Un autob¨²s actu¨® de escudo y salv¨® a diez viandantes

El autob¨²s de la l¨ªnea 53 de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid alcanzado ayer por el coche bomba de ETA sirvi¨® de parapeto y salv¨® a una decena de personas que caminaban por la acera, seg¨²n fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno. El veh¨ªculo, un Mercedes Citaro, que llevaba en servicio s¨®lo tres meses, result¨® calcinado tras la explosi¨®n. El coche en el que viajaban los tres fallecidos -el magistrado Jos¨¦ Francisco Querol, su escolta y su ch¨®fer- pas¨® por encima de ¨¦l y cay¨® al otro lado. "Si el autom¨®vil de Querol hubiera impactado contra el autob¨²s (en el que viajaban unas diez personas), estar¨ªamos hablando de una gran desgracia", afirm¨® el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano.

El autob¨²s de la l¨ªnea 53 se detuvo, hacia las 9.10, ante un sem¨¢foro en rojo en el cruce de la calle de Torrelaguna con la avenida de Badajoz. En la acera de enfrente estaba el coche bomba. El veh¨ªculo municipal s¨®lo transportaba a unos diez viajeros porque se acercaba a la pen¨²ltima parada de su recorrido (Puerta del Sol-Parque de San Juan Bautista). Los autocares de esta l¨ªnea llevan una media de 35 pasajeros. La explosi¨®n le dio de lleno y lo sacudi¨® a pesar de su gran peso, 12 toneladas, y su tama?o, 12 metros, seg¨²n la EMT.El posterior incendio calcin¨® el veh¨ªculo en unos segundos. Los testigos presenciales manifestaron que los viajeros se bajaron por donde pudieron. "Unos se tiraron por las ventanillas y otros corrieron hacia la puerta trasera porque la parte delantera era una inmensa bola de fuego", explic¨® un transe¨²nte. "Vi como la gente se bajaba entre la humareda. S¨®lo qued¨® un hombre, que recorr¨ªa el interior del autob¨²s como buscando a alguien entre los asientos. Ten¨ªa las piernas completamente ensangrentadas. Una persona entr¨® y lo sac¨®", relataba otro testigo. Las personas que atravesaban a pie el cruce de ambas calles salieron despedidos por la explosi¨®n a varios metros de distancia.

La Delegaci¨®n del Gobierno afirma que el autob¨²s salv¨® vidas porque tuvo un efecto escudo. Evit¨® que la onda expansiva alcanzase de pleno a un Centro Municipal de Atenci¨®n a la Infancia y protegi¨® a unos diez viandantes que caminaban por el lateral contrario al del coche bomba. Una vecina, Rosa Hidalgo, de 46 a?os, narr¨® as¨ª lo ocurrido: "Estaba paseando a mi perro, Gori, por unos jardinillos cuando escuch¨¦ la explosi¨®n. Me libr¨¦ porque me protegi¨® el autob¨²s".

El conductor del autocar, Jes¨²s S¨¢nchez Mart¨ªnez, fue quien se llev¨® la peor parte. Qued¨® herido de gravedad. La mujer que iba sentada inmediatamente detras de ¨¦l se libr¨® del impacto frontal porque estaba girada, mirando hacia la parte trasera del autob¨²s, hablando por su tel¨¦fono m¨®vil. Los cristales se le incrustaron en la nuca. Anoche permanec¨ªa ingresada en el hospital de la Princesa, al igual que otro pasajero que viajaba en los asientos traseros y al que tambi¨¦n se le incrust¨® un cristal en el globo ocular.

Alberto V., de 46 a?os, trabajador de una multinacional, ocupaba un asiento de la pen¨²ltima fila. "La explosi¨®n lleg¨® como una ola de fuego y metralla. Estaba mirando hacia delante cuando sent¨ª el estruendo. Casi me lanza fuera del autob¨²s por la ventana. La gente empez¨® a salir como pod¨ªa. Me tir¨¦ por el cristal trasero. No mir¨¦ atr¨¢s, aunque o¨ªa gritos". Alberto sufri¨® lesiones en el t¨ªmpano izquierdo y erosiones diversas, informa L. F. Dur¨¢n.

La Comunidad de Madrid ha decretado dos d¨ªas de luto por el atentado. Los trabajadores de la EMT han convocado un paro de cinco minutos para el mediod¨ªa de hoy.