Arruti emboca en el circuito europeo
S¨®lo los grandes acceden al circuito europeo de golf. Jes¨²s Mar¨ªa Arruti (San Sebasti¨¢n, 1969) ha conseguido por segunda vez en su vida mezclarse con jugadores como Olaz¨¢bal, Norman o Langer, que en alguna ocasi¨®n se dejan caer por el European Tour. Lleva el golf en la sangre. Su padre y su t¨ªo, los populares bisquis -como se les conoce a los gemelos Jes¨²s y Jos¨¦-, son los profesores del golf de Hondarribia desde su fundaci¨®n en 1968. Sobre el mojado green de este club en el que se cri¨® el consagrado Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal, Arruti aprovecha el escaso tiempo que el calendario del circuito europeo le deja libre para perfeccionar ese golpe corto que se le atraganta y le impide dar el salto definitivo. Ese maldito putt le trae de cabeza. Su tez morena contrasta con el plomizo cielo gris que invad¨ªa ayer el campo de Hondarribia. Le delata su estancia en el Tourespa?a de M¨¢laga el pasado fin de semana, donde pudo haber conseguido una mejor tarjeta si no llega a fallar el golpe corto. A¨²n as¨ª super¨® el corte y cumpli¨® con el par del campo. Los expertos dicen de ¨¦l que, a pesar tener s¨®lo 30 a?os (lleva desde los 20 a?os como profesional), posee un gran drive que le permite dejar la bola en el centro de la calle. ?ste es el segundo a?o que participa en el circuito europeo. "Esta temporada es decisiva para mi carrera. Espero que signifique la inclusi¨®n definitiva en el circuito europeo" afirma. No es una segunda divisi¨®n. El nivel del circuito europeo es similar al americano. Por encima se sit¨²a el mundial, al que acude la ¨¦lite del golf, aunque todav¨ªa no est¨¢ muy consolidado. A Jes¨²s Mar¨ªa Arruti le falta experiencia, asumir derrotas y fracasos frente a profesionales ilustres. El juego lo lleva dentro. Ahora tiene la oportunidad de desenvolverse en un terreno que contribuir¨¢ a fortalecer su mentalidad, que en definitiva es una de las cualidades b¨¢sicas de cualquier profesional. "Hay que estar muy bien preparado ps¨ªquica y f¨ªsicamente". Cualquiera lo dir¨ªa viendo la redondez de alguno de los m¨¢s ilustres jugadores de golf, como el gal¨¦s Ian Woosnam. "Parece que no, pero hay que estar muy bien preparado f¨ªsicamente para conseguir una musculaci¨®n el¨¢stica". Arruti cuenta con el asesoramiento del preparador f¨ªsico y catedr¨¢tico de la UPV Joxean Arruza, quien le pone a prueba para alcanzar el mejor nivel. "Los que llegan ahora son verdaderos atletas, preparados desde muy j¨®venes", asegura. Arruti no ha ganado muchos torneos. Lo hizo en 1997 en el Modena Classic Open (Italia) y en el Open Omnium-Bayer (Francia), en 1992. Sin embargo, su progresi¨®n desde que participara en el circuito novel sub-25 ha ido despertando el inter¨¦s de los profesionales que ven en este joven un diamante en bruto, capaz de alcanzar cotas importantes a poco que mejore algunas facetas de su juego. Tiene m¨¦rito porque tanto viaje supone un coste de al menos 10 millones de pesetas. Y no tiene patrocinador. A este menester se dedica, como lo hizo en su d¨ªa Sergio G¨®mez con Olazabal, su promotor Ferm¨ªn Altuna. "Para llegar hasta donde ha llegado Txema hay que recorrer un camino complicado y largo". Arruti, a diferencia de su amigo Olazabal, debe acudir al m¨¢ximo n¨²mero de torneos. Este a?o le esperan 20, que le tendr¨¢n ocupado hasta el mes de noviembre. Tendr¨¢ que arriesgar en este deporte en el que los conservadores suelen sacar provecho. Pero ¨¦l es joven y debe despuntar. Mientras prepara su viaje a Madeira la pr¨®xima semana, Arruti insite con el putt en el green de Hondarribia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.