EE UU modera sus exigencias para participar en las misiones de la ONU

El Consejo de Seguridad de la ONU recibi¨® ayer con cautela la nueva propuesta de EE UU para resolver la crisis que la semana pasada casi acaba con la misi¨®n de los cascos azules en Bosnia. Washington, que ha vinculado su presencia en las operaciones de paz de Naciones Unidas a su oposici¨®n a la Corte Penal Internacional (CPI), ha matizado sus demandas, aunque sigue pidiendo que sus soldados no puedan ser juzgados por esta corte.

El Consejo esperaba alcanzar hoy un compromiso antes de que termine el mandato de sus tropas, el pr¨®ximo lunes. El nuevo texto estadounidense es bastante m¨¢s moderado que sus primeras exigencias. A finales de junio, EE UU amenaz¨® con retirarse de las misiones de paz de la ONU, empezando por la de Bosnia, si sus soldados no quedaban fuera de la jurisdicci¨®n de la CPI, un tribunal que juzgar¨¢ cr¨ªmenes contra la humanidad y de guerra. El Gobierno de Bush no quiere ratificar la corte porque teme que su estatus de superpotencia le convierta en blanco legal por parte de otros pa¨ªses.

La propuesta de Washington, que empez¨® a debatir ayer el Consejo, se ampara en un tecnicismo para conseguir un triple objetivo: prolongar el mandato de los cascos azules en Bosnia (UNMIBH), conseguir una inmunidad temporal para los estadounidenses y conservar la autoridad de la corte. Usando el art¨ªculo 16 del Estatuto de Roma (que ha creado la CPI), pide que sus soldados queden exentos de cualquier investigaci¨®n o juicio durante un a?o, periodo renovable por el Consejo de Seguridad que decidir¨ªa entonces qu¨¦ hacer con los presuntos acusados.

Al contrario que en su primera propuesta, EE UU no habla de una inmunidad absoluta para todos los pa¨ªses que no hayan ratificado la CPI (entre ellos China y Rusia) ni pide una renovaci¨®n autom¨¢tica de este periodo de gracia, los dos principales escollos que causaron la crisis.

La nueva iniciativa fue acogida con optimismo y cautela. El Reino Unido, que ostenta la presidencia del Consejo, asegur¨® que se trataba de 'una buena base para la discusi¨®n'. El resto de los 15 miembros, empezando por Francia, se ha mostrado algo m¨¢s prudente. El representante franc¨¦s ante la ONU, Jean-David Levitte, calific¨® el texto de 'paso' en la buena direcci¨®n. 'De hormiga', a?adi¨® una fuente diplom¨¢tica.

Los europeos opinan que la propuesta de EE UU respeta la letra pero no el esp¨ªritu de la CPI, un tribunal con vocaci¨®n universal. El art¨ªculo 16 se concibi¨® para casos muy espec¨ªficos y excepciones precisas no para 'casos gen¨¦ricos, ni inmunidades generales', resalt¨® el embajador alem¨¢n ante la corte, Hans-Peter Kaul. Washington necesita s¨®lo nueve votos para hacer pasar su proyecto de resoluci¨®n. Contar¨ªa ahora con el apoyo de China, Rusia, Bulgaria y quiz¨¢ Singapur. Quedan pocos d¨ªas de debate, el mandato de la UNMIBH, una fuerza de 15.00 polic¨ªas (46 de ellos de EE UU) expira el d¨ªa 15.

Aunque consiga los votos, la actitud de EE UU ha creado un gran malestar, incluso entre sus aliados. En el debate abierto que el Consejo de Seguridad celebr¨® el pasado mi¨¦rcoles, el embajador canadiense Paul Heinbecker tuvo palabras muy duras: 'Salimos de un siglo de Hitler, Stalin, Pol Pot, Idi Am¨ªn, el holocausto, el genocidio en Ruanda y la limpieza ¨¦tnica en la antigua Yugoslavia. La lecci¨®n fundamental del m¨¢s sangriento de los siglos, es que la impunidad debe terminar'.