Wall Street trata de superar el 11-S
Nueva York ha perdido 43.300 empleos del sector financiero durante el ¨²ltimo a?o
La mitad de los estadounidenses est¨¢ metido en Bolsa y a¨²n tratando de reponerse de las desastrosas p¨¦rdidas producidas por el estallido de la especulaci¨®n de las puntocom, a las luego se uni¨® el desastre del 11 de septiembre y la debacle de Enron.
La Bolsa, capaz de crear un efecto de riqueza psicol¨®gica, no termina de creerse la historia de la recuperaci¨®n. No hay un sector con liderazgo claro y los inversores han optado por los valores seguros. Nada de pedir y esperar la luna. Ahora lo que vale y se busca es la solvencia y los bienes de consumo cotidiano, mientras se mira de reojo al polvor¨ªn del Pr¨®ximo Oriente.
El clima no es muy propicio. Wall Street ha prescincido de 43.300 empleados durante el ¨²ltimo a?o, la mayor oleada de despidos, recuerda Bloomberg, en el ¨²ltimo cuarto de siglo. Y el moviento quiz¨¢s no haya terminado todav¨ªa. 'Todas las empresas tienen una lista para la pr¨®xima oleada', se lamente Henry Higdon, presidente de la empresa de contrataci¨®n Higdon Group. La ciudad de Nuva York ten¨ªa unos 170.000 empleos relacionados con el mercado burs¨¢til a finales del pasado mes de febrero, un 11% menos que seis meses antes.
Los pr¨®ximos resultados empresariales del tercer trimestre marcar¨¢n la pauta de la evoluci¨®n de los mercados burs¨¢tiles
Pero el ¨ªndice Dow Jones ha recuperado ya los niveles previos a la ca¨ªda en picado que sigui¨® al 11 de septiembre, que no eran brillantes sino los propios de una atm¨®sfera de econom¨ªa deprimida. La trabajosa tendencia al alza de los ¨ªndices ha sido equiparada con la de un escalador que est¨¢ a punto de coronar a quien cada vez le quedan menos fuerzas. No es la euforia de quien sale del pozo, sino la de un desfallecido.
Los profesionales de la inversi¨®n no encuentran valores atractivos. John O'Donoghue, uno de los responsables de inversi¨®n en el Credit Suisse First Boston, dec¨ªa esta semana que la situaci¨®n burs¨¢til le recordaba mucho a la del periodo 1989-1990, 'cuando el mercado estuvo zizagueando durante un par de a?os, sin ning¨²n catalizador para moverse en un direcci¨®n definida'.
La econom¨ªa real parece haber reaccionado al est¨ªmulo del dinero barato, pero los mercados est¨¢n desvitalizados. La semana pasada el Dow Jones parec¨ªa querer ir hacia el 11.000 y ¨¦sta ha apuntado hacia el 10.000. William Volman, analista y escritor econ¨®mico, cree que la Bolsa tiene por delante una d¨¦cada de mediocridad con crecimiento anual promedio en torno al 3%.
El Dow Jones ha subido un 3,8% en el primer trimestre, mientras el Nasdaq, en el que cotizan las empresas tecnol¨®gicas, ca¨ªa un 5,4% arrastrado por el sector de las telecomunicaciones, que sigue en la carrera de p¨¦rdidas que inici¨® en el ejercicio 2000.
El efecto Enron contin¨²a pesando en los inversores, recelosos de la ingenier¨ªa contable. Las medidas tomadas para acabar con ella har¨¢n que los resultados de muchas empresas no sean tan tentadores como lo fueron en el pasado. El dinero se ha vuelto m¨¢s cauto y opta por firmas con s¨®lido pedigr¨ª, regidas sin exuberancia y que producen bienes de uso cotidiano frente a Intel o IBM. La t¨®nica de los resultados del primer trimestre que pronto empezar¨¢n a conocerse marcar¨¢ la pauta de la evoluci¨®n de los mercados.
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