tau le esquiva y sobrepasa, pero la pelota da en la pierna derecha de Thompson y se queda suelta. El norteamericano la recoge alborozado pero su gozo dura un instante. Fajardo, a dos metros de la jugada, se?ala infracci¨®n. Resta un segundo y siete d¨¦cimas y son dos tiros libres. Algo m¨¢s, mucho m¨¢s. Son dos tiros libres de Espil, tremendo tirador. El argentino no falla. El Tau gana, aunque tenga que sufrir un ¨²ltimo susto al ver c¨®mo Thompson est¨¢ a pocos cent¨ªmetros de lograr la canasta del a?o desde casi su propio aro.
Analizado el v¨ªdeo, no le falta raz¨®n al Estudiantes en su queja, lo que no significa que la victoria del Tau sea inmerecida. Para nada. Los de Scariolo justificaron su extraordinaria temporada y lucieron poder¨ªo. Tiene el Tau una plantilla destacable, tremendamente s¨®lida, rocosa por dentro, con dos grandes lanzadores, Espil y Beric, y dos bases supers¨®nicos, el habitual Bennet y la soluci¨®n Millera. Cuenta con una buena direcci¨®n, rebote, contraataque y tiro de distancia. Tambi¨¦n demostr¨® contar con jugadores que deciden, una cualidad necesaria en todo equipo que se precie. El entrenador italiano maneja 9 hombres, todo un lujo, que se aplican cada uno en su parcela. Su entramado mostr¨® ciertas fisuras, como cierta ausencia de contundencia defensiva, exceso de p¨¦rdidas de bal¨®n (20 ayer) y poca resoluci¨®n en los hombres interiores, pero no se puede tener todo. A la espera de observar su comportamiento en los playoffs, su candidatura al t¨ªtulo no parece descabellada. En un encuentro igualado, Estudiantes llev¨® el mando a pesar de los problemas que le ocasion¨® la ausencia de Whisby. Sin el norteamericano, los madrile?os perdieron fuerza en una de sus grandes bazas, el rebote ofensivo. Con ello no dispusieron de segundas oportunidades de tiro, su tabla de salvaci¨®n en muchos partidos. Como efecto secundario debieron sufrir en sus carnes su propia medicina, siendo impotentes para frenar las veloces transiciones de un Tau que contraatac¨® con maestr¨ªa. Sustra¨ªdas sus mejores armas, Estudiantes hubo de agarrarse a la sobriedad de Thompson, la sabidur¨ªa de Vandiver y la mayor¨ªa de edad de De Miguel.
Una vez conjugada la mayor ventaja que obtuvo el Estudiantes en todo el partido (61-53, minuto 32) lograda con unos buenos momentos de Escudero, el Tau lleg¨® al cap¨ªtulo final con las pilas mejor cargadas que su rival, personal aparte. Obligado por las cinco faltas de De Miguel, Estudiantes se vio avocado a jugar los ¨²ltimos minutos con Jim¨¦nez de pivot.
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