El 20% de los espa?oles vive en la pobreza y sufre las diferencias de subsidios entre comunidades
Unas 70.000 familias perciben el Ingreso M¨ªnimo de Inserci¨®n fijado por las autonom¨ªas
En Espa?a aproximadamente un 20% de la poblaci¨®n vive por debajo del umbral de la pobreza, marcado en el 50% de la renta media nacional. Uno de los recursos con los que cuentan estas familias es el Ingreso M¨ªnimo de Inserci¨®n, gestionado por las comunidades aut¨®nomas. El sistema auton¨®mico deja muchas de las competencias en cuanto a la lucha contra la pobreza en manos de las comunidades aut¨®nomas, lo que hace que este sueldo m¨ªnimo sea muy diferente en cuant¨ªa y condiciones seg¨²n la regi¨®n, dependiendo tanto del poder presupuestario como de la voluntad de los Gobiernos regionales.
?C¨®mo se establece que una familia vive en la pobreza? Los par¨¢metros est¨¢n claros: un hogar vive en la pobreza si su renta anual es inferior al 50% de la media nacional y en la pobreza extrema si est¨¢ por debajo del 25%. En 2000, la renta per c¨¢pita fue 2.685.150 pesetas, por lo que se considerar¨ªan pobres aquellas familias que sobreviven con unas 111.000 pesetas al mes y pobres extremas a las que sobreviven con 55.000. La pobreza as¨ª medida afecta al 20% de los espa?oles, m¨¢s de dos millones de familias, unos 8,5 millones de personas. De ellos, un 4,5% viven en la pobreza extrema, cerca de 1,5 millones de espa?oles.
Dentro del sistema de protecci¨®n social, las ayudas a las familias que viven en la miseria abarcan un espectro muy amplio que va desde cursos de formaci¨®n o programas de adaptaci¨®n social a una de las formas m¨¢s concretas de ayuda: los Ingresos M¨ªnimos de Inserci¨®n, un subsidio que ofrecen las comunidades y que a finales de los noventa recib¨ªan unos 70.000 hogares, cifra mucho menor que la de personas que viven en la pobreza, y que se explica primero por los requisitos exigidos para la concesi¨®n de estas ayudas -que obligan a seguir programas de reinserci¨®n- y porque es relativa la percepci¨®n de la pobreza por parte de estas familias que viven con ingresos por debajo del 50% de la renta media nacional.
Seg¨²n un estudio elaborado por el Consejo Econ¨®mico y Social (CES) en mayo de este a?o sobre la exclusi¨®n social, s¨®lo un 3,9% de los hogares se califican como pobres. Esta percepci¨®n est¨¢ muy influida por el entorno, por lo que la pobreza se percibe m¨¢s atenuada cuando es compartida por los pr¨®ximos. Por ejemplo, el porcentaje de familias que se consideran pobres en Ceuta y Melilla (2,8%) y Extremadura (3,7%), con los mayores ¨ªndices de pobreza en Espa?a, es inferior al de los que se sienten pobres en Baleares (4,7%), una de las comunidades con menos incidencia de pobreza.
Desde finales de los ochenta, los Gobiernos auton¨®micos son los ¨²nicos responsables del desarrollo de las rentas m¨ªnimas de inserci¨®n. El primero en establecerlas fue el de Cantabria, en 1989, y el ¨²ltimo el balear, en 1995. La descentralizaci¨®n de esta prestaci¨®n hace que tanto las cuant¨ªas como los criterios de concesi¨®n y duraci¨®n de los mismos sean muy dispares. La capacidad presupuestaria de las regiones es decisiva a la hora de establecer las cuant¨ªas.
Esta situaci¨®n, que fomenta la desigualdad de los m¨¢s pobres entre las regiones ricas y las no tan ricas, ha sido denunciada en los informes sobre pobreza y exclusi¨®n social de diferentes organismos y ONG. El ¨²ltimo en hacerse eco ha sido el CES. En su ¨²ltimo estudio dice que 'el sistema de rentas m¨ªnimas sigue careciendo de coordinaci¨®n suficiente y est¨¢ generando desigualdades en funci¨®n de su territorio de aplicaci¨®n'. En sus conclusiones apunta una soluci¨®n: 'Abordar una regularizaci¨®n de contenidos m¨ªnimos de los programas de renta m¨ªnima de inserci¨®n, cuya garant¨ªa debe abordarse mediante un compromiso financiero entre el Estado, las autonom¨ªas y las corporaciones locales'.
Las diferentes prestaciones presentan diferencias en sus cuant¨ªas de hasta el 26,5% en la renta base y de hasta el 42,5% en el m¨¢ximo a percibir. Uno de los sistemas m¨¢s generalizados de fijar estas rentas es el sueldo m¨ªnimo interprofesional (SMI), fijado este a?o en las 72.120 pesetas y que se convierte en el tope de la mayor¨ªa de las rentas. Para fijar el m¨ªnimo, otras comunidades se basan en las pensiones no contributivas, de 41.910 pesetas para este a?o. Todas ellas establecen unos incrementos por cada una de las unidades familiares a cargo del subsidiario.
Las comunidades con mejores prestaciones en cuanto a este ingreso para sobrevivir son Pa¨ªs Vasco, Navarra y Baleares. Estas tres regiones tienen como base el 75% del SMI con un m¨¢ximo del 125%. Sin embargo, junto con Madrid, ocupan los ¨²ltimos lugares en cuanto a ¨ªndices de pobreza.
Los menores subsidios son los de Canarias, con el menor salario base, y Valencia, con el menor subsidio m¨¢ximo. El Gobierno canario tiene como objetivo para 2002 aumentarlos en un 16%.
En comparaci¨®n con Europa, y seg¨²n datos de 1996, en general los pa¨ªses anglosajones y del sur de Europa presentan la situaci¨®n m¨¢s desfavorable. Espa?a con su tasa del 20% de la poblaci¨®n en la pobreza ocupa el quinto lugar junto con Irlanda. En cuanto al gasto de protecci¨®n social, Espa?a supera con creces la media comunitaria de subsidio por desempleo, pero en cuanto a las rentas m¨ªnimas dedica un 0,2% del PIB frente al 0,4% de media de la UE.
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