El 53% de los jefes militares admite que son tolerantes con el alcohol

La imagen del militar alcoh¨®lico, reforzada por el caso del sargento Miravete, no responde al perfil de la mayor¨ªa de los mandos de las Fuerzas Armadas, seg¨²n los resultados de una encuesta realizada por la Unidad de Psicolog¨ªa del Ministerio de Defensa. El estudio refleja que el 25% de los oficiales y suboficiales se declara abstemio, mientras que las respuestas del 1,3% sugieren problemas de alcoholismo. Lo m¨¢s preocupante es la actitud de tolerancia hacia el consumo de alcohol en los cuarteles, que reconoce el 53,2% de los encuestados.

El trabajo de campo se realiz¨® entre el 15 de marzo y el 30 de mayo pasado a ra¨ªz de la pol¨¦mica provocada el caso Miravete, la muerte de un cabo por el disparo de un sargento ebrio. Se recogieron 3.738 encuestas, de las que el 65,7% correspond¨ªan a suboficiales, el 33,8% a oficiales y el 0,6% a generales. Casi la mitad de los cuadros de mando pertenec¨ªan al Ej¨¦rcito de Tierra y el resto, a partes casi iguales, a la Armada y la Fuerza A¨¦rea. Las respuestas fueron enviadas en sobre cerrado y sin remitente, para asegurar el anonimato, con un margen de error estimado del 1,57%.El informe final, fechado el 30 de junio, concluye que en torno al 24% de los oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas no consume nunca bebidas alcoh¨®licas, la mayor¨ªa (49,8%) bebe de forma espor¨¢dica, casi una cuarta parte (24%) lo hace a menudo pero de forma moderada y un porcentaje reducido (1,3%) con frecuencia y a veces en exceso.

Este ¨²ltimo segmento se corresponde con el porcentaje de mandos cuyas respuestas a las diferentes preguntas revelan actitudes proclives a padecer problemas de alcoholismo. As¨ª, el 1,6% de los encuestados afirma que el consumo excesivo de alcohol no es una enfermedad y que la bebida ayuda a salir de un bache o problema. El 1,3% reconoce que necesita beber para sentirse bien y un grupo algo mayor, el 2,6%, admite que no podr¨ªa dejar el alcohol aunque se lo propusiera.

Aunque s¨®lo el 1,3% declara beber con frecuencia y a veces en exceso, esta apreciaci¨®n subjetiva hay que ponerla en relaci¨®n con lo que cada uno entiende por tal.El 9,7% de los encuestados cree que no supone un riesgo importante para la salud tomar cada d¨ªa m¨¢s de cinco ca?as de cerveza o vasos de vino y m¨¢s de dos copas, lo que supone por encima de dos gramos de alcohol por litro de sangre. Otro 7,2% no ve peligro en consumir diariamente m¨¢s de cinco ca?as o vasos de vino y adem¨¢s m¨¢s de tres copas, lo que equivale a m¨¢s de 2,5 gramos por litro de sangre. La tasa de alcoholemia para conductores est¨¢ ahora en 0,8 gramos por litro de sangre y va a rebajarse a 0,5.

Pero identificar a la minor¨ªa de mandos con problemas de alcoholismo no parece f¨¢cil. El 64,2% de los encuestados afirma que no hay controles efectivos sobre el consumo de alcohol en las Fuerzas Armadas y el 53,2% reconoce que los militares suelen ser tolerantes con la ingesti¨®n de bebida en los cuarteles.

Un amplio porcentaje se resiste, sin embargo, a cambiar esta situaci¨®n. El 47,6% rechaza la realizaci¨®n de controles peri¨®dicos de alcoholemia, aunque el 83,4% admite que el consumo de alcohol supone m¨¢s riesgos en la profesi¨®n militar que en otras, y el 31,9% considera que la ¨²nica persona con derecho a controlar cu¨¢nto bebe es uno mismo.

El 49,1% cree que las campa?as de prevenci¨®n en los cuarteles son necesarias pero ineficaces. Respecto a las sanciones disciplinarias previstas en la legislaci¨®n militar para el consumo de alcohol en acto de servicio, que han sido notablemente endurecidas despu¨¦s de realizarse la encuesta, las opiniones estaban divididas a partes iguales entre quienes las consideraban demasiado severas y poco estrictas.

Quiz¨¢ como reacci¨®n corporativa ante la opini¨®n p¨²blica, el 78,5% opina que se ha dado "excesiva importancia al consumo de alcohol en las Fuerzas Armadas debido a sucesos aislados".