'El dise?o italiano sigue marcando la pauta'

Hace unos a?os, la obra del arquitecto Mario Bellini (Mil¨¢n, 1935) fue objeto de una gran exposi¨®n en el Royal Institute of British Architects de Londres. En ella, se daban cita tanto los conocidos dise?os del italiano, la silla Cab, las mesas modulares para Marcatr¨¦, las m¨¢quinas de escribir Olivetti, como los edificios de oficinas que, por entonces, hab¨ªa a comenzado a construir en Alemania, Italia y Jap¨®n. El cr¨ªtico Kurt Foster calific¨® los trabajos de Bellini de 'islas urbanas', de espacios, objetos y edificios que s¨®lo se defin¨ªan plenamente en relaci¨®n con el contexto que ocupaban. Bellini aplaudi¨® la cr¨ªtica. El cr¨ªtico hab¨ªa entendido la intenci¨®n con la que ¨¦l proyectaba su trabajo. Desde entonces, el dise?ador utiliza esa misma cr¨ªtica para titular sus exposiciones. La exhibici¨®n abierta en el Convent dels ?ngels de Barcelona, sede del FAD, hasta el 27 de octubre presenta maquetas de los edificios recientes de este arquitecto tard¨ªo y el ¨²ltimo sistema de oficinas de este padre fundador del dise?o italiano contempor¨¢neo.
Pregunta. ?Cree que Italia ha perdido el liderazgo del dise?o mundial?
Respuesta. Indiscutiblemente, en algunos campos, como el del autom¨®vil, Alemania est¨¢ por delante de Italia; pero en el terreno dom¨¦stico el dise?o italiano sigue siendo pionero, el que marca la pauta. Eso obedece a una raz¨®n muy simple: la industria m¨¢s atenta del sector est¨¢ en Italia. La visi¨®n del industrial, m¨¢s que el genio del dise?ador, es lo que hace posible el buen dise?o. Hoy se dan adem¨¢s figuras aisladas, como el franc¨¦s Philippe Starck o el israel¨ª Ron Arad. Pero en realidad ambos son dise?adores italianos. Trabajan fundamentalmente con empresas italianas.
P. Usted es hoy una leyenda del dise?o, con 25 obras en la colecci¨®n permanente del MOMA, y un arquitecto mucho m¨¢s reciente. ?Qu¨¦ ha aprendido dise?ando una mesa que le sirva para dise?ar un edificio?
R. Mucho y nada. Un edificio no puede ser nunca una mesa aumentada de escala. Le Corbusier ya demostr¨® que el dise?o de muebles y el de edificios eran actividades independientes. Sin embargo, al dise?ar una silla tienes que pensar en el usuario, tratar de anticipar c¨®mo la usar¨¢ y c¨®mo se estropear¨¢. Adem¨¢s se debe prestar atenci¨®n al contexto en el que funcionar¨¢ esa silla, la mesa a la que se acercar¨¢, y ¨¦sa es tal vez la mayor lecci¨®n que he utilizado como dise?ador. Soy incapaz de imaginar un edificio al margen de su contexto.
P. De dise?ar elementos de oficina ha pasado a proyectar oficinas.
R. Estudi¨¦ arquitectura, pero mis primeros dise?os tuvieron tanto ¨¦xito que comenc¨¦ a trabajar como dise?ador sin darme cuenta de que pasaba el tiempo y no realizaba mi vocaci¨®n de arquitecto. Hace 20 a?os decid¨ª tratar de ser arquitecto. Como era conocido por mis dise?os de oficinas, tal vez sea natural que los primeros concursos que gan¨¦ fueran edificios de oficinas.
P. ?C¨®mo ser¨¢ la oficina de ma?ana?
R. En los a?os setenta el MOMA de Nueva York me pidi¨® que pensar¨¢ en la casa del ma?ana. Proyect¨¦ una vivienda peque?a, compacta y m¨®vil convencido de que todos los fabricantes de autom¨®viles me llamar¨ªan para que trabajase para ellos. Nadie lo hizo. Sin embargo, a?os despu¨¦s Renault lanz¨® el primer coche realmente espacioso y transformable. Ellos reconocieron una simiente de su producto en mi trabajo. Soy un dise?ador seminal. A veces has de sembrar las ideas y esperar a que llegue el buen tiempo para que crezcan. Hoy veo la oficina cada vez m¨¢s alejada de la materia, m¨¢s leve, m¨¢s visualmente sencilla cuando, en realidad, es m¨¢s sofisticada. Desaparecen los libros, los papeles y los cables, las pantallas se hacen planas. En cualquier caso todos esos elementos nos indican que el oficinista cada vez piensa m¨¢s y hace menos. Necesita recogerse, sentarse c¨®modamente. He dise?ado una silla pensando en esa idea. Las oficinas del futuro ser¨¢n espacios m¨¢s mentales que f¨ªsicos.
P. Como arquitecto ha construido oficinas en Jap¨®n, Alemania e Italia.?Existe un modelo de edificio de oficinas global, capaz de funcionar en cualquier sitio?
R. Al trabajar en Jap¨®n he tratado de prestar atenci¨®n a la cultura japonesa y luego all¨ª me han dicho: 'Nos gusta tu edificio porque es muy italiano'. Tal vez la verdad est¨¦ en el punto medio. Soy italiano, pero creo hacer un tipo de arquitectura que se redefine con el contexto. Mis edificios no son todos iguales, trato de escuchar y ver antes de tomar una decisi¨®n. Esa cautela la aprendemos los arquitectos europeos al intervenir en las ciudades hist¨®ricas. Hay que escribir nuevas p¨¢ginas para que crezca la arquitectura y revivan las ciudades. Hoy el reto del arquitecto es ese: s¨¦ tu mismo, pertenece a tu tiempo, pero no ofendas ni a la ciudad ni a su cultura.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.