Rusia y el d¨®lar desestabilizador

La situaci¨®n del pa¨ªs de los zares es preocupante y catastr¨®fica. Es decir, se configura como una aut¨¦ntica bomba at¨®mica de relojer¨ªa, que amenaza a la humanidad. As¨ª, si bien la demagogia, la ineficacia y el fraude a todo un pueblo de Bor¨ªs Yeltsin (que ahora hace siete a?os, frente a los tanques, represent¨® un gran papel teatral, enga?ando a todos los rusos y haci¨¦ndoles ver que aquello era el comienzo de una revoluci¨®n democr¨¢tica), son causas importantes de la descomposici¨®n pol¨ªtica y social de esta gran naci¨®n, el m¨¢ximo responsable de este colapso (que nos afecta a todos) es el d¨®lar desestabilizador y todas las sanguijuelas especuladoras que bailan en su entorno.De hecho, en estos momentos, Rusia padece unos problemas muy parecidos a los que en los a?os veinte sufr¨ªa Alemania con la Rep¨²blica de Weimar.

Y las consecuencias de ello, impuestas por culpa de la ceguera y el dogmatismo irracional de los organismos econ¨®micos internacionales, con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (igual que en los a?os veinte impuso el Tratado de Versalles a Alemania), son un aumento espectacular de la desconfianza en las doctrinas democr¨¢ticas.

Y, sobre todo, un rebrote de la intolerancia extrema y del simplismo facineroso, en los elementos m¨¢s j¨®venes de esta, triturada, sociedad rusa.-