Gesto por la Paz
KOLDO UNCETATen¨ªa ya pr¨¢cticamente ultimada la columna de esta semana. Versaba esta vez sobre las diferencias entre el lenguaje de la calle y el que emplea nuestra clase pol¨ªtica. Pero, como sucede de vez en cuando, un acontecimiento nuevo me ha llevado otra vez ante el teclado para cambiar el gui¨®n. No ha sido esta vez un atentado de ETA, sino unos hechos que tienen que ver con quienes, en la noche m¨¢s oscura, decidieron encender un candil de esperanza, con quienes, cuando todo el mundo se encog¨ªa de hombros o miraba para otro lado, se pusieron el buzo decididos precisamente a levantar la voz contra ETA, contra el fanatismo, la intolerancia y el terror: los hombres y mujeres de Gesto por la Paz.
Tras el acto convocado por Gesto el pasado d¨ªa 23, en recuerdo de todos aquellos que han sido v¨ªctimas del terror, del fanatismo y de la sinraz¨®n, uno puede entender -aunque no comparta- las reacciones de algunos de quienes han sufrido en sus propias carnes la violencia terrorista. Uno puede y debe comprender a quienes hablan desde el dolor, aunque sea para insultar a los ¨²nicos que en su d¨ªa se atrevieron a compartir en las calles ese dolor. M¨¢s incomprensibles resultan, sin embargo, las cr¨ªticas escuchadas en otros sectores que, desde hace algunos meses, tratan de desacreditar la labor de la gente de Gesto, sea mediante el silencio informativo, sea mediante infamias lanzadas a media voz desde el anonimato, las cuales se han dejado o¨ªr con m¨¢s intensidad en algunos c¨ªrculos tras la mencionada concentraci¨®n en recuerdo de las v¨ªctimas.?Qu¨¦ lejos parecen quedar los tiempos en que Gesto recog¨ªa la adhesi¨®n un¨¢nime de los partidos y medios de comunicaci¨®n!
De nada sirve que el comunicado le¨ªdo en la concentraci¨®n planteara expl¨ªcitamente la diferencia entre las personas inocentes que fueron asesinadas y aquellas otras que fueron v¨ªctimas de su propia barbarie. De nada parece servir tampoco la llamada a un "ejercicio permanente contra el fanatismo cada vez que se homenajee a los verdugos y se aliente el asesinato". En la pol¨ªtica vasca parece haber llegado un momento en el que poco importa lo que realmente se diga. Si alguien decide por cuenta propia que uno ha dicho tal cosa, o que detr¨¢s de lo que dice en realidad se esconde tal otra, no hay nada que hacer. Lo virtual se convierte en real y adquiere carta de naturaleza. En este caso, parece que lo de menos es lo que realmente ha dicho y hecho la gente de Gesto. Lo que importa es que algunos ya han decidido por su cuenta que esta organizaci¨®n se mueve en la equidistancia entre v¨ªctimas y verdugos.
Hace ya casi dos a?os, escrib¨ªa en este mismo espacio que "la condena de la violencia nunca podr¨¢ ser valorada por algunos en sus aspectos ¨¦ticos, pues ello ser¨¢ considerado testimonialismo". Desgraciadamente, parece que hoy esto es m¨¢s cierto que nunca, y que s¨®lo tienen valor aquellas acciones a favor de la paz que vinculen ¨¦sta a alternativas pol¨ªticas concretas. Por ello, quiero que esta ¨²ltima columna del a?o sirva como modesto homenaje a tantos hombres y mujeres que, desde hace mucho tiempo, en silencio, sin protagonismos ni estridencias, han mantenido viva la dignidad de nuestra sociedad frente a la violencia y el terror. Si la sociedad vasca consigue salir bien de esta situaci¨®n, derrotando a la cultura de la violencia, no s¨®lo podr¨¢n aflorar todas las potencialidades que lleva dentro en los planos econ¨®mico, social o cultural, sino que se habr¨¢ fortalecido considerablemente en el plano moral.
Cuando llegue ese d¨ªa, m¨¢s temprano que tarde, el Pa¨ªs Vasco sabr¨¢ mantener vivo el recuerdo de las v¨ªctimas. Y recordar¨¢ tambi¨¦n a buen seguro el generoso esfuerzo de quienes, contra viento y marea, soportando los insultos, las amenazas, y las coacciones de los violentos, fueron capaces de prender la mecha de la resistencia c¨ªvica frente al terror, contribuyendo as¨ª decisivamente a devolvernos a todos la autoestima y la confianza en el futuro. El generoso e impagable esfuerzo de los hombres y mujeres de Gesto por la Paz.
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