El Pamesa busca su consagraci¨®n europea

Cualquiera que desconozca al Pamesa, podr¨ªa pensar que esta noche el conjunto valenciano se dirige directamente al matadero. Se enfrenta al Benetton de Treviso, un club que le triplica el presupuesto (1.300 millones de pesetas), un equipo cuajado de jugadores luminosos y experimentados (Rebraca, Williams, Nicola y Tom¨¤s Jofresa), un entrenador permanentemente unido al ¨¦xito (Zelko Obradovic)... Y, sin embargo, el Pamesa, un novato total en Europa, jugar¨¢ la final de la Copa Saporta esta noche en Zaragoza convencido de que va a ganarla (20.30, La 2). "Psicol¨®gicamente estamos muy bien. No tenemos miedo a nada. Tan s¨®lo una gran ilusi¨®n", se?al¨® ayer su entrenador, el serbio Miki Vukovic, de 54 a?os, un licenciado en ingenier¨ªa de minas que coloc¨® Valencia en el mapa del baloncesto cuando lleg¨® a la ciudad valenciana hace nueve a?os: gan¨® dos Copas de Europa con el equipo femenino del Dorna Godella, el a?o pasado se adjudic¨® la Copa del Rey con el Pamesa y en el presente ejercicio se presenta en la final de la antigua Recopa. Una tarjeta impecable.El Pamesa, adem¨¢s, juega en casa: cerca de 6.000 valencianos acuden esta noche al pabell¨®n Pr¨ªncipe Felipe de Zaragoza, por no m¨¢s de 400 del Benetton italiano. El Pamesa va bien acompa?ado. De entre todos los equipos de la ACB, el conjunto valenciano es el que m¨¢s afici¨®n arrastra cada dos semanas a su pabell¨®n, la Font de Sant Llu¨ªs.

El grupo de Vukovic tratar¨¢ de marcar su ritmo. Lento. Es la marca del Pamesa, que ha sacado ping¨¹es beneficios del baloncesto control. En ese sentido volver¨¢ a ser esencial el base internacional Nacho Rodilla, el hombre que interpreta las ideas de Vukovic en la cancha. Normalmente bien. Es un base alto (1.93 metros) y que piensa muy r¨¢pido, aunque casi siempre apure al m¨¢ximo las posesiones de bal¨®n de su equipo. El problema de Rodilla es que llega muy cascado a la final, sin ning¨²n recambio desde que C¨¦sar Alonso enfermara hace m¨¢s de un mes, y con unos tobillos muy castigados.

?ste es el sino de un conjunto muy escaso de efectivos, en el que sus jugadores "no tienen derecho a resfriarse" porque no hay recambios. Con ocho jugadores de garant¨ªas, el Pamesa ha desarrollado un recorrido impecable para alcanzar la final de la Copa Saporta: 17 victorias y una sola derrota, ante el Joventut en los cuartos de final, apeando en semifinales al legendario Aris de Sal¨®nica. "Si el Pamesa impone un ritmo lento, lo pasaremos mal", advierte el ex barcelonista Nicola, ahora en las filas del Benetton, al igual que el ex base del Joventut Tom¨¤s Llofresa, que fue repescado el pasado verano por Obradovic para la alta competici¨®n.

"Jugamos muy agresivos en defensa y salimos r¨¢pidos al contragolpe", explica Nicola sobre su equipo, que depender¨¢ en gran medida del rendimiento de su m¨¢xima estrella, el p¨ªvot yugoslavo Rebraca, "el Saquille O"Neal blanco", seg¨²n lo define el escolta aragon¨¦s del Pamesa Maluenda, que jugar¨¢ esta noche ante sus paisanos en pleno estado de inspiraci¨®n: el pasado s¨¢bado le encest¨® seis triples al Real Madrid en su pabell¨®n propiciando la victoria del Pamesa y, de paso, su clasificaci¨®n para la disputa del t¨ªtulo de Liga, un objetivo que ha llenado de tranquilidad al club valenciano, que acude sin ninguna presi¨®n a su primera final europea.

El partido ser¨¢ muy t¨¢ctico, entiende Vukovic, consciente de que se enfrenta a su amigo Obradovic, pertenecientes a la misma escuela, la yugoslava, y deudores de las ense?anzas del "maestro Nikolic".

Tres Ligas Europeas

"Lo que ha hecho Vukovic en Valencia tiene un m¨¦rito extraordinario", comenta Obradovic, quien, a sus 38 a?os, posee ya tres Ligas Europeas con tres equipos diferentes: el Partiz¨¢n, el Joventut y el Real Madrid. El pabell¨®n Pr¨ªncipe Felipe, adem¨¢s, no es un escenario extra?o para Obradovic, que ya gan¨® ah¨ª su final europea con el Madrid en 1995.