Euskera con acento holand¨¦s
Cuando el pasado mes de febrero Marcel L"Ab¨¦e lleg¨® a San Sebasti¨¢n para realizar un proyecto de pol¨ªmeros en la Facultad de Qu¨ªmicas no sab¨ªa ni una palabra de castellano. Hab¨ªa que o¨ªrle ayer dirigi¨¦ndose a los m¨¢s de 300 estudiantes extranjeros que se dieron cita en el Palacio de Miramar para despedir el curso. Ni corto ni perezoso, este holand¨¦s de 23 a?os relat¨® sus desventajas con el idioma: "Me suelen comparar con Van Gaal, por aquello del acento, pero yo les digo que siempre es mejor eso que no tener ninguno como Krauss. Y noto que no les hace mucha gracia". Durante el presente curso, la UPV ha acogido en sus aulas a 1.079 alumnos y 20 profesores extranjeros, y ha enviado a universidades de otros pa¨ªses a 639 estudiantes y 50 profesores. Muchos de los que posaron ayer frente al palacio para sacarse la foto oficial, rector inclu¨ªdo, pertenecen al programa Socrates-Erasmus. Es el caso de Antonella y Elisa. Ambas tienen 22 a?os y estudian arquitectura en el campus donostiarra, que aglutina el mayor porcentaje de alumnos extranjeros. Al principio se les hizo un poco duro acostumbrarse a la frialdad de los alumnos vascos. "Al final te das cuenta que despu¨¦s de mucho tiempo son amigos de verdad, pero para eso tiene que pasar eso, mucho tiempo", dicen. Ahora que parece que ya llega el sol por el que tanto suspiraban les toca la hora de decir adi¨®s. En julio, Antonella y Elisa har¨¢n sus maletas para volver a Florencia y Roma, respectivamente. La mayor¨ªa de estos estudiantes vienen de Italia, Francia y Alemania, "aunque ¨²ltimamente los n¨®rdicos est¨¢n mostrando mucho inter¨¦s por venir", apuntaba el responsable de relaciones internacionales de la UPV, Nicanor Ursua. Todos ellos se llevan la imagen de que el Pa¨ªs Vasco, aparte de ser complejo, es pr¨¢cticamente igual a sus pa¨ªses". Algo que no imaginaba por nada del mundo Nathan Rogers, un californiano de 27 a?os que estudia inform¨¢tica. "En Los ?ngeles se pensaban que esto era un desierto". Todav¨ªa no sale de su asombro por la cantidad de lluvia ca¨ªda. La realidad que comprueban es bien distinta a la que esperaban. Lo que todos conoc¨ªan era la afici¨®n nocturna aunque pensaban que iba a ser m¨¢s movida: "Si somos los ¨²nicos que salimos entre semana...", se lamentaba Antonella. Eso s¨ª, manejan a la perfecci¨®n t¨¦rminos como zurito, txakol¨ª o txikito. No son pocos los que al o¨ªr hablar de programas como Erasmus replican con un "?orgasmus has dicho? Algo que enseguida desmiente Nicanor Arnau. "Aqu¨ª nadie regala nada. Puede que alg¨²n profesor sea m¨¢s condescendiente, por aquello del idioma, pero este bulo que se ha extendido es totalmente falso". Y si no que se lo digan a Marcel, que no ha podido ligar con ninguna donostiarra.
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