Lujo y miserias de tres divos de la ¨®pera
Manuel G¨®mez Pereira rueda en un castillo de Par¨ªs 'Desafinado', una comedia de enredo
Joe Mantegna baja majestuoso la escalera de palacio. Un bat¨ªn de terciopelo rojo esconde unos calzoncillos de rayas y una camiseta blanca sin mangas. Sobresalen unos calcetines negros bajo elegantes babuchas del mismo color. No lo duda un momento. Divertido e ir¨®nico, se abre la bata ante los periodistas que esperan el final de la escena que acaba de rodar con Ariadna Gil, un piso m¨¢s arriba. Se ha escuchado el di¨¢logo, una bronca discusi¨®n, entre un padre y su hija, un bofet¨®n y finalmente unos pasos de pies descalzos. La escena, vedada a la prensa porque Ariadna Gil sale desnuda, se rueda en el castillo de Voisins, una construcci¨®n del siglo XIV propiedad del conde de Feles situado en Rambouillet, a 60 kil¨®metros de Par¨ªs, el mismo lugar donde se firm¨® la paz yugoslava. All¨ª acuden todas las noches de julio el equipo internacional de Desafinado, int¨¦rpretes americanos, actrices espa?olas (Ariadna Gil), italianas (Anna Galiena y Claudia Guerini) y un gran equipo t¨¦cnico de franceses y espa?oles. Joe Mantegna, m¨¢s delgado y rejuvenecido que en pantalla (tiene 52 a?os), interpreta al tenor espa?ol Ricardo Palacios, el m¨¢s rom¨¢ntico y golfo de los tres, el que estuvo m¨¢s claro desde el primer momento en el pensamiento del director. "Desafinado no es una pel¨ªcula sobre los tres tenores [Pl¨¢cido Domingo, Pavarotti y Carreras]", advierte G¨®mez Pereira, aunque s¨ª reconoce que comenz¨® a escribir la historia con la imagen de los verdaderos tenores de fondo. Es una idea que comparten los actores. Mantegna asegura que el gui¨®n gira en torno "a esa gente que vive exageradamente, que siempre es m¨¢s grande que la vida". "Es una historia m¨¢s parecida a Los tres mosqueteros que a otra cosa, aunque en el mundo de la ¨®pera. Creo que a los verdaderos divos y a sus fans les va a gustar, una vez entiendan que no es un documental. Ser¨¢n ellos quienes mejor la entiendan", a?ade este actor tan ligado al mundo del cine independiente y el teatro.
En Desafinado, el enredo juega una baza paralela a la iron¨ªa, al drama y a la risa. Toda esa mezcla es la que ha conseguido que, a sus 67 a?os, Danny Aiello deje a un lado su terror a volar y abandone por m¨¢s de dos meses a sus 10 nietos en Nueva York para rodar por segunda vez con un realizador espa?ol -el primero fue con Fernando Trueba en Two much-. Aiello s¨®lo se quita las gafas negras cuando comprueba que los periodistas no muerden. Ha tardado apenas cinco minutos y su tono ha cambiado. A oscuras, asegura que tiene muchas ganas de volver a casa, que no le gusta el trato que ha encontrado en los franceses -"yo soy italiano y me gusta la calidez"- y que el rodaje, plagado de cambios continuos por problemas climatol¨®gicos, le est¨¢ resultando duro. Ya con sus ojos libres, este actor se confiesa t¨ªmido e introvertido y asegura que con su personaje que interpreta en Desafinado, Fabrizio Bernini, el cantante italiano, est¨¢ tomando m¨¢s riesgos que nunca. "Es un personaje loco, que me da libertad para hacer cosas muy locas. Es impredecible, napolitano, celoso, sofisticado. He elegido para mi actuaci¨®n hacer algo muy demostrativo, apabullante y para m¨ª, que soy muy t¨ªmido, sacar todo eso en pantalla me resulta muy dif¨ªcil". Es grande, pero no tanto como Pavarotti -"no tengo tiempo para comer tanta pasta"- y asegura que el gui¨®n de Desafinado es el m¨¢s gracioso que ha le¨ªdo en 15 a?os. No es el ¨²nico piropo ni el mejor que dirige a G¨®mez Pereira. "Manolo tiene la misma ¨¦tica que vi en Fernando Trueba. Sus pel¨ªculas me recuerdan a las que se hac¨ªan en Estados Unidos en los a?os cuarenta y cincuenta, con historias que contaban cosas. Esto ocurre muy pocas veces en Estados Unidos. ?sta es una pel¨ªcula que habla de amor, odio, celos, amistad... al contrario que en mi pa¨ªs donde hay mucha acci¨®n, muchos coches y poca pel¨ªcula", a?ade Aiello, para quien "muchos actores de Hollywood est¨¢n llenos de mierda y se creen prima donnas".
Padres e hijos. Si Aiello acaba de terminar una pel¨ªcula a las ¨®rdenes de su hijo, Danny Aiello III, 18 Shades of Dost, George Hamilton, el otro tenor, el que supuestamente est¨¢ inspirado en Jos¨¦ Carreras, no oculta su orgullo de trabajar por primera vez con su hijo Ashley, la ¨²ltima incorporaci¨®n americana al rodaje de Desafinado, donde interpretan a un padre y su hijo. Al encuentro de los periodistas acude primero el padre, a punto de cumplir 61 a?os. Impecable, rayando algo en la cursiler¨ªa, chaqueta de tweed inglesa, pa?uelito de bolsillo, camisa planchada azul, pelo gris¨¢ceo cortado a cepillo y anillo en el dedo me?ique. Disculpa a su hijo que aparece de inmediato. La otra cara de la luna. Atractivo, con un gran tatuaje en el brazo, pendientes en ambas orejas, vestido de negro arrugado y con unos pelos disparados hacia arriba. La sorpresa viene del padre. Nada que ver con su aspecto engominado. Es encantador, educado y divertido. En el filme interpreta al tenor franc¨¦s Armand Dupres, un personaje que se mueve, en opini¨®n de Hamilton, por su b¨²squeda incesante de la juventud. Le va que ni pintado. Al menos visto desde fuera.
De Desafinado, no solo le atrajo el gui¨®n -"en Estados Unidos hacen muy buena comedia, pero les falta ese punto de veracidad y realidad que tiene la pel¨ªcula de Manolo"-, sino tambi¨¦n la posibilidad de compartir pantalla con Mantegna y Aiello. "Son maravillosos, rara vez se encuentra una qu¨ªmica tan especial como ahora", asegura Hamilton, que calla de inmediato en cuanto ve que su hijo quiere intervenir en la conversaci¨®n. Ha trabajado con directores de todas las nacionalidades y hacerlo ahora con uno espa?ol no es muy diferente. "Tu mejor p¨²blico es tu director. Tienes que fijarte muy bien en lo que le gusta. Manolo es muy claro y transparente. Si la escena le gusta se r¨ªe de verdad".
Hamilton cree que trabajar en una producci¨®n espa?ola es un buen paso para ser conocido en Europa. "En Estados Unidos, cuenta mucho ahora que hayas trabajado en cine europeo".
Trapos sucios en un largo fin de semana
Desafinado tiene tres protagonistas hombres y muchas mujeres alrededor suyo, que son las que van provocando los cambios m¨¢s radicales en la historia. Todo empieza en la boda de Carmen (Ariadna Gil) con Armand Dupres (George Hamilton), antiguo compa?ero de su padre. Carmen es la hija de Ricardo Palacios (Joe Mantegna) y Rita (Anna Galiena), esta ¨²ltima ahora casada con Fabrizio Bernini (Danny Aiello). Y para rematarlo, aparece Violeta (Claudia Gerini), una prostituta contratada que se hace pasar por novia de Ricardo. Un enredo coral en un largo fin de semana, previo a la celebraci¨®n matrimonial, en la que se sacar¨¢n a la luz todos los trapos sucios. Pero el enredo no s¨®lo aparece en el gui¨®n. Tambi¨¦n lo tienen en la realidad. El fr¨ªo y las lluvias que azotan la capital francesa -la semana pasada todo el gran decorado para la boda se lo llev¨® una r¨¢faga de viento- est¨¢ convirtiendo esta pel¨ªcula en toda una aventura de cambios, con escenas rodadas a medias y operativos preparados para cualquier eventualidad.
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