El presidente de Argentina anuncia un refer¨¦ndum sobre el recorte de gastos

De la R¨²a sigue de este modo los pasos de uno de los pol¨ªticos con m¨¢s posibilidades de llegar en un futuro a la Casa Rosada, el peronista Jos¨¦ Miguel de la Sota, jefe de Gobierno de la provincia de C¨®rdoba. El gobernador obtuvo el pasado 22 de julio un ¨¦xito rotundo en su territorio, al ganar con m¨¢s del 70% de los votos la consulta popular que hab¨ªa convocado sobre la reducci¨®n del gasto de la pol¨ªtica. El pionero De la Sota se propone convertir las dos C¨¢maras legislativas en una, con lo que los 133 diputados provinciales actuales quedar¨¢n en 70.

No cabe duda de que en una crisis econ¨®mica tan desesperada como la que padece Argentina, donde la figura del pol¨ªtico est¨¢ profundamente desprestigiada, un plebiscito como el que plantea ahora De la R¨²a tiene asegurado un resultado favorable. ?Qui¨¦n est¨¢ en contra de reducir el n¨²mero de legisladores y de funcionarios que viven de la pol¨ªtica? 'Reducir el gasto es algo que hay que hacer, y punto. No hace falta preguntarlo a nadie', sentenciaba un connotado opositor al Gobierno.

En las ¨²ltimas horas, el presidente De la R¨²a ha querido dar la sensaci¨®n a sus conciudadanos y a la comunidad financiera internacional de que esta vez Argentina har¨¢ los deberes. Ocurre que las tareas que reclaman el FMI y amplios sectores de la sociedad argentina no son las mismas. Son contrapuestas. De palabra, el primer mandatario ha optado por un discurso que deber¨ªa satisfacer a los inversores. Ha prometido conducir personalmente la reforma integral del Estado, que incluir¨¢ transformaciones en el sistema tributario, la Seguridad Social, la Aduana, el programa de jubilados y las relaciones fiscales con las provincias.

El Gobierno tiene que lograr en las pr¨®ximas semanas la aprobaci¨®n del presupuesto para el 2002, que en virtud de la Ley de D¨¦ficit Cero conllevar¨¢ un recorte de 6.000 millones de d¨®lares (aunque el d¨¦ficit real es muy superior). Para ello tendr¨¢ que eliminar partidas destinadas a aportes del Tesoro Nacional, a planes de empleo, a personal, al fondo docente, a la Seguridad Social y a los programas de los jubilados. Los trabajadores de este ¨²ltimo sector han convocado para la semana pr¨®xima una huelga de 48 horas. Asimismo, el Ejecutivo necesitar¨¢ el apoyo del Senado para un nuevo proyecto de ley de coparticipaci¨®n federal de impuestos, pero se da la circunstancia de que en la C¨¢mara alta los peronistas son mayor¨ªa, al igual que en los principales gobiernos provinciales.

Con los 8.000 millones procedentes del FMI, Argentina podr¨¢ garantizar las reservas internacionales y deber¨¢ ingeniar un todav¨ªa desconocido mecanismo de ingenier¨ªa financiera para repago o disminuci¨®n de deuda. Se trata de fabricar un nuevo canje o recompra de parte de la deuda presidido por la voluntariedad. La deuda consolidada (nacional y provincial) asciende a 150.000 millones de d¨®lares, es decir, un 52,8% del PIB. Los compromisos financieros m¨¢s urgentes -amortiza-ciones de deuda de mediano y largo plazo- son de 4.500 millones de d¨®lares en lo que queda de a?o, y de 16.800 millones para 2002, a los que hay que a?adir otros 11.000 millones en intereses.

Otro de los aspectos m¨¢s destacables del acuerdo con el FMI es la voluntad de iniciar negociaciones entre los pa¨ªses del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) con EE UU. Argentina suspira por la apertura de los mercados internacionales para sus productos y el Gobierno de De la R¨²a ha reiterado sus cr¨ªticas a las pol¨ªticas proteccionistas de Estados Unidos y de la Uni¨®n Europea. Por su parte, Chile negocia por su cuenta con Washington un acuerdo de libre comercio, lo que es visto con recelo por Argentina y Brasil.