El mayor enemigo de Menem
Duhalde padeci¨® como nadie las 'traiciones del Turco' y su obsesi¨®n era darle jaque
Nieto de vasco y cabez¨®n, demasiado para una sola persona. La obstinaci¨®n, el empecinamiento y la paciente energ¨ªa, puesta al servicio de sus prop¨®sitos, son las caracter¨ªsticas personales del nuevo presidente argentino, Eduardo Duhalde, de 60 a?os.
El Cabez¨®n, como le llaman los ¨ªntimos por el tama?o del casco, sali¨® indemne de las inclementes campa?as y acusaciones en su contra, termin¨® enfrentado dentro del partido con el poder del ex presidente Carlos Menem, con quien hab¨ªa ganado como candidato a la vicepresidencia las elecciones de 1989, y se recuper¨® de dos derrotas electorales consecutivas en los ¨²ltimos cinco a?os.
Mantiene Duhalde una relaci¨®n amistosa con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar desde que ambos eran aspirantes y no se reconoc¨ªan mutuamente demasiadas oportunidades. Les present¨® el prestigioso publicista argentino Ra¨²l Naya, asesor de ambos, durante una visita de Aznar a Buenos Aires. Cuando Duhalde era candidato a presidente, viaj¨® a Madrid para saludar a Aznar y, como dos viejos amigos, abandonaron el protocolo para acercarse hasta el Santiago Bernab¨¦u para presenciar aquella noche un Real Madrid-Ajax.
En ocho a?os de gobierno dej¨® a la provincia de Buenos Aires en bancarrota
Duhalde se inici¨® en la gesti¨®n p¨²blica cuando el sindicato de empleados del municipio de Lomas de Zamora, el barrio donde vive todav¨ªa al sur del gran Buenos Aires, le propuso ser concejal. Corr¨ªa 1973 y Juan Per¨®n regresaba al poder, tras 18 a?os de exilio. Los j¨®venes militantes peronistas se sumaban de forma masiva a la acci¨®n pol¨ªtica. En 1974, tras la muerte del alcalde, el pleno municipal lo eligi¨® para completar el mandato, una decisi¨®n que ahora puede apreciarse como premonitoria de su destino.
En 1976, la dictadura de Videla asalt¨® los restos del poder que a¨²n conservaba Isabel, la viuda de Per¨®n, y el alcalde de Lomas de Zamora regres¨® al despacho de la inmobiliaria y a la militancia clandestina. Padre de cinco hijos, los colaboradores le reconocen ese esp¨ªritu 'protector', mezcla de abogado defensor de trabajadores y arrojado salvavidas de piscina, trabajo que desempe?¨® en sus a?os mozos.
Duhalde es buen pescador y suele correr riesgos innecesarios cuando persigue una pieza mayor. Hace dos a?os, acompa?ado de su hijo, qued¨® a la deriva en un bote de goma hasta que lo localizaron y pudieron rescatarlo con un helic¨®ptero al anochecer. Aplica a la pol¨ªtica cierto conocimiento del ajedrez. En los ¨²ltimos dos a?os su obsesi¨®n era darle jaque mate a Menem. Tumbar al rey de los a?os noventa, que, a su juicio, hab¨ªa hundido al pa¨ªs y travestido al peronismo en un movimiento neoliberal.
Duhalde padeci¨® como nadie las 'traiciones del Turco' (Menem), tal como las cuenta. Despu¨¦s de ser elegido alcalde de Lomas de Zamora, su barrio de toda la vida, Duhalde se convirti¨® en diputado en 1987. La f¨®rmula presidencial en las elecciones internas del Partido justicialista, Menem-Duhalde, en 1988 fue el resultado de las necesidades mutuas. Menem llegaba desde la modesta provincia de La Rioja y necesitaba el apoyo de un caudillo territorial en la influyente provincia de Buenos Aires.
Los dos hab¨ªan quedado fuera de los acuerdos y repartos de la c¨²pula. Contra todo pron¨®stico, arrasaron de arriba abajo.
Duhalde renunci¨® en 1991 a la vicepresidencia, que le condenaba a la oscuridad, para conquistar el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, la mayor concentraci¨®n urbana del pa¨ªs. Posterg¨® a?os m¨¢s tarde su ambici¨®n presidencial. En 1995 se present¨® de nuevo a gobernador y ayud¨® a la reelecci¨®n de Menem, a cambio de la devoluci¨®n de favores en 1999. Pero 'el Turco (Menem) volvi¨® a incumplir los acuerdos' y se convirti¨® en su principal enemigo. La guerra entre ellos fue solapada y feroz. Se desataron campa?as de prensa con acusaciones, nunca probadas en los tribunales, y hasta algunos cr¨ªmenes que sacudieron a la opini¨®n p¨²blica: el del reportero gr¨¢fico Jos¨¦ Luis Cabezas, en la provincia de Buenos Aires que ¨¦l gobernaba, y la investigaci¨®n posterior que acab¨® con el suicidio del poderoso empresario Alfredo Yabr¨¢n, considerado uno de los capos en las sombras del poder menemista.
Se recuerda a Duhalde como un gobernador dedicado a la obra p¨²blica, a la construcci¨®n de escuelas y hospitales, que en ocho a?os de gobierno no resolvi¨® los problemas de fondo y dej¨® a la provincia en bancarrota, a pesar de contar con los 600 millones de d¨®lares al a?o del Fondo de Reparaci¨®n Hist¨®rica del Conurbano. El gasto p¨²blico de la provincia subi¨® de 3.902 millones de d¨®lares en 1991 a 10.794 millones a fines de 1999. Duhalde explica el d¨¦ficit como una consecuencia del llamado modelo econ¨®mico neoliberal, aplicado por el ministro de Econom¨ªa, Domingo Cavallo, durante el gobierno de Carlos Menem. El ex gobernador fue uno de los primeros en advertir que ese modelo estaba 'agotado'.
Elegido senador el pasado octubre, asom¨® por debajo del voto bronca, de protesta, como el ¨²nico pol¨ªtico que logr¨® sobrevivir al repudio, aun cuando el peronismo logr¨® dos millones de votos por debajo de su nivel hist¨®rico. Tranquilo, alterado s¨®lo por todo lo que hace o dice Menem, incluido motu proprio en una dirigencia que considera 'de mierda', iba para senador y 'conductor' del PJ cuando, en medio del caos, los l¨ªderes peronistas volvieron los ojos hacia ¨¦l, que estaba all¨ª, y dieron un paso atr¨¢s para dejarle solo al frente.
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