Unas obras no reversibles

El Supremo ha fallado que las obras del Teatro Romano de Sagunto son una reconstrucci¨®n y, al filo de la ley, procede invalidarlas. La sentencia es matizada y respetuosa con la dimensi¨®n arquitect¨®nica y art¨ªstica de la obra. Pero no admite vueltas. Ahora, solventado el aspecto judicial de este conflicto, procede decidir si el coliseo ha de recuperar el aspecto que ten¨ªa antes de que Grassi y Portaceli, bajo la ¨¦gida de Cipri¨¤ Ciscar, lo transformasen. Los abanderados de la reversi¨®n se empecinan en ello, pero el partido que les alent¨®, el PP, ya no est¨¢ en la oposici¨®n y no puede asumir sin graves costos, pol¨ªticos m¨¢s que econ¨®micos, la demolici¨®n. No queda m¨¢s remedio que dar por bueno lo hecho, aprovechar ese espacio y pasar p¨¢gina. Lo pide el municipio de Sagunto y lo aconseja el sentido com¨²n. Lo que posiblemente fue un error no puede enmendarse con otro mayor, que ¨¦ste s¨ª lo ser¨ªa y de indudable alcance mundial, pues si en aquel no hubo mala fe, en la demolici¨®n que se insta se percibe la venganza y la malicia.