La maravillosa revoluci¨®n del Leeds
El jovenc¨ªsimo equipo de David 0"Leary encabeza la Liga inglesa y deslumbra con su juego
El t¨¦cnico es el m¨¢s novato de las grandes ligas europeas. La edad media de los jugadores es de 23 a?os. La mitad de ellos son de la cantera. Los jugadores del primer equipo, s¨®lo dos de ellos extranjeros, todos hablan el mismo idioma. Han ganado diez de sus ¨²ltimos once partidos (el otro fue un empate 4-4). Y van primeros en la liga. El ¨¦xito que ha logrado el Leeds United desde que asumi¨® las riendas hace un a?o David O"Leary puede llegar a exigir un replantamiento de las grandes verdades que han regido el futbol profesional en los ¨²ltimos a?os, no s¨®lo en Inglaterra sino en el resto de Europa. Cuarto la temporada pasada, el Leeds es un aspirante serio a ganar el campeonato en el a?o 2000. Y juega el f¨²tbol m¨¢s atractivo de las islas. De ser uno de los equipos m¨¢s grises, menos queridos, de la Premier League, se ha convertido en el segundo equipo, como reconoc¨ªa un aficionado del Arsenal la semana pasada, del p¨²blico ingl¨¦s. La revoluci¨®n comenz¨® con el nombramiento de O"Leary el 25 de octubre del a?o pasado. Hab¨ªa sido el asistente del t¨¦cnico anterior, George Graham, pero su experiencia previa como entrenador era nula. Sus conocimientos futbol¨ªsticos se basaban m¨¢s bien en una carrera largu¨ªsima, de 20 a?os, jugando de central en el Arsenal y en la selecci¨®n irlandesa. Cuando lleg¨® Graham al Leeds en septiembre del 96, el equipo era un candidato para el descenso. Graham, despu¨¦s de Alex Ferguson el entrenador brit¨¢nico que m¨¢s t¨ªtulos ha conseguido, hizo lo que siempre hace. Fortaleci¨® la defensa. El Leeds de Graham era como el Arsenal de Graham. Ganaba 1-0. Empataba 0-0. No les brind¨® alegr¨ªa a los aficionados, pero s¨ª tranquilidad.
El Leeds se consolid¨® en la tabla pero sin amenazar el monopolio de los tres grandes, Manchester United, Arsenal y Chelsea. Hasta que apareci¨® O"Leary, cuyo primer paso decisivo fue apostar (Graham nunca, nunca apostaba) por los j¨®venes de la cantera. Sobre la s¨®lida base defensiva que hab¨ªa heredado, el irland¨¦s se invent¨® el equipo revelaci¨®n de la temporada, el fen¨®meno Sergio Garc¨ªa del f¨²tbol ingl¨¦s. El Leeds juega con frescura, sin miedo, con hambre. Con la velocidad t¨ªpica inglesa -David O"Leary, casi asustado por el monstruo que ha creado, dice que sus chavales juegan a 250 kilometros por hora- pero controlando el bal¨®n y jug¨¢ndolo con criterio.
Son tantos los jugadores de apenas 18 o 19 a?os que, como dice el Daily Telegraph, cuando se acaban los entrenamientos uno se sorprende cuando ve que se van a casa en sus propios coches. Lo normal ser¨ªa que estuviese un grupo de madres esper¨¢ndolos, como en la salida del colegio. En el campo de juego O"Leary ha tenido la sensatez de acompa?arlos con tres mayores, con tres pap¨¢s. Nigel Martyn, el mejor portero ingl¨¦s en este momento; Lucas Radebe el fr¨ªo central sur¨¢fricano que ejerce de capit¨¢n; y David Batty, el cl¨¢sico centrocampista duro ingl¨¦s, forman la columna vertebral del equipo. Ellos son los que permiten que los ni?os jueguen. Cinco de ellos est¨¢n en la selecci¨®n inglesa sub-21. Jonathon Woodgate, central de 19 a?os, ya ha jugado en la selecci¨®n de Kevin Keegan. Lee Bowyer, centrocampista de los que marca goles, est¨¢ a punto de dar el salto.
Y, por supuesto, est¨¢ Harry Kewell, el mejor futbolista australiano de todos los tiempos. Que no ser¨ªa mucho decir si no fuera por el hecho que este media punta de 21 a?os ya est¨¢ en las miras de los grandes equipos italianos y espa?oles (Antic lo tiene entre sus jugadores predilectos). Con su zurda privilegiada no marca goles, s¨®lo golazos. Ning¨²n jugador le ha causado m¨¢s dificultades en el ¨²ltimo a?o a Jaap Stam, el central holand¨¦s del Manchester. Su valor de mercado debe rondar por el doble de lo que el Atl¨¦tico de Madrid pag¨® por Jimmy Floyd Hasselbaink, cuya p¨¦rdida en el verano parec¨ªa que iba a entorpecer las ambiciones de este Leeds.
O"Leary, demostrando que no s¨®lo sabe motivar y organizar a jugadores j¨®venes sino que tambi¨¦n sabe identificar la calidad, resolvi¨® el problema comprando del Sunderland, por menos de la mitad del precio que consigui¨® por Hasselbaink, a Michael Bridges, convertido ya en otra estrella de la selecci¨®n inglesa sub-21. Bridges, cuya elegancia de juego ha provocado que lo comparen con Dennis Bergkamp, ya ha marcado tantos goles como Hasselbaink en lo que va de la temporada. Como consecuencia de todo eso, y m¨¢s, O"Leary ha logrado algo ins¨®lito. M¨¢s que cualquier jugador, m¨¢s que el sensacional Harry Kewell, es el h¨¦roe de la afici¨®n. Un tipo cuya simpat¨ªa irlandesa esconde una garra de acero, O"Leary dijo en una entrevista hace poco que un d¨ªa le gustar¨ªa entrenar al Barcelona. Lorenzo Sanz deber¨ªa de pegarle una llamada para ver si tambi¨¦n le podr¨ªa interesar el Madrid.
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