Villalonga blinda el consejo y el capital de Telef¨®nica contra operaciones hostiles

El presidente de Telef¨®nica, Juan Villalonga, quiere un consejo de administraci¨®n y un grupo de altos cargos absolutamente fieles. Para ello, pretende que la junta de accionistas apruebe que s¨®lo los consejeros con tres a?os de permanencia en el consejo puedan ser nombradospresidente, vicepresidente o consejero delegado. Para acceder a ese ¨®rgano ser¨¢ necesario ser titular de un m¨ªnimo de acciones durante al menos tres a?os antes del nombramiento. Para que alguien ajeno al actual equipo acceda a esos cargos, ser¨¢ necesario el 85% de los votos del consejo.

El Consejo de Administraci¨®n de Telef¨®nica decidi¨® ayer proponer a una junta general extraordinaria, que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo 24 de junio, dos ampliaciones de capital sin cargo para el accionista, mediante la emisi¨®n de una acci¨®n nueva por cada 50 antiguas en cada una de las dos fases previstas, y una modificaci¨®n en profundidad de los estatutos societarios.Las propuestas son un claro intento de Villalonga, que fue nombrado por el Gobierno para presidir la compa?¨ªa en junio de 1996, y de su equipo de ejercer un control m¨¢s estricto sobre el ¨®rgano de decisi¨®n de Telef¨®nica y los accionistas. Las principales modificaciones propuestas son:

Consejeros. Para acceder a consejeros se exige la titularidad, con tres a?os de antelaci¨®n al nombramiento, de un n¨²mero minimo de acciones (equivalente a un nominal de 500.000 pesetas) que se pondr¨¢n vender en el ejercicio del cargo

Alta direcci¨®n. Para acceder a la presidencia, vicepresidencia o al cargo de consejero delegado o miembro de la comisi¨®n delegada (nueva denominaci¨®n del comit¨¦ ejecutivo formado por los hombres de absoluta confianza del presidente en el consejo) se exigir¨¢ haber formado parte del consejo durante tres a?os anteriores a la designaci¨®n. La medida perpet¨²a al actual equipo directivo y al consejo al frente de la compa?¨ªa. No obstante, otra v¨ªa para acceder a esos puestos, sin necesidad de mantenerse como accionista durante seis a?os, es obtener el refrendo del 85% del actual consejo.

En ese ¨®rgano, remodelado por ¨²ltima vez en enero de 1997 tras la privatizaci¨®n de la compa?¨ªa, se sientan dos representantes de los aliados internacionales de Telef¨®nica (MCI y Portugal Telecom), dos consejeros designados por Villalonga, nueve independientes nombrados a propuesta del presidente y dos representantes por cada una de las entidades del n¨²cleo estable (Argentaria, BBV y La Caixa).

Representaci¨®n en la junta. Otra de las modificaciones supone la ampliaci¨®n del m¨ªnimo de acciones exigido para acceder a las juntas de accionistas, de una a 100. Adem¨¢s, el consejo propondr¨¢ que se limite el derecho de voto en las juntas, para que ning¨²n titular pueda ejercitar o representar m¨¢s del 10% del capital social con derecho a voto. As¨ª se evita la sindicaci¨®n de acciones y, con ello, la posibilidad de que voces hostiles al presidente puedan contar con una representaci¨®n mayor.

La medida, adem¨¢s, es redundante con el mecanismo de acci¨®n de oro, como se conoce a la potestad del Gobierno para bloquear decisiones estrat¨¦gicas o la venta de m¨¢s del 10% de Telef¨®nica.

Respecto a la ampliaci¨®n, se realizar¨¢ con cargo a reservas, por un n¨²mero de acciones equivalente al 2% del capital - 20,5 millones de t¨ªtulos a un valor nominal de 500 pesetas-. El nominal de la ampliaci¨®n es de 10.250 millones. Las acciones de Telef¨®nica cerraron ayer en Bolsa a 6.940 pesetas, tras registrar un descenso de 40, un 0,29% respecto al d¨ªa anterior. La primera ampliaci¨®n se ejecutar¨¢ antes de que termine 1998 y la segunda en el primer semestre de 1999.