Clemente Bernard muestra en Zarautz sus series fotogr¨¢ficas sobre conflictos

Clemente Bernard (Pamplona, 1963) sabe que no es f¨¢cil asir la realidad, ni siquiera con una c¨¢mara fotogr¨¢fica. Pero no desiste y convierte cada una de sus instant¨¢neas en un asunto para la reflexi¨®n. Fundamentalmente, sobre aquellas gentes que 'plantean ciertas resistencias' ante el sistema: lo mismo marginados de las ciudades occidentales, que rebeldes de Chiapas o mujeres saharauis. El Photomuseum de Zarautz muestra hasta el pr¨®ximo d¨ªa 24 Conflictos, una exposici¨®n que resume el trabajo de Bernard como reportero gr¨¢fico.

Existe una unidad tem¨¢tica que hace de hilo conductor de esta muestra, extensa en el tiempo: la obsesi¨®n de Bernard por conocer a los que no se resignan, a quienes de una u otra forma 'oponen su resistencia' al sistema. Su trabajo como reportero gr¨¢fico, como fot¨®grafo comercial, le ha servido durante estos catorce a?os para conocer la forma de vida de las mujeres saharauis o los pobres de las ciudades, y para establecer con ellos un di¨¢logo que trasciende con mucho lo meramente profesional.

Porque a Bernard no le gusta robar fotograf¨ªas. 'Me interesa que exista un di¨¢logo con la gente, porque al final haces las fotos porque ellos te lo permiten', dice. 'Y me gusta que ellos se involucren'. No es pura filosof¨ªa. En la mayor¨ªa de sus instant¨¢neas, los protagonistas miran directamente a una c¨¢mara respetuosa y establecen una cierta complicidad con el fot¨®grafo. Una mujer saharaui le sonr¨ªe mientras carga una manta sobre su cabeza y los enfermos de un sanatorio posan para ¨¦l en sus sillas de ruedas.

Bernard, licenciado en Bellas Artes en la especialidad de Foto-Cine y V¨ªdeo en la Universidad Central de Barcelona, no cambia de parecer ni cuando debe tratar temas delicados. 'Me gusta mostrar a la gente ri¨¦ndose ante la adversidad. Es algo que no rehuyo. Me interesa esta especie de ambig¨¹edad. Soy de los que cree que hasta en el funeral m¨¢s triste del mundo hay gente riendo', afirma.

El fot¨®grafo no busca as¨ª respuestas, 'porque eso', dice, 'es casi imposible'. Pero s¨ª plantea las preguntas que le han ido surgiendo sobre los jornaleros andaluces, los rebeldes de Chiapas o los pobres de Madrid, con todos sus contrastes. En esta exposici¨®n lo hace con instant¨¢neas en blanco y negro, salvo al retratar a los abertzales radicales vascos en acci¨®n.

'El fot¨®grafo tiene la necesidad de estar all¨ª, en su mundo, para intentar comprender siendo testigo directo', escribe sobre ¨¦l Carlos C¨¢novas en Peque?a gu¨ªa para descre¨ªdos.

En la serie Ke arteko egunak (d¨ªas de humo) aborda el tema de la violencia callejera en el Pa¨ªs Vasco; grupos de encapuchados quemando coches en el exterior del mercado de la Brecha de San Sebasti¨¢n, polic¨ªas apostados en el Boulevard donostiarra, todav¨ªa sin remodelar... Incluso alude a ETA con una fotograf¨ªa del exterior del zulo en el que estuvo secuestrado durante m¨¢s de un a?o el funcionario de prisiones Jos¨¦ Antonio Ortega Lara. Es un tema que ya da por cerrado. 'Si no, te eternizas y empiezas a repetirte'.

Clemente Bernard ha estado recientemente en Turqu¨ªa y ahora su trabajo como reportero gr¨¢fico le llevar¨¢ hasta Argentina, a analizar con su c¨¢mara, durante aproximadamente mes y medio, la situaci¨®n econ¨®mica y social de un pa¨ªs sumido en el caos social y financiero. 'Es lo bueno de este trabajo, que te permite conocer realidades que de otra forma se te escapar¨ªan', sentencia.