El 70% de los espa?oles sufre trastornos en los pies
El uso continuado de zapatos de tac¨®n alto y punta estrecha es la principial causa de las dolencias
Un reciente estudio elaborado por el servicio de reumatolog¨ªa del hospital del Mar de Barcelona se?ala que el 70% de los espa?oles padece trastornos en los pies. Adem¨¢s, de cada 100 pacientes afectados por alguna dolencia en el antepi¨¦, 80 son mujeres y 20 son hombres, una estad¨ªstica que por s¨ª sola insin¨²a ya las causas de una diferencia tan enorme entre g¨¦neros: el tipo de calzado que utilizan uno y otro. En el origen de muchas de las patolog¨ªas del pie est¨¢ el uso de zapatos con tacon de m¨¢s de cuatro cent¨ªmetros de altura y una parte delantera acabada en una punta excesivamente estrecha.
'Con un zapato de estas caracter¨ªsticas el tal¨®n queda excesivamente elevado respecto a la punta del pie, con lo que esta zona sufre una presi¨®n excesiva al tener que aguantar casi todo el peso del cuerpo. Si unimos a esto una punta extremadamente estrecha, donde no caben bien todos los dedos, los efectos son devastadores para el pie, ya que en cada paso se ven embutidos con fuerza en un espacio totalmente insuficiente', explica Antonio Viladot, secretario de la Asociaci¨®n Espa?ola de Medicina y Cirug¨ªa del Pie.
Ocho de cada diez mujeres padece dolencias en el antepi¨¦ a causa del calzado
Las deformaciones del pie, las durezas y los esguinces son los principales problemas
Todos los expertos coinciden en que, aunque los zapatos de tac¨®n con punta estrecha pueden resultar m¨¢s elegantes y estilizar la figura femenina, su abuso tiene repercusiones tanto en la salud de los pies como en la de la columna vertebral, ya que aparecen deformaciones y durezas en los pies, y descompensaciones en el equilibrio de la espalda.
'Dado que los dedos del pie se ven empujados a acabar en punta siguiendo la forma del zapato, el dedo gordo es presionado hacia el interior del pie y ello favorece la aparici¨®n del juanete. Adem¨¢s, al estar m¨¢s elevada la parte anterior del pie que la delantera, los dedos resbalan hacia delante y se amontonan en la punta estrecha, lo que provoca una deformaci¨®n de los dedos, como los dedos en garra o los dedos montados', explica Viladot. 'Por otra parte, las zonas blandas, al ser expuestas a un constante rozamiento y a una excesiva presi¨®n, reaccionan formando durezas y callos'.
Estas patolog¨ªas, sin embargo, no se producen exclusivamente por el uso de zapatos de tac¨®n y, por tanto, no afectan ¨²nicamente a las mujeres. De hecho, seg¨²n el estudio realizado por el servicio de reumatolog¨ªa del hospital del Mar de Barcelona, el 50% de los pacientes calzaba un n¨²mero menor del que le correspond¨ªa. Y en este caso los efectos son los mismos, ya que los dedos tampoco tienen suficiente espacio y acaban deform¨¢ndose y adoptando forma de garra.
'La mayor¨ªa de los problemas de salud que se observan en las cl¨ªnicas de podolog¨ªa se deben a una utilizaci¨®n inadecuada del calzado por parte de los consumidores. Algo que hay que aprender es que cada tipo de zapato est¨¢ dise?ado para una actividad, un momento y un lugar concretos', afirma Antonio Jes¨²s Zalaca¨ªn, jefe de estudios de la Escuela de Pod¨®logos de la Universidad de Barcelona. 'Las chanclas y zuecos pueden ser muy c¨®modos para estar por casa, pero obviamente no est¨¢n hechos para andar largas distancias ya que, al no estar sujetos por el tal¨®n, aparte de favorecer los esguinces, obligan a los dedos a hacer fuerza para no perder el calzado, con lo que acaban desarrollando tambi¨¦n la caracter¨ªstica forma de garra'.
Desde este punto de vista, los zapatos de tac¨®n alto y punta estrecha no son perjudiciales siempre y cuando se utilicen en ocasiones puntuales y no como calzado de uso diario. No obstante, los expertos recomiendan limitar la altura del tac¨®n y proponen dos cent¨ªmetros como medida ideal y cuatro como medida m¨¢xima. 'No hay que olvidar que un poco de tac¨®n es bueno, pues ayuda al pie a impulsarse. Pero un uso muy prolongado del tac¨®n alto puede causar un acortamiento del tend¨®n de Aquiles, que har¨¢ que a la larga resulte molesta e incomoda la utilizaci¨®n de zapatos con un tac¨®n m¨¢s bajo', apunta Zalaca¨ªn.
'Un calzado bien dise?ado tiene que cumplir un conjunto de funciones b¨¢sicas: proteger el pie, alojarlo, acompa?arlo en sus movimientos sin permitir tampoco juegos exagerados en las articulaciones, repartir las presiones en la planta del pie de forma adecuada y permitir la interacci¨®n necesaria con el suelo para que sean posibles y eficaces los movimientos', explica Ana Cruz Garc¨ªa Belenguer, responsable de la secci¨®n de calzado del Instituto de Biomec¨¢nica de Valencia (IBV). Esta entidad tiene como objetivo hacer confluir los intereses de los fabricantes de calzado, los de los consumidores y las recomendaciones de los pod¨®logos mediante la investigaci¨®n y la b¨²squeda de f¨®rmulas para el dise?o del calzado que satisfaga los deseos y necesidades de unos y de otros.
'Para ello es necesario que el calzado se ajuste a la forma del pie, que sea flexible, que la suela y la plantilla sean relativamente blandas, que a¨ªsle a los pies de objetos del suelo y del fr¨ªo y la humedad en invierno, pero que tambi¨¦n permita la transpiraci¨®n, especialmente en verano, y que no provoque temperaturas elevadas en el interior. La altura del tac¨®n y su anchura deben ser adecuadas para que el peso del cuerpo descanse sobre una superficie suficientemente estable y para no provocar presiones muy elevadas en algunas zonas como puede ocurrir con el calzado de tac¨®n', afirma Garc¨ªa Belenguer.
'En este sentido, tambi¨¦n es necesario que el pie no adopte sistem¨¢ticamente posiciones no naturales, que pueden causar deformaciones en los dedos o acortamiento de tendones, con efectos negativos a largo plazo. Es muy importante tambi¨¦n que el calzado no facilite los tropezones o resbalones'.
Los expertos coinciden en se?alar que, a pesar de que cada vez es mayor el sector de fabricantes y consumidores que dan importancia a aspectos como la comodidad y funcionalidad del calzado, todav¨ªa existe un n¨²mero importante de gente que no tiene en cuenta estos elementos.
'Los consumidores no saben, en muchos casos, qu¨¦ requisitos deben buscar en el calzado y los fabricantes no saben c¨®mo aumentar la comodidad de los zapatos manteniendo ciertos requisitos est¨¦ticos. Est¨¦tica y comodidad no tienen por qu¨¦ ser contrapuestas. Los consumidores deben buscar y exigir est¨¦tica en los calzados c¨®modos y comodidad en los calzados de moda', aconseja Garc¨ªa Belenguer.
En pa¨ªses como Estados Unidos comienzan a aparecer establecimientos en los que se realiza un estudio en tres dimensiones del pie del cliente para poder ofrecerle un calzado personalizado teniendo en cuenta m¨¢s par¨¢metros que la simple talla estandarizada. Sin embargo, los expertos aseguran que es f¨¢cil encontrar unos zapatos adecuados si se da una importancia menor a la funci¨®n est¨¦tica del calzado.
Poblaci¨®n de m¨¢ximo riesgo
Cualquier persona puede sufrir problemas en los pies si utiliza calzado inadecuado, pero hay dos segmentos de la poblaci¨®n en los que el uso de zapatos inapropiados plantea problemas m¨¢s graves: los ni?os y los ancianos. 'En los ni?os, el uso de un calzado inadecuado puede provocar problemas a largo plazo puesto que sus estructuras est¨¢n todav¨ªa en fase de crecimiento y consolidaci¨®n. El calzado afecta, asimismo, a sus posibilidades de movimiento y, por tanto, a su desarrollo motor', explica Ana Cruz Garc¨ªa Belenguer, del Instituto de Biomec¨¢nica de Valencia. 'Una ni?a de siete a?os con zapatitos que imitan la moda de los adultos y que le impiden correr no podr¨¢ desarrollar de igual forma determinadas habilidades motoras que sus compa?eros'. En el caso de las personas mayores el porcentaje de pacientes con problemas en los pies es muy grande. En torno a un 40% de las mujeres sufre de juanetes, un 37% de los hombres y mujeres tienen callos, y alrededor de un 50% de las personas mayores tienen problemas para encontrar zapatos adecuados. 'El calzado condiciona la capacidad de estas personas para realizar un gran n¨²mero de actividades. De nada sirve promover viajes y actividades para las personas mayores si al final no pueden andar o bailar por no llevar el calzado adecuado a sus necesidades. El calzado puede paliar molestias provocadas por algunos de los problemas que padecen, y, de hecho, algunos de esos problemas han sido provocados por el uso continuado de un calzado inadecuado', afirma Garc¨ªa Belenguer.
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