En Francia como en Espa?a
Los toros de Mar¨ªa Loreto Charro fueron buenos para el carnicero. Los pitones de las reses parece que les hab¨ªa dado el visto bueno el mism¨ªsimo Pierre Cardin. C¨¦sar Rinc¨®n sustituy¨® a El Juli. Cuando estaba para descansar un a?o, le dan la corrida de Bayona y corta una oreja. Como le sali¨® un toro manejable, su primero, se fue a por ¨¦l y le instrument¨® una faena con ambas manos, con derechazos vibrantes y con naturales aceptables. Mat¨® de una estocada caid¨ªsima y al tiempo tendid¨ªsima. Pues el p¨²blico de Bayona le dio una oreja. En su segundo, un toro bastote, manso y de bella arrancada, estuvo como cuando dijo que cortaba la temporada. O sea, mal. Asombrosamente el toro se acost¨® de un metisaca. Como suena. Un milagro. Pero no todos los p¨²blicos son tan dulces, educados y magn¨¢nimos como el p¨²blico franc¨¦s que acudi¨® a la plaza de Bayona. En Espa?a no se perdona matar tan mal.
Charro / Rinc¨®n, Ponce, Ucela
Toros de Mar¨ªa Loreto Charro, con peso, pobres de cabeza, mansos y bastos en general, manejables 1? y 5?. C¨¦sar Rinc¨®n: estocada ca¨ªda (oreja); metisaca (gran ovaci¨®n). Enrique Ponce: estocada ca¨ªda y cuatro descabellos (palmas); tres descabellos y media estocada (gran ovaci¨®n). Uceda Leal: tres pinchazos y media estocada (silencio); dos pinchazos y estocada (silencio).Plaza de Bayona (Francia), 4 de septiembre, primera de feria. Lleno.
Enrique Ponce perdi¨® los trofeos por culpa de la espada. Eso fue en su segundo toro. Al primero le tore¨® por derechazos, con su acostumbrado movimiento imparable. Puso voluntad. En la faena del quinto de la tarde, su mejor toro, le ocurri¨® que se empe?¨® en torear con la derecha, cuando el toro por ah¨ª topaba. Se dio cuenta tarde que el pit¨®n bueno era el izquierdo. Ah¨ª es donde hizo lo m¨¢s estimable de la tarde. De todos modos, un cero en su visi¨®n de entender a los toros, y eso que todo el mundo le pone como un gran conocedor del comportamiento de las reses. Para mayor inri volvi¨® a tomar la mano derecha, y el toro volvi¨® a tropezarle la muleta. ?Qu¨¦ man¨ªa! Sin duda, son las man¨ªas que se adquieren cuando se hace torero y los que est¨¢n cerca del espada no se atreven a decirle qu¨¦ defecto tiene y as¨ª va la fiesta, y as¨ª Enrique Ponce siempre empezar¨¢ las faenas con la mano derecha, aunque el toro le est¨¦ diciendo ?"qu¨¦ pit¨®n izquierdo m¨¢s bueno tengo"!
A Uceda Leal le toc¨® el peor lote. Estuvo por encima del toro en su primero y sin recursos en el sexto. Sin recursos porque el toro por el pit¨®n izquierdo ten¨ªa un cierto recorrido, nada del otro mundo, y el torero no supo aprovechar esa bondad. Creemos que se ofusc¨® porque el toro era premioso. Sin embargo, debi¨® echar mano de otros planteamientos, buscar los terrenos. En una palabra, le faltaron recursos. El torero debe pensar que no a todos los toros se les puede torear de sal¨®n. La famosa frase de que cada toro tiene su lidia, sigue siendo una verdad irrefutable. Una de las primeras letras del alfabeto taur¨®maco.
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