'?C¨®mo est¨¢n los heridos?'. 'Muertos'
EL PA?S entra en la aldea de Colombia en la que las FARC mataron a 41 ni?os y a otros 76 civiles
'?C¨®mo est¨¢n los heridos?'. 'Muertos', responde Juan Marcelo V¨¢zquez, un m¨¦dico que estaba por casualidad en Bellavista y a quien le toc¨® socorrer a las v¨ªctimas. V¨¢zquez asegura que jamas hab¨ªa visto nada igual: 'Dante no conoci¨® el infierno, nos toc¨® todo a nosotros'. Al mismo tiempo que cuenta lo sucedido, empina la botella de aguardiente porque, seg¨²n dice, 'esto s¨®lo se olvida creyendo que ha sido un mal sue?o'. Y es que los habitantes de la abandonada regi¨®n colombiana del Choc¨® est¨¢n acostumbrados a la guerra y a poner muertos, pero nunca como en esta ocasi¨®n. El pasado 2 de mayo, un artefacto explosivo alojado en un cilindro de gas y lanzado por la guerrilla acab¨® con la vida de 117 civiles que se refugiaban del fuego cruzado con los paramilitares en el templo cat¨®lico de Bellavista, en el norte de Colombia.
Los supervivientes tienen la mirada perdida y apenas pueden relatar lo ocurrido sin recordar que hay m¨¢s de 50 cad¨¢veres sin identificar, o que 15 de los cuerpos estuvieron hasta ayer en una barcaza esperando a que los combates remitieran y se pudieran enterrar en la fosa com¨²n que se abri¨® a orillas del r¨ªo Bojay¨¢ para evitar epidemias.
A pocos metros de esos cad¨¢veres, ayer segu¨ªan los enfrentamientos entre el Bloque Jos¨¦ Mar¨ªa C¨®rdoba de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y un grupo de 400 paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que entraron a la zona el 21 de abril. Es una lucha desigual. Las FARC acumularon el 1 de mayo a m¨¢s de 1.000 guerrilleros para sacar de esta zona del r¨ªo Atrato a los paramilitares. Los 117 civiles que murieron el jueves cometieron el error de vivir en el caser¨ªo que otros eligieron para su guerra particular. Entre ellos, al menos 41 era menores de edad y 21, miembros de una familia.
Este peri¨®dico, ¨²nico medio que ha estado en la zona, constat¨® el control absoluto de las FARC en un tramo de m¨¢s de 100 kil¨®metros en el r¨ªo. El Ej¨¦rcito, replegado en Quibd¨®, la capital de Choc¨®, s¨®lo ha atacado hasta el momento con la aviaci¨®n, causando m¨¢s preocupaci¨®n entre los habitantes que entre la guerrilla. 'Para acabar con nosotros tienen que bajarse del aparato y si bajan los estamos esperando', amenaza un guerrillero. La acci¨®n de las Fuerzas Armadas, anunciada por el presidente Andr¨¦s Pastrana, es, como m¨ªnimo, tard¨ªa. La Defensor¨ªa del Pueblo de Colombia hab¨ªa activado el mecanismo Alerta Temprana el 24 de abril. En la Alerta se advert¨ªa de la inminencia de un ataque guerrillero ante la presencia masiva de paramilitares.
'La guerrilla lleg¨® a Vig¨ªa del Fuerte el d¨ªa 1 y sac¨® a los paras. All¨ª les mataron al comandante Camilo, que era el m¨¢s alto jefe de las AUC. De Vig¨ªa cruzaron a Bellavista y comenzaron a combatir entre las casas. Mucha gente se refugi¨® en la capilla. Hab¨ªa mucho pelao , pero la gente se sent¨ªa segura porque la construcci¨®n era de cemento y las balas no la pod¨ªan cruzar'. Nicol¨¢s sali¨® ileso del templo y ahora relata c¨®mo el cilindro de gas cay¨® en la zona del altar, donde, seg¨²n el p¨¢rroco de Bellavista, el padre Ant¨²n, hab¨ªa unas 150 personas. 'No se imagina, despu¨¦s de la bomba hab¨ªa trozos de gente por todas partes, hab¨ªa gente corriendo con la cabeza abierta, sin un brazo... Eso fue muy duro', cuenta el sacerdote. Hasta ayer se pudieron recoger los cad¨¢veres de la capilla y el suelo qued¨® con una capa densa de gusanos. Lo ¨²nico que quedaba era desolaci¨®n.
'Esta guerra s¨ª que es hijoputa', espet¨® un guerrillero que regresaba del combate al ver c¨®mo una de sus compa?eras vomitaba al pasar junto a los cad¨¢veres. Seg¨²n el comandante Cucho, interlocutor de las FARC en la zona, sus guerrilleros tienen la moral baja. Cucho reconoce el error y anuncia que habr¨¢ sanciones. 'Somos un Ej¨¦rcito irregular y no tenemos armas tan sofisticadas como las del Ej¨¦rcito regular. Para acertar con una pipeta hay que intentarlo tres veces. Adem¨¢s, los paramilitares se atrincheraron alrededor de la iglesia'. Este dato es corroborado por los habitantes y por los sacerdotes, que recuerdan como los paramilitares trataron de entrar al templo.
La situaci¨®n en la zona es de bloqueo y tensi¨®n. Bloqueo porque el Ej¨¦rcito no deja bajar a los medios de comunicaci¨®n desde Quibd¨® a la zona y porque ning¨²n ente del Estado, a excepci¨®n de la Defensor¨ªa, ha llegado hasta Vig¨ªa del Fuerte. De tensi¨®n, porque se espera un ataque militar y la guerrilla sigue haciendo presencia en varios cascos urbanos. Cientos de civiles han huido de sus caser¨ªos en embarcaciones artesanales y han convertido el Atrato en un r¨ªo lleno de banderas blancas, en un intento de marcar las zonas civiles. Para los chocoanos, ya nadie es confiable. 'Yo no confiar¨ªa ni en el Ej¨¦rcito, mejor que no vengan', dice un habitante de Vig¨ªa. Ellos ya han sobrevivido a la violenta llegada de las AUC en 1997, a la toma de la guerrilla en marzo de 2000 y a un permanente enfrentamiento entre los diversos sectores armados que protagonizan la guerra irregular de Colombia.
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