Andersen negocia su venta a una firma rival ante el peligro de hundirse por el 'caso Enron'

Acosada por las secuelas del caso Enron, Andersen est¨¢ negociando su venta a Deloitte & Touche, una firma rival, seg¨²n inform¨® ayer el peri¨®dico estadounidense The New York Times. Al mismo tiempo, Andersen trata de evitar un procesamiento por obstrucci¨®n a la justicia. La operaci¨®n en el doble frente se produce mientras la firma de Chicago contin¨²a perdiendo clientes. El n¨²cleo de las conversaciones con Deloitte lo constituye la estrategia para evitar la asunci¨®n por el comprador de las responsabilidades financieras y legales a que debe hacer frente por el desastre de Enron.

Andersen plante¨® hace tiempo a firmas de la competencia la posibilidad de discutir operaciones de compraventa de partes del negocio y ha sido con Deloitte con la que esta apertura ha llegado m¨¢s lejos. Las negociaciones se aceleraron la semana pasada, casi al tiempo que trascend¨ªa la amenaza de procesamiento por el Departamento de Justicia, que acusa a la auditora de ocultar pruebas por haber destruido documentos de Enron mientras se abr¨ªa una investigaci¨®n oficial sobre la quiebra de la compa?¨ªa de Houston.

Un procesamiento supondr¨ªa el dr¨¢stico fin de Andersen al desencadenar con toda probabilidad un ¨¦xodo masivo de clientes ansiosos por evitar la asociaci¨®n de su nombre con una firma acusada de interferir con la marcha de la justicia. Ya en los ¨²ltimos d¨ªas, sociedades del calibre de la compa?¨ªa a¨¦rea Delta Airlines, la farmac¨¦utica Merck y la financiera hipotecaria Freddie Mac han anunciado que cortaban relaciones con Andersen.

Ayer mismo, un banco regional, Riggs, contrat¨® sus servicios con la auditora KPMG 'para asegurar a sus accionistas la m¨¢xima confianza en la integridad de sus declaraciones financieras'. Los negociadores de Andersen y Deloitte, encabezados por sus respectivos presidentes, Joseph Berardino y James Copeland, tratan de encontrar una salida al laberinto legal y judicial en que esta inmersa la firma de Chicago.

Adem¨¢s de las pesquisas de Justicia y las sanciones que le pueda imponer la SEC (Comisi¨®n del Mercado de Valores), sobre Andersen pesan las demandas de compa?¨ªas y particulares afectados por el derrumbamiento de Enron. La auditora les ha ofrecido 750 millones de d¨®lares en indemnizaciones sin recibir respuesta. Futuras sentencias judiciales podr¨ªan elevar esa cifra a miles de millones.

Ese hipot¨¦tico coste es lo que trata de evitar a toda costa Deloitte, de ah¨ª que las negociaciones no versen sobre fusi¨®n o adquisici¨®n. Entre las posibilidades que se barajan, seg¨²n informaban ayer The New York Times y The Wall Street Journal, se encuentra la de que Andersen venda el grueso de sus activos a Deloitte y deje fuera del paquete la divisi¨®n de Estados Unidos, que quedar¨ªa para responder del caso Enron. Una alternativa ser¨ªa la declaraci¨®n de suspensi¨®n de pagos por parte de Andersen y la venta controlada de sus activos a Deloitte.

En cualquier caso, Andersen, quinta en el ranking de las Cinco Grandes, desaparecer¨ªa como marca comercial y la n¨²mero dos del sector, Deloitte & Touche, se pondr¨ªa en facturaci¨®n casi a la par con la l¨ªder absoluto, PriceWaterhouseCoopers, al a?adir a los 12.400 millones de d¨®lares del pasado ejercicio, los 9.300 de Andersen.

Posici¨®n en Espa?a

Otro factor con el que tienen que lidiar los negociadores es la peculiar estructura de Andersen, cuyas m¨¢s de 80 filiales fuera de Estados Unidos gozan de gran autonom¨ªa y podr¨ªan optar por soluciones distintas a las pactadas por Berardino y Copeland. De hecho, Andersen Espa?a afirm¨® ayer en un comunicado que 'analizar¨¢ cualquier opci¨®n posible siempre que contribuya a mejorar su capacidad de servicio y el desarrollo de la carrera de sus profesionales'. Numerosos empleados de Andersen en EE UU han abandonado la firma ante las dificultades por las que atraviesa.

Deloitte y Andersen son compa?¨ªas complementarias y la primera adquir¨ªa valiosos activos en auditor¨ªa y contabilidad con que reforzar su negocio despu¨¦s de resignarse a separar la m¨¢s nutrida divisi¨®n de consultor¨ªa en respuesta al clamor sobre conflicto de intereses que se plantean al prestar todos esos servicios a una misma compa?¨ªa.

Los analistas especulaban ayer con que la desaparici¨®n de Andersen -que se hab¨ªa embarcado en un proceso de reformas que podr¨ªa ser ejemplar, dirigido por el antiguo presidente de la Reserva Federal Paul Volcker- podr¨ªa rebajar la presi¨®n hacia el cambio de h¨¢bitos operativos en las cuatro grandes supervivientes (PriceWaterhouseCoopers, Deloitte & Touche, Ernest & Young y KPMG).