La negociaci¨®n entre sindicatos y Gobierno sobre las 35 horas termina en ruptura total

La sinton¨ªa que parec¨ªa presidir las relaciones entre sindicatos y Gobierno regional salt¨® ayer hecha pedazos. La negociaci¨®n para implantar la jornada laboral de 35 horas semanales en la Administraci¨®n regional (ahora, los 30.000 funcionarios trabajan 36,5 horas) termin¨® en ruptura total ante la negativa del Gobierno a retirar su propuesta de supresi¨®n del abono de transporte gratuito para los trabajadores a cambio de firmar las 35 horas semanales. Los sindicatos, que rechazan esta medida, anunciaron movilizaciones para el pr¨®ximo septiembre.

Se cumplieron los peores vaticinios. La segunda vuelta de la negociaci¨®n entre la Comunidad de Madrid y los sindicatos para implantar la jornada de 35 horas en la regi¨®n termin¨® ayer en completo fracaso tras apenas un cuarto de hora de conversaciones. El consejero de Hacienda, Antonio Beteta, admiti¨® que el a?o que viene continuar¨¢ "con casi total seguridad" la vigente jornada de 36,5 horas semanales, mientras que el representante del ¨¢rea p¨²blica de CC OO, Alberto S¨¢nchez, hablaba de "ruptura total" y "tomadura de pelo". Su hom¨®logo de UGT, Juan Luis Mart¨ªn, vaticin¨® movilizaciones en septiembre.Ni 35 horas ni creaci¨®n de puestos de trabajo ni nada de nada. El desencuentro, tras lo sucedido ayer, es absoluto. El Ejecutivo regional, que durante m¨¢s de una semana proclam¨® con entusiasmo la reducci¨®n de jornada, no ve voluntad sindical "por ninguna parte", en expresi¨®n de Beteta, para que esta medida no le cueste dinero a las arcas p¨²blicas. En el otro lado de la mesa cund¨ªa la sensaci¨®n de que el Gobierno de Ruiz-Gallard¨®n no ten¨ªa voluntad real de implantar el horario reducido. "La Administraci¨®n central le ha dado un toque a la regional para que no se precipite con lo de las 35 horas, y Ruiz-Gallard¨®n no ha resistido la presi¨®n", lamentaba el ugetista Mart¨ªn. "?ste es un Gobierno de derechas y no se acaba de creer lo del reparto del empleo ni harto de vino", apostill¨® S¨¢nchez, de CC OO.

Encuentro breve

Ya la misma brevedad del encuentro no auguraba nada bueno. "Fueron 14 minutos justos, contando los tres que tardaron en traernos agua", ironiz¨® S¨¢nchez. Beteta reiter¨® su tesis de que la reducci¨®n de jornada no puede negociarse por separado y debe compensarse con una rebaja en alg¨²n otro concepto: en concreto, la supresi¨®n del abono transporte gratuito a los funcionarios, un beneficio que cuesta 1.800 millones de pesetas al a?o.Este detalle ha terminado por enfurecer a los sindicatos, convencidos de que el PP quiere "pervertir" a la opini¨®n p¨²blica dando la sensaci¨®n de que los empleados p¨²blicos son unos privilegiados.

Tanto UGT como CC OO recordaron ayer que el abono anual de transportes gratuito se estableci¨® en la Administraci¨®n regional en 1988 a cambio de un complemento de transporte del que ya gozaban los trabajadores regionales en sus respectivas n¨®minas desde algunos a?os antes.

"La ¨²nica forma de financiar la reducci¨®n de jornada es con lo del abono transporte", insisti¨® el consejero de Hacienda, y anot¨® que el resto de gastos sociales que asume la Administraci¨®n para con sus empleados es muy inferior: las ayudas para el cuidado de los hijos, por ejemplo, apenas suponen 120 millones al a?o.

Juan Luis Mart¨ªn recalc¨® que el abono de transportes (unas 50.000 pesetas al a?o por trabajador) es un elemento "emblem¨¢tico y ya negociado en su d¨ªa". Ambas centrales sindicales aseguraron haber recibido un aluvi¨®n de llamadas inst¨¢ndoles a no ceder ni un ¨¢pice en la reivindicaci¨®n del transporte colectivo gratuito.

As¨ª las cosas, las dos partes se conceden una tregua veraniega de un mes y volver¨¢n a verse las caras en septiembre sin ya casi ninguna esperanza de acuerdo.

Para esa fecha, los sindicatos ya tendr¨¢n preparadas las convocatorias de movilizaci¨®n general en el sector p¨²blico madrile?o.