Divisi¨®n alemana en Exteriores y Defensa ante la crisis balc¨¢nica

El Gobierno alem¨¢n parece dividido sobre la estrategia a adoptar en la crisis de Kosovo y, en particular, no parece tener claro si es partidario de una intervenci¨®n armada de la OTAN sin mandato previo del Consejo de Seguridad de la ONU en caso de que la situaci¨®n siga deterior¨¢ndose. Mientras el ministro de Exteriores de la coalici¨®n, el liberal Klaus Kinkel, es partidario de que tal actuaci¨®n se realice s¨®lo con el mandato del Consejo de Seguridad y que el Ej¨¦rcito alem¨¢n tenga un ?claro e incuestionable fundamento legal?, el de Defensa, Volker R¨¹he, estar¨ªa dispuesto a contemplar una intervenci¨®n de la OTAN sin este mandato y cree que ser¨ªa posible contar con una amplia mayor¨ªa de apoyo en el Parlamento federal (Bundestag).El canciller Kohl, que no ha apoyado ni desautorizado expl¨ªcitamente a ninguno de sus dos ministros, pidi¨® esperar a los resultados del encuentro entre el presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, y el dirigente yugoslavo Slobodan Milosevic en Mosc¨². Kinkel se reafirmaba ayer en su postura en una entrevista en el diario Bild. Alemania, asegur¨®, no se quedar¨ªa al margen en caso de intervenci¨®n militar con mandato de la ONU, ya que ser¨ªa el pa¨ªs m¨¢s afectado en caso de que se produjera una nueva oleada de refugiados.

Kosovo ha dividido a la clase pol¨ªtica alemana, pero con menos virulencia que en ocasiones anteriores cuando se debat¨ªa sobre intervenciones militares en la ex Yugoslavia. Tras la reuni¨®n entre Yeltsin y Milosevic, el debate interno alem¨¢n posiblemente se orientar¨¢ a observar c¨®mo se cumplen las promesas del dirigente yugoslavo. Tras la cumbre de Mosc¨², sin embargo, R¨¹he ha conminado lac¨®nicamente a Milosevic a que pase de las palabras a los hechos.

Insuficiente base

La posici¨®n de Kinkel ha obtenido el pleno respaldo del partido liberal, que, en un comunicado, opina que no existe base suficiente para justificar una intervenci¨®n en Kosovo seg¨²n el art¨ªculo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que prevee el derecho a la autodefensa de un pa¨ªs miembro de la ONU en caso de ataque.La posici¨®n de R¨¹he, a su vez, es respaldada en medios de la Uni¨®n Social Cristiana, el ala m¨¢s conservadora de la coalici¨®n gubernamental, que estos d¨ªas ha debatido con la Uni¨®n Cristiana Democr¨¢tica de Kohl sobre la conveniencia de mantener en su programa electoral la consigna: ?Alemania no es tierra de emigraci¨®n?.

Los flujos migratorios de los Balcanes est¨¢n en la ra¨ªz de las actitudes de los pol¨ªticos alemanes ante el problema de Kosovo. Kohl no se cansa de repetir que Alemania es el pa¨ªs que m¨¢s refugiados acoge y que quiere compartir con sus aliados de la UE la carga econ¨®mica que suponen. ?Hemos acogido hasta ahora m¨¢s de 170.000 albaneses del Kosovo, m¨¢s que ning¨²n otro pa¨ªs de la UE (...) No podemos hacer nada m¨¢s?, ha dicho Dietmar Schlee, el responsable gubernamental para los refugiados bosnios.