De plazas y perfiles ling¨¹¨ªsticos
Plantea el autor la necesidad de dar estabilidad al profesorado y de afrontar la cuesti¨®n de los perfiles ling¨¹¨ªsticos con flexibilidad
La cuesti¨®n educativa anda revuelta ¨²ltimamente: la rev¨¢lida, la siempre anunciada ley de Calidad, las sucesivas declaraciones de la consejera de Educaci¨®n acosando a un sector del profesorado que no tiene perfil ling¨¹¨ªstico o calificando de 'terrorismo institucional' alguna propuesta educativa del Gobierno central, los exabruptos del delegado del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco, por no remitirnos a los tristes acontecimientos alrededor de la provisi¨®n de una c¨¢tedra en la UPV. No quisiera contribuir a un deterioro de la situaci¨®n ni a elevar el ¨ªndice de crispaci¨®n, que ya resulta insoportable. Pero no queda m¨¢s remedio que salir al paso de dos cuestiones que afectan fundamentalmente a aspectos de gesti¨®n de personal de la ense?anza p¨²blica no universitaria, tratando de aportar un poco de rigor.
En su comparencia de octubre, al poco de acceder a la consejer¨ªa de Educaci¨®n, Anjeles Iztueta present¨® unas cifras que contradicen las que ha manejado posteriormente en la prensa, cuando hablaba de buscar ubicaci¨®n y 'salidas dignas' a 925 docentes que no tienen acreditado el perfil ling¨¹¨ªstico. Esta cifra, de tanto repetirse, se puede convertir, como ocurre con las mentiras reiteradas, en algo que se d¨¦ por cierto. Pero no es rigurosa. En la mencionada comparecencia aport¨® datos del curso 1999-2000 referidos al profesorado 'estable', que ella cifraba en 15.510 docentes en la red p¨²blica. Pues bien, seg¨²n sus propios datos 9.643 profesores (62%) tienen acreditado el PL2 (que habilita para la impartici¨®n de euskera o para ejercer la docencia en euskera), 1.389 ( 9%) tienen una capacitaci¨®n b¨¢sica que les permite relacionarse en euskera (el llamado PL1) y 4.478, (29%) no tiene perfil acreditado. Esta ¨²ltima cifra no cuadra con la que ella est¨¢ manejando a la hora de hablar de posibles salidas -nunca presentadas en mesa de negociaci¨®n alguna- a un colectivo que, mucho me temo, es superior cuantitativamente al que menciona. Tampoco cuadra esta cifra con el Informe sobre la situaci¨®n de la Ense?anza en la CAPV ( 1994-2009) publicado el 27 de mayo de 2001 por el Consejo Escolar de Euskadi; en uno de sus anexos se nos proporciona una tabla, la n¨²mero 65, titulada Profesorado de la red p¨²blica. Perfiles ling¨¹¨ªsticos, evoluci¨®n 1994/95 al 1999/00, en la que son 12.063 (70,9%) los profesores con PL2, 1.269 (7,5%) con PL1 y 3.672 ( 21,6%) con PL cero. En este caso tampoco son 925. Y eso es as¨ª no s¨®lo por lo expuesto hasta ahora, sino porque a esa cifra oficial y aportada por la propia consejera en el Parlamento habr¨ªa que a?adir la del personal no estable, es decir, la de los interinos y eventuales que es preciso contratar y que aumentan la plantilla de funcionamiento de los centros de la red p¨²blica hasta m¨¢s all¨¢ de las 20.000 contrataciones anuales. Por tanto, para abordar un problema, si es que se puede considerar tal tener en el sistema profesores sin perfil, lo primero que se debe hacer es cuantificarlo.
D¨ªas antes de decidir unilateralmente realizar una oferta p¨²blica de empleo de 1.352 plazas para los docentes, la consejera hab¨ªa anunciado en la prensa que la cifra que manejaba era de 1.500, que se ver¨ªa complementada con otras medidas de estabilidad, rejuvenecimiento de plantillas. Se calcula que 4.934 interinos docentes ocupan una plaza vacante de todo un a?o en este curso 2001-2002. Con esta diferencia, ?c¨®mo dar por buena la cifra de 1.352 plazas para la OPE anunciada, y cuando s¨®lo dos semanas antes la misma consejera se compromet¨ªa a ofrecer 1.500?
Se trata de una OPE que, por su car¨¢cter extraordinario, al ser la tercera y ¨²ltima de la LOGSE y cuya convocatoria se ha demorado durante 8 a?os, debe permitir que los profesores que se han ido incorporando a la docencia en ese periodo puedan acceder a la funci¨®n p¨²blica docente sin restricci¨®n alguna, salvo la de titulaci¨®n. Para ello, de entrada, hacen falta m¨¢s plazas y que ninguna especialidad quede desierta; esto es posible si se incorporan las plazas que la misma consejera ha anunciado para una pr¨®xima OPE o se tienen en cuenta las cubiertas de manera estructural por funcionarios de carrera que se encuentran en servicios de apoyo.
En segundo lugar, es preciso tener en cuenta el perfil ling¨¹¨ªstico de las plazas en las Relaciones de Puestos de Trabajo (RPT) de los centros y considerar que, hall¨¢ndonos en una situaci¨®n excepcional de la que es responsable -no ¨²nico, pero s¨ª ¨²ltimo- el departamento, se debe permitir que el porcentaje de plazas de PL1 y PL2 se acompase a la situaci¨®n real en que se imparten las clases. Porque si bien es cierto que la matr¨ªcula en los modelos B y D sube, tambi¨¦n lo es que esto ocurre en los niveles iniciales (Infantil y Primaria) y que, a medida que avanza la escolarizaci¨®n, aumenta el peso de modelo A o el X; que en la Educaci¨®n de Personas Adultas la mayor¨ªa de la oferta es en dicho modelo, que lo mismo ocurre en Formaci¨®n Profesional y en las Ense?anzas de R¨¦gimen Especial (Escuelas Oficiales de Idiomas, Conservatorios de M¨²sica de grado medio y Escuela de Artes).
En el caso de la Formaci¨®n Profesional, la ni?a bonita del departamento, donde en estos momentos recala ya casi el 50% del alumnado que ha acabado la Secundaria o est¨¢n en programas de Iniciaci¨®n Profesional -oficial y negativamente llamados de Garant¨ªa Social-, es evidente que el boom que se ha producido desde 1994 se ha dado fundamentalmente en castellano, esa es la realidad. A pesar de que la normativa establece que para acceder a las listas de sustituciones se debe tener el PL1 o el PL2, se ha tenido que contratar a un profesorado sin perfil, porque si no, los centros de la red p¨²blica no pod¨ªan ofrecer los ciclos formativos. Ahora nos encontramos con una situaci¨®n un tanto kafkiana, porque estos profesores s¨ª pueden ser interinos, pero no se pueden presentar a oposiciones por no tener perfil. No es justo. Como no lo es que tampoco puedan acogerse a los compromisos de estabilidad con todas las garant¨ªas. Se debe considerar esta situaci¨®n de flagrante injusticia aunque para ello cuente el departamento con el apoyo de STEE, ELA y LAB y se haya cometido la torpeza de reflejar esos criterios en un Acuerdo regulador de condiciones de trabajo en 1998. En todo caso, un decreto se cambia con otro, si hay voluntad pol¨ªtica de arreglar el entuerto; eso nunca debe ser un obst¨¢culo para quienes est¨¢n instalados en la permanentemente solicitud de cambios jur¨ªdicos m¨¢s ambiciosos.
Por tanto, se hace preciso aumentar el n¨²mero de plazas en esta OPE, por su car¨¢cter extraordinario, posibilitar el acceso con car¨¢cter universal, sin m¨¢s l¨ªmite que el de la titulaci¨®n, y arbitrar otra medida para que quienes no accedan al funcionariado tengan un horizonte de estabilidad laboral.
Javier Nogales es secretario de Acci¨®n sindical y Pol¨ªtica Educativa de CC OO Irakaskuntza.
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