La inversi¨®n estatal en las infraestructuras es un 10% inferior a la media espa?ola

El Gobierno central, mediante inversiones de los ministerios y de las empresas aut¨®nomas, invirti¨® en 2000 m¨¢s de un bill¨®n de pesetas (6.500 millones de euros) en carreteras, ferrocarriles, obras hidr¨¢ulicas y otras infraestructuras p¨²blicas en toda Espa?a, casi la mitad del gasto total, ya que las autonom¨ªas pagaron otro bill¨®n largo. Sin embargo, en la Comunidad Valenciana, donde la Generalitat se hizo cargo del 60% de las inversiones, el Estado s¨®lo financi¨®, con 65.000 millones de pesetas (390 millones de euros) el 39% de las obras, 10 puntos por debajo de la media nacional.

El d¨¦ficit de gasto en infraestructuras en la Comunidad Valenciana, a falta de que empiecen a sustanciarse las promesas de los trenes de alta velocidad por todo el territorio y las costosas obras del trasvase del Ebro que apunta el Plan Hidrol¨®gico Nacional, es un hecho patente. Seg¨²n las cifras oficiales del Gobierno, las inversiones p¨²blicas en infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, puertos, costa, aeropuertos, comunicaciones, obras hidr¨¢ulicas, saneamientos, urbanizaciones...) en la Comunidad s¨®lo supusieron el 7,58% del total espa?ol, cifra muy alejada de su peso demogr¨¢fico y de su contribuci¨®n a la econom¨ªa (ambos por encima del 10%). Pero lo peor es que, si s¨®lo se tiene en cuenta la inversi¨®n p¨²blica efectuada por el Gobierno central, la cuota valenciana baja al 6% de todo el gasto estatal.

Este desajuste se sustancia en que, siempre seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales de inversi¨®n p¨²blica (los de 2000), mientras en el conjunto espa?ol el Estado sufraga casi la mitad de las infraestructuras (el 49,39% de los 2,19 billones de pesetas invertidos), en el caso de las obras en territorio valenciano la cifra se reduce en diez puntos porcentuales: el Estado financi¨® s¨®lo el 39,1% de los casi 1.000 millones de euros de inversi¨®n total (166.100 millones de pesetas). Por contra, la Generalitat se hizo cargo del 59,6% (595 millones de euros), diez puntos porcentuales por encima de la media.

La Comunidad Valenciana se sit¨²a as¨ª entre las m¨¢s desfavorecidas de toda Espa?a. Quitando al Pa¨ªs Vasco y a Navarra, que gozan de estatutos de autonom¨ªa con conciertos econ¨®micos con el Estado que les permite sufragar la inmensa mayor¨ªa de las obras en su territorio (el 73,45% los vascos y el 92,78% los navarros), s¨®lo Catalu?a, que se hace cargo del 62,65% de las inversiones, y Madrid, con el 62,1%, contribuyen en mayor proporci¨®n a construir carreteras, trenes y otras infraestructuras en sus territorios.

Pero aunque estas dos autonom¨ªas gastan m¨¢s en proporci¨®n que la Generalitat, tienen una ventaja: no sufren un d¨¦ficit de infraestructuras ya que el inmenso volumen de obra que recibe su territorio (el 12,79% de la inversi¨®n p¨²blica total para los catalanes y el 11,56% para los madrile?os) supone unas partidas enormes del Gobierno central. As¨ª, de los 280.300 millones de pesetas (1.685 millones de euros) invertidos en Catalu?a en 2000, el Gobierno central puso 103.700 millones de pesetas (623 millones de euros), casi un 60% m¨¢s que en la Comunidad Valenciana. En cuanto a los madrile?os, de los 253.300 millones de pesetas (1.522 millones de euros) gastados en su territorio, 95.600 millones de pesetas (574 millones de euros) los pag¨® el Gobierno central, un 47% m¨¢s que en el caso de los valencianos.

Por supuesto, en el resto de las comunidades el Estado asume mucha m¨¢s cuota de las inversiones respecto al esfuerzo auton¨®mico. Una de las m¨¢s favorecidas es Andaluc¨ªa, que obtuvo en 2000 la mayor porci¨®n del pastel de las inversiones: un 12,88% del gasto p¨²blico total, lo que supone un 70% m¨¢s que los valencianos. Y es m¨¢s, acapararon hasta un 13,55% de las partidas del Estado, un 125% m¨¢s que los valencianos. Si bien es verdad que los andaluces merecen ese peso por su amplio territorio y su poblaci¨®n, la Junta s¨®lo se hizo cargo del 46% de las inversiones.

M¨¢s favorecidos a¨²n resultaron los aragoneses, que recibieron el 7,82% de las inversiones p¨²blicas totales. Un porcenaje que se dispara hasta el 12,41% si s¨®lo se analiza el gasto del Gobierno central, ya que con 807 millones de euros (134.300 millones de pesetas, un 106% m¨¢s que los valencianos) los aragoneses, tras los andaluces, fueron los segundos m¨¢s beneficiados por las arcas del Estado. De esta forma, el Gobierno aragon¨¦s s¨®lo asumi¨® el 20,54% de sus inversiones.

En general, la mayor¨ªa de las autonom¨ªas invirtieron en 2000 en sus infraestructuras menos dinero que el Gobierno central. Es el caso de Asturias (un 47,35% del gasto para el Principado), las Islas Baleares (47,69%), Canarias (41,4%), Cantabria (46,24%) o Castilla-La Mancha (44,68%). El caso m¨¢s extremo es el de Ceuta y Melilla (el Gobierno no desglosa sus partidas), que sufragaron un 2,7% de sus inversiones mientras que el Estado se hizo cargo del 97,3% restante.

Por contra, Galicia, con un 51,06% del gasto, hace un mayor esfuerzo, recibiendo el 5,38% de las inversiones. Lo mismo sucede con Murcia (56%), Extremadura (52,32%) y La Rioja (52,7%), aunque estas autonom¨ªas apenas reciben el 2,31%, 2,36% y 0,76%, respectivamente, de las inversiones p¨²blicas del Estado.

Y s¨®lo Castilla y Le¨®n ofrece un caso similar al de los valencianos, al sufragar un 59,56% de sus infraestructuras. No obstante, los castellanoleoneses, con 1.066 millones de euros (177.300 millones de pesetas), recibieron el 8,09% del gasto total, es decir, m¨¢s inversiones p¨²blicas totales que los valencianos y m¨¢s esfuerzo inversor del Gobierno central (6,48%).