Del infierno a la gloria

Ray Lewis es de los que verdaderamente pueden pensar sobre lo que va de un a?o a otro, sobre la diferencia entre el pasado y el presente. En enero de 2000 fue acusado de un doble asesinato y pas¨® 15 d¨ªas de febrero en la c¨¢rcel. Ahora, en cambio, acaba de ser elegido el mejor jugador defensivo del a?o en la Liga profesional de f¨²tbol americano (NFL). Por a?adidura, los Ravens de Baltimore, su equipo, tienen la opci¨®n de alcanzar la gloria deportiva tras haber derrotado anoche en Nashville, por 24-10, a los Titans de Tennessee en un partido del que, seg¨²n una opini¨®n muy extendida, tendr¨ªa que salir necesariamente el futuro ganador de la SuperBowl de 2001.

Lewis tiene 25 a?os de edad y cinco de experiencia, toda su vida profesional, en los Ravens. Pero, fuera de los campos de juego, su biograf¨ªa es complicada por lo que tiene de contradictoria: manifestaciones verbales de quienes le pintan como un hombre tranquilo y amante de la familia chocan con una realidad de acusaciones de malos tratos a mujeres o retrasos en el pago de las pensiones a sus hijos.

Con todo, ning¨²n paso por el banquillo de Lewis, y ha habido varios, fue tan grave como el de mayo ¨²ltimo, debido a su presunta implicaci¨®n, al menos en calidad de testigo, en la muerte de dos j¨®venes en el transcurso de una confusa bronca junto a un club de mala nota de Atlanta precisamente en la noche de la SuperBowl de la temporada pasada.

La acusaci¨®n de complicidad en el doble asesinato fue eliminada a cambio de que Lewis reconociera que obstruy¨® la acci¨®n de la justicia al no colaborar en las investigaciones. As¨ª, tan s¨®lo fue condenado a un a?o de libertad vigilada -si no tiene que comparecer ante un juez a lo largo de todo este tiempo, ni siquiera tendr¨¢ finalmente antecedentes-, a no acercarse al alcohol y a no andar por la calle a deshoras. Sin esta clase de distracciones, pues, su atenci¨®n se centr¨® de manera necesaria en el juego y los resultados no han podido ser m¨¢s espectaculares.

Ya en la pasada temporada Lewis rond¨® el reconocimiento como el mejor defensa del f¨²tbol americano, pero este a?o ha arrollado, de acuerdo con el criterio de los 50 expertos que conceden dicho honor.

'Nunca pens¨¦ que fuera a ocurrir', dice Lewis, consciente del bald¨®n que supone para ¨¦l aquel sangriento suceso en el que se vio inmerso. 'Tras luchar por mi vida en Atlanta, todo el mundo dijo: 'No volver¨¢ a ser el mismo. No volver¨¢ a hacer cien placajes'. Ten¨ªan raz¨®n. No soy el mismo jugador. Soy mejor'.

Lewis concluy¨® la temporada regular de 16 partidos con 184 placajes, tres sacks (placajes al quarterback rival, el cerebro del equipo) y dos intercepciones del bal¨®n, como l¨ªder de una defensa que ha roto el r¨¦cord de los Bears de Chicago de 1986 al conceder ¨²nicamente 165 puntos a los rivales.

En el fragor de la novedad, ya se compara a los Ravens con aquellos Bears o con los Steelers de la d¨¦cada anterior, lo que es mucho comparar porque los de Pittsburg ganaron cuatro SuperBowls y los de Chicago una. Los Ravens est¨¢n por primera vez en 23 a?os en la fase final y, para su fortuna, anoche fueron capaces de derrotar de forma concluyente a los Titans, grandes favoritos.

Ambos equipos se hab¨ªan visto las caras dos veces durante la Liga regular y cada uno gan¨® en el terreno del otro. La derrota en el Adelphia Coliseum, por 23-24, era hasta ahora la ¨²nica sufrida por los Titans en los dos a?os que llevan actuando en su estadio de Nashville.

En ambos partidos, Lewis y su defensa consiguieron parar a Eddie George, intratable punta de lanza ofensiva de los Titans. ?Podr¨ªa alguien repetir la haza?a por tercera vez? Pocos lo cre¨ªan posible. Pero s¨ª Lewis, el mejor defensor del a?o.