El Parlamento catal¨¢n pide la devoluci¨®n de los archivos de Salamanca en 6 meses
El PP se abstuvo en la votaci¨®n de la proposici¨®n del PSC
Otro cap¨ªtulo se escribi¨® ayer en el culebr¨®n sobre la demanda de devoluci¨®n a Catalu?a de los papeles de la Generalitat republicana depositados en el Archivo Hist¨®rico Nacional de Salamanca. Todos los grupos del Parlament, salvo el PP, aprobaron una resoluci¨®n que insta al Ejecutivo catal¨¢n a negociar con el Gobierno central el retorno de los documentos en un plazo de seis meses. El acuerdo se tom¨® a instancias del Partit dels Socialistes-Ciutadans pel Canvi (PSC-CpC), cuya diputada Montserrat Duch, historiadora de formaci¨®n, calific¨® los papeles de "bot¨ªn de guerra".El PP fue el ¨²nico grupo que no se sum¨® al consenso de la comisi¨®n de pol¨ªtica cultural, aunque no vot¨® en contra de la proposici¨®n no de ley; se abstuvo. El conservador Francesc Vendrell argument¨® que no merece la pena reabrir un asunto que volver¨¢ a crear problemas. A su juicio, el enfrentamiento por la devoluci¨®n del archivo entre Catalu?a y Salamanca es insoluble porque afecta "a las sensibilidades" de las personas. "Los ciudadanos de Catalu?a ven las cosas de una manera y los de Salamanca, incluso los socialistas, de otra", se?al¨® el diputado.
Ayer mismo, el presidente de Castilla y Le¨®n, Juan Jos¨¦ Lucas (PP), calific¨® de "provocaci¨®n deliberada" hacia su comunidad la iniciativa del PSC en el Parlamento de Catalu?a, informa Efe. Lucas se pregunt¨® si "la postura del PSC de Catalu?a no est¨¢ inspirada para provocar un enfrentamiento en Castilla y Le¨®n" y exigi¨® al diputado por Le¨®n, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, l¨ªder de Nueva V¨ªa, que aspira a dirigir el PSOE y al secretario de los socialistas castellanoleoneses, Jes¨²s Quijano, una explicaci¨®n sobre este asunto.
La pol¨¦mica sobre la devoluci¨®n de los documentos confiscados durante la guerra civil se remonta al 17 de marzo de 1995, fecha en la que el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez acord¨® el retorno de los papeles a Catalu?a. Esta decisi¨®n choc¨® con la oposici¨®n de los salmantinos, y tambi¨¦n del PSOE y el PP locales, que salieron a la calle para protestar por la medida.
La socialista Montserrat Duch justific¨® la petici¨®n de la devoluci¨®n de los archivos porque, dijo, se trata "de una cuesti¨®n de justicia y de legitimidad moral". La diputada record¨® que los papeles se incautaron como "bot¨ªn de guerra" y apoy¨® su demanda en el hecho de que hoy los avances t¨¦cnicos permiten la informatizaci¨®n de los archivos, hasta el punto de que los investigadores ya pueden consultarlos incluso en Internet.
El diputado de CiU Joaquim Ferrer se declar¨® en sinton¨ªa con lo expuesto por Duch, pero le reproch¨® la poca sensibilidad que los gobiernos socialistas tuvieron en su d¨ªa al respecto. Record¨® que siendo senador en Madrid tuvo la oportunidad de plantear el asunto a tres ministros de Cultura de la etapa socialista, Jorge Sempr¨²n, Jordi Sol¨¦ Tura y Carmen Alborch: "Los tres, en los pasillos, me daban la raz¨®n, pero ninguno movi¨® un dedo".
El diputado de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) Joan Boada culp¨® al PSC -con id¨¦nticos argumentos que Ferrer-, pero sobre todo a CiU, de que los papeles de Salamanca no hayan sido repuestos. "Ustedes", dijo a los nacionalistas, "han sido decisivos en Madrid durante los ¨²ltimos a?os y, al parecer, este asunto no lo han considerado prioritario".
Josep Bargall¨®, de Esquerra Republicana (ERC), aplaudi¨® la calificaci¨®n de "bot¨ªn de guerra" utilizada por Duch para hablar de los archivos de la Generalitat. A?adi¨® el diputado que "los botines de guerra no se devuelven hasta que no desaparecen las condiciones objetivas que provocaron la guerra." La misma resoluci¨®n insta a la Generalitat a impulsar la constituci¨®n del patronato del Archivo de la Corona de Arag¨®n; el traspaso de la gesti¨®n y de la titularidad al Gobierno catal¨¢n de los fondos de dicho archivo, y de instituciones de titularidad estatal como el Museo Nacional Arqueol¨®gico de Tarragona y los archivos provinciales de Tarragona, Lleida y Girona.
Babelia
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