Muere el historiador Leopoldo Castedo

El domingo pasado, sentado en el avi¨®n que le iba a conducir de vuelta a Chile, donde viv¨ªa exiliado desde 1939, muri¨® Leopoldo Castedo (Madrid, 1915), un espa?ol de Am¨¦rica y un americano de Espa?a, como tuve ocasi¨®n de decir hace unos d¨ªas en la presentaci¨®n de su libro Fundamentos culturales de la integraci¨®n latinoamericana (1999), que viene a constituir as¨ª su testamento intelectual. El acto de presentaci¨®n tuvo lugar en la Casa de Am¨¦rica, a plena satisfacci¨®n suya, que hab¨ªa puesto gran ilusi¨®n en ese libro.La obra de Leopoldo Castedo es inmensa, aunque poco conocida en Espa?a, debido a los avatares de su vida. Antes de la guerra civil fue colaborador de Federico Garc¨ªa Lorca en el teatro universitario La Barraca, miembro del Centro de Estudios Hist¨®ricos y cofundador del Seminario de Estudios Americanistas de la Universidad de Madrid. Se especializ¨® en Historia del Arte, cuyos estudios realiz¨® en las Universidades de Madrid y Barcelona; entre sus maestros estuvieron Ortega y Gasset, Pedro Salinas, Millares Carlo y Ballesteros Beretta.

En 1939 lleg¨® a Chile en el grupo de exiliados que embarcaron en el Winnipeg, el barco fletado por Pablo Neruda, entonces c¨®nsul de Chile en Espa?a. All¨ª se cas¨® con Carmen Orrego, su compa?era de toda la vida y con la que comparti¨® hasta su muerte la pasi¨®n chilena, cuya nacionalidad adquiri¨® en 1948.

Labor polifac¨¦tica

En Am¨¦rica desarroll¨® una labor polifac¨¦tica desde sus tareas universitarias en la Universidad de Chile o en la de Nueva York (Story Brook, Estados Unidos). Tambi¨¦n trabaj¨® entre 1960 y 1965 para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pero en cualquiera de esos trabajos siempre estuvo movido por la misma obsesi¨®n: difundir los valores culturales y art¨ªsticos de Am¨¦rica Latina.

Era un experto en arte y un gran conocedor del patrimonio iberoamericano, lo que fructific¨® en una obra monumental, Historia del arte iberoamericano (dos vol¨²menes, Madrid, 1988).

Es autor tambi¨¦n de unas Contramemorias de un trasterrado (Santiago, 1997), y su amor a Chile dio como fruto numerosos estudios sobre la Historia de Chile, destacando la obra de 20 vol¨²menes que con ese t¨ªtulo public¨® en 1984.

En los ¨²ltimos a?os viaj¨® a Espa?a con frecuencia, pues nunca dej¨® de sentirse unido a su pa¨ªs natal, por el que sinti¨® un amor inalterable. Su vida es un ejemplo de lo que siempre cultiv¨®: el af¨¢n por una integraci¨®n latinoamericana, en la que lo espa?ol no dejara de estar presente.

Con esa intenci¨®n, que siempre movi¨® su esp¨ªritu, est¨¢n redactados todos sus libros, cuya lectura resulta particularmente estimulante a los que siempre hemos apostado por un destino hisp¨¢nico compartido.