La invasi¨®n de La Haya
Su nombre oficial es Ley para la Protecci¨®n de los Miembros Americanos del Servicio, pero es m¨¢s conocida como ASPA (por sus siglas en ingl¨¦s) o como Ley para la Invasi¨®n de La Haya. Por supuesto, resulta descabellado pensar que los marines puedan desembarcar en las costas holandesas o lanzarse en paraca¨ªdas sobre la sede de la CPI para rescatar a un estadounidense procesado por el nuevo tribunal internacional. Sin embargo, al menos te¨®ricamente, tal posibilidad quedar¨ªa abierta si el pol¨¦mico proyecto -presentado por los congresistas conservadores Tom Delay y Jesse Helms-, que ya ha pasado por el Senado y la C¨¢mara de Representantes, se convirtiese en ley tras ser concertada en la comisi¨®n de conciliaci¨®n de las dos C¨¢maras.
La ley prohibir¨ªa toda colaboraci¨®n con la CPI (incluida la entrega de pruebas o la comparecencia de testigos), cortar¨ªa la ayuda militar a los pa¨ªses que ratificasen el tratado y permitir¨ªa al presidente ordenar el uso de la fuerza ('utilizar todos los medios necesarios y adecuados incluso contra los territorios de Estados miembros de la UE') para impedir que un norteamericano se sentase en el banquillo del nuevo tribunal internacional.
En un reciente art¨ªculo conjunto de Helms (republicano) y el tambi¨¦n senador Zell Millar (dem¨®crata), se condenaba a la CPI porque su jurisdicci¨®n 'no estar¨¢ controlada o limitada por la Constituci¨®n o el Legislativo de ning¨²n pa¨ªs', algo muy peligroso, seg¨²n ellos, porque 'la historia demuestra que el poder no controlado conduce r¨¢pida e inevitablemente a abusos'.
Bush comparte la opini¨®n de los dos senadores, contestada desde el frente liberal e incluso jur¨ªdico. Anita Ramasastri, de la Universidad de Washington, sostiene por ejemplo que 'el ¨²nico impacto real' de la ASPA ser¨ªa disminuir la credibilidad de EE UU para forjar coaliciones antiterroristas. Tambi¨¦n minar¨ªa, a?ade, futuros esfuerzos para establecer una justicia internacional. Pero justo esto, una justicia internacional por encima o al lado de la norteamericana, es lo que Bush pretende evitar.
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