El sentido c¨®smico

Con la muerte de Lucio Mu?oz (Madrid, 1929) desaparece uno de los m¨¢s notables pintores informalistas espa?oles. Alumno de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando entre 1949 y 1954, Lucio Mu?oz trab¨® all¨ª amistad con los artistas que posteriormente habr¨ªan de formar el llamado grupo de realistas madrile?os: Antonio L¨®pez Garc¨ªa, los hermanos L¨®pez Hern¨¢ndez, Julio y Francisco, Enrique Gran, J. Ramo.En dicho grupo tambi¨¦n hubo algunas brillantes artistas, como Isabel Quintanilla, Mar¨ªa Moreno y Amalia Avia, que luego contrajeron matrimonio respectivamente con Francisco L¨®pez Hern¨¢ndez, Antonio L¨®pez Garc¨ªa y Lucio Mu?oz. Con solo estos nombres el buen aficionado ya comprender¨¢ que este grupo amistoso no tuvo principios art¨ªsticos dogm¨¢ticos que impusieran el realismo o la figuraci¨®n, sino que fue m¨¢s bien un encuentro y una actitud al margen de consignas. Precisamente la obra de Gran, Ramo y Mu?oz, los tres informalistas, as¨ª lo demuestra.

En este contexto, el valor art¨ªstico de Lucio Mu?oz fue excepcional. Tras un viaje a Par¨ªs en 1956, su obra perdi¨® connotaciones figurativas, pero s¨®lo en funci¨®n de una aproximaci¨®n mayor a la realidad, vista y sentida como materia. Lo mat¨¦rico, hay que decirlo, pertenece a la idiosincrasia m¨¢s ¨ªntima del arte espa?ol tradicional. Estuvo presente en Ribera, en Zurbar¨¢n, en Goya. Mas, sobre todo, estuvo en esa pasi¨®n espa?ola, muy cat¨®lica y sentimental, por el p¨¢lpito de lo t¨¢ctil, por ese deseo de meter el dedo en la llaga, por hurgar en las heridas luminosas.

Amplios espacios

Lucio Mu?oz lo tuvo y tambi¨¦n tuvo esa elegancia espa?ola manifestada en el uso de una paleta de negros profundos y tierras pardas, que es la paleta de lo existencialmente hondo. En cierta manera, esta paleta y este sentido de lo t¨¢ctil es muy terrenal y el m¨¦rito de Lucio Mu?oz fue elevarlo a la categor¨ªa de lo c¨®smico. Precisamente por ese sentido c¨®smico Lucio Mu?oz era un pintor de amplios espacios, que encontraba su lugar natural en las grandes superficies del mural, como los maestros del Renacimiento.Personalidad de inquietudes varias, amante de la literatura y, en especial, de la m¨²sica, el compromiso cultural de Lucio Mu?oz fue constante y generoso. Fue, por ejemplo, uno de los salvadores del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. Alcanz¨® un importante reconocimiento social y recibi¨® los m¨¢s altos galardones oficiales; pero lo esencial es la obra que nos lega: una obra singular, hermosa, profunda, que ha servido de puente entre lo mejor de la identidad de la escuela espa?ola y la renovaci¨®n vanguardista.