Una leyenda ciclista en Altea

Como cab¨ªa esperar, la presentaci¨®n del equipo ciclista US Postal en Espa?a tuvo numerosos tintes norteamericanos. Eligieron un hotel de lujo y la puesta en escena se mantuvo acorde a la mentalidad norteamericana. Un v¨ªdeo de presentaci¨®n de los ocho corredores nuevos, acompa?ado de m¨²sica, y un posterior montaje audiovisual centrado en la trayectoria del equipo, dio paso a la entrada en el set de cada uno de los 21 ciclistas que componen el US Postal, con protagonismo especial para el vencedor de los dos ¨²ltimos Tour de Francia, Lance Armstrong, y el espa?ol Roberto Heras, la incorporaci¨®n m¨¢s rese?able para la temporada que viene. El otro espa?ol que milita en las filas americanas, Jos¨¦ Luis Rubiera, tuvo un papel secundario.

El vicepresidente del equipo, Dan Ossipow, que hac¨ªa las veces de presentador, hizo una pregunta a cada uno de los componentes y ¨¦stos se limitaron a responder con los t¨®picos habituales: 'Estoy aqu¨ª para ayudar a mi jefe de filas', 'vamos a tratar de ayudar en lo posible para ganar otra vez el Tour', 'mi objetivo es mejorar cada a?o', etc. La traducci¨®n simult¨¢nea fue un aut¨¦ntico desastre. El traductor apenas pod¨ªa seguir a los protagonistas y las respuestas de ¨¦stos se quedaban a la mitad para disgusto y enfado de los periodistas.

Cada uno de los hombres del US Postal sabe de antemano cu¨¢l es su misi¨®n. El espa?ol Roberto Heras lleg¨® a asegurar que no se va a exigir por ahora ganar el Tour cuando muchos ya le nombran entre los principales candidatos. 'No hay prisa por afrontar esa carrera para ganarla. El tiempo me dar¨¢ en unos a?os la madurez necesaria para hacerlo'. S¨ª tiene claro que su objetivo principal es la Vuelta a Espa?a, competici¨®n de la que es el ¨²ltimo vencedor, y donde le gustar¨ªa tener a su lado al jefe de filas, aunque en esta ocasi¨®n como subordinado. 'Ojal¨¢ est¨¦ Lance Armstrong en Espa?a', dijo.

El campe¨®n norteamericano desvel¨® que en su calendario tiene apuntada la ronda espa?ola. 'Quiero correrla' asegur¨®, para ayudar a Heras a ganarla, pero dando a entender que el bejarano le ayudar¨¢ sin reparos en Francia. 'Ser¨¢ un honor para m¨ª devolverle el favor que me habr¨¢ hecho ¨¦l en el Tour'.

Arstrong, habitualmente hura?o con la prensa, no quiso referirse en ning¨²n momento al c¨¢ncer que super¨® hace algunos a?os -se le detect¨® en 1996-, aunque no tuvo m¨¢s remedio que hacerlo por la insistencia de las preguntas de los periodistas.

Se sabe admirado por su lucha contra la enfermedad y m¨¢s a¨²n por el af¨¢n de superaci¨®n que le ha permitido alcanzar sus cotas m¨¢s altas en este deporte despu¨¦s del mal trago. Dijo que sigue manteniendo contacto con enfermos y que contin¨²a teniendo que pasar controles cada cierto tiempo. Por ello, asegur¨®, 'siempre la tengo en mi mente'.

Poca gente recuerda que cuando volvi¨® a subirse a una bicicleta, la primera carrera la concluy¨® en el farolillo rojo, el ¨²ltimo del pelot¨®n. Muchos creyeron que jam¨¢s podr¨ªa recuperar el estado m¨ªnimo para competir. Tres a?os despu¨¦s de que un ¨¦xamen m¨¦dico le dictaminara la enfermedad, Armstrong se sub¨ªa a lo m¨¢s alto del caj¨®n en los Campos El¨ªseos de Par¨ªs. Lo ha hecho ya dos veces y no quiere parar.

El americano ha sido este pasado a?o centro de pol¨¦micas relacionadas con el dopaje. Algunos periodistas escarbaron, durante la ronda gala, entre los desperdicios de su equipo y descubrieron algunas sustancias sospechosas. Hasta el momento, y no parece que vaya a ocurrir, no ha habido sanciones. Lance Armstrong reconoce que las investigaciones de la Justicia francesa han hecho mella en el equipo, pero no se pone como obst¨¢culo en la lucha contra el dopaje. 'Lo que est¨¢ ocurriendo no es culpa de las autoridades francesas. Si hay evidencias, deben seguir adelante. Con ello tenemos la oportunidad de limpiar nuestro nombre y el del ciclismo'.

Unas declaraciones suyas en las que aseguraba que estaba buscando casa en Catalu?a no cayeron demasiado bien en Francia, lugar en el que ha vivido y vive buena parte del a?o. 'Amo Francia, me gusta su gente y he estado all¨ª mucho tiempo. Han hecho mucho por m¨ª. Sigo teniendo mi casa y no pienso irme. Adem¨¢s, si lo hago mi mujer me mata'.

La otra estrella del conjunto, Roberto Heras, dej¨® el Kelme, junto a Rubiera, por motivos puramente econ¨®micos y acudi¨® a la llamada de Armstrong que lo quiere a su lado para superar la alta monta?a de las grandes vueltas.

El ciclista de B¨¦jar tiene claro que su situaci¨®n en el US Postal es 'para acumular experiencia y pensar que alg¨²n d¨ªa podr¨¦ ganar el Tour', pero no se obsesiona con ese objetivo y se centra en la Vuelta. Durante su estancia en Altea aprovechar¨¢n para conocer la subida a la sierra de Aitana -es la primera vez en la historia de la competici¨®n que se asciende- .

El US Postal ha incluido ocho nuevos corredores en sus filas. Su director deportivo, Johan Bruyneel, no se atrev¨ªa a pronunciarse acerca de si su equipo es ahora mismo el mejor del mundo. 'Es dif¨ªcil decirlo. Tal vez lo somos para las grandes carreras, pero quedan tambi¨¦n las peque?as'.