La versi¨®n femenina de Meca
"Mira, ah¨ª me entreno yo". ?Venga? Ah¨ª es una piscina de 12 metros. ?12 metros! La campeona de Espa?a de nataci¨®n de pruebas de fondo se entrena en una piscina min¨²scula. Y no est¨¢ loca. Es una entusiasta de la nataci¨®n, un motor diesel, la versi¨®n femenina y valenciana de David Meca, el valiente nadador que ha popularizado en Espa?a las pruebas de larga distancia, todav¨ªa una disciplina que goza de escasos adeptos. Entre ellos Aida Espinosa, valenciana del Cabanyal, de 19 a?os, todo arrojo. Menuda y dicharachera. Tres veces consecutivas campeona de Espa?a. Por gusto. Porque le encanta nadar, y lo hace desde que ten¨ªa seis a?os, empujada por su hermano Alberto, de 26, tambi¨¦n aficionado a este tipo de pruebas.Pero volvamos a la piscina donde se entrena Aida, contigua al pabell¨®n de la Font de Sant Llu¨ªs. "Me entreno una hora y media todos los d¨ªas; durante 45 minutos en una piscina de 25 metros y los otros 45 en la de 12 porque mi club (Delf¨ªn) dispone de ese tiempo", cuenta Aida mientras su padre, Juan, se desternilla.
Testaruda y constante. Y tanto. "Ahora me estoy planteando comprarme un traje de neopreno para entrenarme algunos d¨ªas en la playa", afirma esta intr¨¦pida nadadora, 158 cent¨ªmetros de altura y 53 kilos. Valiente, s¨ª, pero de piedra se qued¨® cuando su padre le dijo un buen d¨ªa del pasado mes de agosto que preparara los b¨¢rtulos, que se iban a Asturias, al descenso internacional a nado de la r¨ªa Navia, una de las traves¨ªas que goza de m¨¢s predicamento entre estos maratonianos acu¨¢ticos. Salieron un s¨¢bado y Aida nad¨® el domingo por la tarde. Tres kil¨®metros. Novena clasificada, ni mucho menos su mejor actuaci¨®n. "Vali¨® la pena. All¨ª van nadadores de toda Europa; fuimos unos 700, entre ellos David Meca, que es un chico estupendo, muy agradable, no es para nada engre¨ªdo", cuenta Aida, a quien el mero hecho de dar brazadas y competir la compensa. Porque Aida no recibe ninguna subvenci¨®n ni beca. Y eso que es la campeona de Espa?a. "Pero esto no est¨¢ reconocido", dice. "La federaci¨®n valenciana me ayuda lo que puede. Se portan bien conmigo". As¨ª de agradecida es Aida. Mientras ella se conforma con poco, muy poco, Esther N¨²?ez, la espa?ola m¨¢s internacional en este tipo de pruebas, cuenta con todas las ventajas y comodidades, entre ellas entrenar en la residencia Blume, en Barcelona, y estar becada por la federaci¨®n espa?ola. "La admiro, como nadadora y como persona. Aunque uno de sus objetivos sea arrebatarme el t¨ªtulo nacional".
El circuito nacional de pruebas de fondo consta de 15 traves¨ªas, de las cuales seis se disputan en la Comunidad Valenciana. "Todav¨ªa es una disciplina joven. Hay pocos nadadores que se dedican a esto", asevera Aida, que comenz¨® a competir muy joven, cuando s¨®lo hac¨ªa piscina. En 1992 fue subcampeona de Espa?a infantil de 100 metros libres; y un a?o m¨¢s tarde finaliz¨® quinta en el campeonato de Espa?a cadete en la misma prueba. Entonces, compaginaba el ballet con la nataci¨®n. Durante dos a?os se estanc¨®. El Club Nataci¨®n Delf¨ªn atraves¨® una crisis que afect¨® al ¨¢nimo de Aida. Hasta que hace unos a?os volvi¨®. Hab¨ªa perdido el ritmo y tuvo que entrenarse a marchas forzadas para recuperar el tiempo perdido. Enseguida le entr¨® el gusanillo de las pruebas de fondo: desde la traves¨ªa a nado del Puerto de Valencia (2,5 kil¨®metros) hasta la Pe?¨ªscola-Benicarl¨® (8,5). "La gente me pregunta continuamente si no me aburro. Pero esto es muy bonito. Como se nada en el mar, ves el paisaje submarino y te distraes. Nunca me aburro", explica Aida. Aunque no todo son algas, corales y peces de colores. "Las medusas son algo habitual, sobre todo en la Comunidad Valenciana. Aqu¨ª me han picado a menudo, pero sigues. Una vez se me durmi¨® el brazo de un latigazo de una medusa, pero total me quedaban 200 metros y acab¨¦".
Pero esto no es lo peor. En algunas pruebas hay nadadores con ciertos privilegios. "Las barcas de asistencia suelen pasar de los nadadores que no conocen y s¨®lo ofrecen l¨ªquido a los que son del pueblo o del club que organiza la prueba. S¨®lo te quedan dos opciones: arrimarte a alguien del pueblo o ir a la tuya y acabar la traves¨ªa sin agua ni glucosa", cuenta Aida mientras su padre, su m¨¢s fiel admirador, asiente. Disfruta viendo a su hija. "En Sant Carles de la R¨¤pita gan¨® sin beber una sola gota de agua. La gente de all¨ª me dec¨ªa: quins collons t¨¦ la teua filla!".
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