Portugal, en la UVI
El d¨¦ficit p¨²blico pone al Gobierno de Lisboa bajo la lupa de Bruselas
El aplazamiento de las grandes reformas que necesita el pa¨ªs, el aumento del gasto p¨²blico, la crisis financiera del Estado y el endeudamiento de las familias est¨¢n arrastrando a Portugal hacia una situaci¨®n extremadamente delicada que necesitar¨¢ sacrificios y medidas impopulares por parte del nuevo Gobierno que salga de las pr¨®ximas elecciones del 17 de marzo.
El aumento del d¨¦ficit p¨²blico hasta el 2,2% estuvo a punto de provocar la 'alerta r¨¢pida' de la Comisi¨®n Europea, y el ministro de Finanzas, Guilherme D'Oliveira Martins, reconoci¨® esta semana que ser¨¢ 'muy dif¨ªcil' mantener el Pacto de Estabilidad europeo que reclama el d¨¦ficit cero para el ejercicio 2004. El encontarse en el mismo bando que Alemania, la mayor econom¨ªa comunitaria, ha salvado a Lisboa del tir¨®n de orejas de Bruselas.
Pero los datos no ofrecen ninguna duda. Las previsiones de crecimiento fueron reducidas progresivamente a lo largo de 2001, hasta situarse en el entorno del 2% para el pasado a?o, frente a algo m¨¢s del 4% en el ejercicio anterior, mientras que la deuda p¨²blica asciende al 55,9%, la inflaci¨®n ha pasado del 2,7% previsto para el a?o 2001 al 4,4% final y el endeudamiento alcanza el 93% del rendimiento disponible, seg¨²n los datos del Banco de Portugal.
Un alto ex mandatario luso reconoc¨ªa a este peri¨®dico que, si el pa¨ªs no estuviese integrado en la Uni¨®n Europea, ya habr¨ªa sido intervenido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por tanto, la situaci¨®n es realmente seria, y las alertas ya fueron lanzadas hace meses. El Gobierno socialista, ahora en funciones, aprob¨® el pasado verano un dr¨¢stico plan para reducir el gasto p¨²blico en los pr¨®ximos tres a?os que, en la pr¨¢ctica, congelar¨¢ los salarios de los funcionarios p¨²blicos al menos este a?o. El plan preve¨ªa una reforma completa de la gesti¨®n en la sanidad p¨²blica, la reestructuraci¨®n de las empresas estatales, la extinci¨®n de varios servicios e institutos p¨²blicos, limitar los subsidios, congelar la compra de edificios y material de transporte e iniciar un exhaustivo control del gasto en todos los ministerios. Sin embargo, las elecciones anticipadas dejar¨¢n en manos del nuevo Gobierno los designios nacionales y, de cualquier forma, el nuevo Ejecutivo deber¨¢ tomar medidas a¨²n m¨¢s dr¨¢sticas para paliar la crisis econ¨®mica.
La medida de la crisis
El presidente de la Asociaci¨®n Portuguesa de Bancos (APB), Jo?o Salgueiro, explica a la agencia de noticias Lusa que la Administraci¨®n p¨²blica 'est¨¢ triplicada' y el pa¨ªs 'tendr¨ªa un producto interior bruto (PIB) un 50% superior al actual si la productividad alcanzase la media espa?ola'. A su juicio, 'el baj¨ªsimo nivel de productividad' es la causa de la crisis econ¨®mica, lo que, unido de la falta de eficacia de los servicios p¨²blicos, provoca grandes dificultades para la inversi¨®n extranjera.
El ex ministro socialista de Econom¨ªa Daniel Bessa afirma que las finanzas p¨²blicas sufren 'un problema grave y urgente' que s¨®lo es posible solucionar con 'un frenazo en las cuatro ruedas', puesto que constituye 'la madre de todos los vicios'. A su juicio, 'Portugal perdi¨® una gran oportunidad para reducir el aumento del gasto y reformar la Administraci¨®n p¨²blica y las leyes laborales en los ¨²ltimos cinco o seis a?os con una econom¨ªa en alza, cuando todo eso hubiera sido mucho m¨¢s f¨¢cil que ahora'.
Por su parte, el candidato del centro-derecha al cargo de primer ministro, Jos¨¦ Manuel Durao Barroso, ha reconocido que la econom¨ªa portuguesa se encuentra en la UVI (unidad de vigilancia intensiva).
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