El ministro Vald¨¦s admite que Chile no tiene todav¨ªa las Fuerzas Armadas que necesita

"Tal y como miran y enfrentan el pasado, las Fuerzas Armadas no son las que Chile necesita", se?al¨® ayer el ministro chileno de Asuntos Exteriores, Juan Gabriel Vald¨¦s, al referirse a la parada militar organizada para recibir al exdictador Augusto Pinochet. "Creo que el Ej¨¦rcito ha cambiado y que el general Ricardo Izurieta quiere modernizarlo", precis¨® el jefe de la diplomacia chilena, "pero la instituci¨®n no ha superado la idea de que derrot¨® al comunismo internacional en una guerra, lo que es una idea propia de la guerra fr¨ªa".

En lo que puede considerarse su declaraci¨®n de despedida a pocos d¨ªas de dejar el Gobierno, Vald¨¦s admiti¨® que las relaciones del Gobierno con las Fuerzas Armadas son dif¨ªciles.Vald¨¦s aludi¨® a la vecina Argentina como un buen ejemplo a la hora de afrontar las relaciones c¨ªvico-militares: "El sue?o de muchos chilenos ser¨ªa la aparici¨®n de un general Balza [el comandante en jefe del Ej¨¦rcito argentino que hizo una autocr¨ªtica p¨²blica y pidi¨® perd¨®n por los graves atropellos cometidos por los militares durante la dictadura]".

El canciller coincidi¨® con su compa?ero de Gobierno y ministro secretario general de la Presidencia, Jos¨¦ Miguel Insulza, en la afirmaci¨®n de que el poder Ejecutivo no recibi¨® a Pinochet. "Fue una decisi¨®n del Ej¨¦rcito que hemos considerado errada, un desatino". Insulza no ha dudado en calificar de "provocaci¨®n el despliegue militar del Ej¨¦rcito, la pasada de los helic¨®pteros por arriba del palacio de La Moneda y la m¨²sica alemana" del viernes pasado en Santiago.

En una larga evaluaci¨®n de lo que ha supuesto el caso Pinochet para su pa¨ªs, el ministro Vald¨¦s reiter¨® la posici¨®n mantenida por el Gobierno chileno en el sentido de que un juicio al exdictador en Espa?a "habr¨ªa provocado una agudizaci¨®n de las tensiones aqu¨ª [en Chile] y un deterioro muy prolongado de las relaciones con Espa?a". Dijo estar convencido de haber actuado correctamente y que si Pinochet hubiera fallecido en el Reino Unido se habr¨ªa "convertido en un h¨¦roe" en Chile. Al hablar de la labor de los gobiernos de la Concertaci¨®n desde el fin de la dictadura, combin¨® la complacencia -"hicimos una transici¨®n que evit¨® la guerra civil"- con an¨¢lisis realistas. "La democracia en Am¨¦rica Latina no es un hecho asegurado", afirm¨®.

Lo ocurrido con el regreso del exdictador ha puesto de relieve que la ausencia de Pinochet de la reciente campa?a electoral fue m¨¢s artificial que real, dijo Vald¨¦s. "Todos tenemos una carga complicada. Para ning¨²n dem¨®crata el tema del pasado se puede solucionar con la indiferencia de la mayor¨ªa. El tiempo no da soluciones a eso". Habl¨® de cambios importantes registrados en distintos ¨¢mbitos, como en la justicia, que ha dejado sentado que la desaparici¨®n de personas es un delito permanente que no prescribe y que, por lo tanto, no queda cubierto por el decreto-ley de amnist¨ªa aprobado por la dictadura. Pero reconoci¨®, al mismo tiempo, que el sector pinochetista es todav¨ªa muy poderoso en la sociedad chilena. "Aqu¨ª no estamos hablando de Blas Pi?ar. En las sedes de la Uni¨®n Dem¨®crata Independiente [UDI] y Renovaci¨®n Nacional [RN] o en los despachos de muchos empresarios hay fotos firmadas de Pinochet". Y record¨® que el 11 de septiembre pasado la c¨²pula empresarial en bloque viaj¨® a Londres para saludar al exdictador.

Vald¨¦s opina que en el terreno de la justicia hay que "avanzar hasta donde sea posible". Lo que significa, en sus palabras, trabajar en el tema de la memoria colectiva, "donde hemos avanzado muy poco", en la reivindicaci¨®n de la dignidad humana de un pueblo que fue invadido por la brutalidad, y en la educaci¨®n, "donde no se ha hecho nada". Recuerda el canciller que no hace mucho tiempo los militares todav¨ªa se refer¨ªan a "presuntos desaparecidos" a la hora de hablar de las v¨ªctimas de la represi¨®n.

Las especulaciones sobre la comparecencia de Pinochet en los actos de toma de posesi¨®n del presidente electo, Ricardo Lagos, el pr¨®ximo 11 de marzo en la sede del Congreso, en Valpara¨ªso, reciben este comentario de Vald¨¦s: "Me produjo repulsi¨®n, como ciudadano, cuando entr¨® en el Senado" en marzo de 1998. El Gobierno chileno expres¨® p¨²blicamente su rechazo a una eventual presencia del exdictador a trav¨¦s del ministro portavoz, Carlos Mladinic: "Pinochet genera en el mundo una imagen muy negativa. Ser¨ªa de p¨¦simo gusto que la imagen de Chile se viera empa?ada por su presencia".

[Por su parte, Lagos afirm¨® ayer que le es indiferente si Pinochet asiste o no a su toma de posesi¨®n, informa Efe. "El problema es de ¨¦l, a m¨ª no me incomoda", afirm¨®.]