Una decepci¨®n de mucho peso
Manolo Mart¨ªnez, quinto, no estuvo a la altura de las circunstancias en una competici¨®n ganada por el ucranio Bilonog

El rostro de Manolo Mart¨ªnez expresaba perfectamente su desolaci¨®n en el camino de retirada. Se dirig¨ªa a la zona de prensa con el gesto extremadamente serio y la mirada inexpresiva. Acababa de perder en toda regla. Favorito indiscutible en la final de peso, s¨®lo pudo terminar en la quinta posici¨®n, con un lanzamiento de 20,45 metros, una marca que a estas fechas se antoja muy escasa para un hombre que ha comenzado a rebasar con asiduidad la barrera de los 21 metros. Esta vez el resultado es m¨¢s doloroso porque el atleta espa?ol era la referencia indiscutible en su especialidad. Llegaba a M¨²nich con la intenci¨®n de ganar su primera medalla en un gran campeonato al aire libre. No lo consigui¨®. Mientras sus principales rivales estuvieron en sus marcas habituales, el leon¨¦s se qued¨® a un metro de su propio r¨¦cord de Espa?a.
20,45 metros, una marca muy escasa para quien ya rebasa con asiduidad la barrera de los 21
'No me he sentido angustiado. El problema ha sido otro. No he podido con los elementos'
Todo sucedi¨® bajo un aguacero incesante. Una cortina de lluvia dificult¨® el concurso. 'O al menos para m¨ª', dijo Mart¨ªnez. Durante toda su carrera, se ha sentido mejor entre el fr¨ªo y la lluvia. No es un hombre al que le guste el calor. Pues bien, en la noche de M¨²nich la temperatura apenas superaba los 16 grados y el agua azotaba el viejo estadio. Ante los periodistas, no dio s¨ªntomas de flaqueza. Evidentemente, estaba decepcionado, pero todav¨ªa era capaz de sobreponerse para tratar de explicar los porqu¨¦s de su derrota. De entrada, habl¨® de la mala suerte, y algo de eso hubo en el tercer tiro, un lanzamiento de m¨¢s de 21 metros invalidado porque perdi¨® el equilibrio en el ¨²ltimo instante. Por un momento, pareci¨® que lograr¨ªa enderezarse, pero se cay¨® de bruces fuera del c¨ªrculo de lanzamiento. All¨ª perdi¨® la medalla esperada.
'Ha llovido demasiado para m¨ª', declar¨® tras la prueba. Apoyado sobre una baranda, con las manos cruzadas, el gesto sereno a la vista de las circunstancias, Mart¨ªnez desgran¨® un concurso que comenz¨® de forma prometedora. Lanz¨® 20,45 metros en el primer intento, el t¨ªpico tiro que sirve para tranquilizarse. S¨®lo le super¨® el ucranio Belonog, que estuvo impecable durante toda la noche. Belonog super¨® los 21 metros y puso una distancia que result¨® insalvable para el espa?ol. En el mejor de sus d¨ªas, Mart¨ªnez habr¨ªa estado en condiciones de ofrecer un buena respuesta a Belonog y al dan¨¦s Olsen, el otro atleta que pas¨® de los 21 metros. Sin embargo, las cosas comenzaron a torcerse muy pronto. En el segundo s¨®lo logr¨® una marca de 19,88 metros. 'Se me escap¨® la bola', dijo; 'siempre hay un mal lanzamiento'. Luego, lleg¨® el tercero, aqu¨¦l en el que perdi¨® el equilibrio. Ya no hubo posibilidad de reacci¨®n.
Llov¨ªa con una intensidad oto?al y el espa?ol se sent¨ªa mal bajo el aguacero. Tanto tiempo suspirando por una final de fr¨ªo y agua y result¨® un desastre. 'Resbalaba el suelo del c¨ªrculo y tambi¨¦n se me resbalaba la bola de la mano. Si no tienes la bola cogida y no puedes empujar, yo, al menos, no puedo lanzar'.
En el caso de Mart¨ªnez es dif¨ªcil interpretar sus palabras como excusas. Durante casi diez a?os en el gran circuito siempre se ha caracterizado por su car¨¢cter estoico. Nunca ha sido una hombre de excesos, ni en los ¨¦xitos ni en los fracasos.
?Y por qu¨¦ sus rivales funcionaron? 'Se han adaptado mucho mejor que yo a las condiciones de la prueba', declar¨®; 'Belonog ha logrado su mejor marca de la temporada en un d¨ªa de perros. Tan s¨®lo puedo felicitarle'.
Mart¨ªnez asegur¨® que no se sinti¨® invadido por la ansiedad cuando le sobrepas¨® Olsen y despu¨¦s el alem¨¢n Bartelts. 'Todo lo contrario. Ese tipo de situaciones me motiva. No me he sentido angustiado. El problema ha sido otro. No he podido con los elementos', manifest¨®.
Ya a ¨²ltima hora, en el sexto intento, cuando todav¨ªa ten¨ªa alguna posibilidad, Mart¨ªnez no estaba en condiciones de rebasar a sus rivales: 'Estaba aterido por el fr¨ªo y no ten¨ªa capacidad de reacci¨®n. Me sent¨ªa fuera de la competici¨®n'.
Sobre la magnitud de la decepci¨®n no quiso hablar. Simplemente, se limit¨® a decir que espera tener su oportunidad dentro de cuatro a?os. Lo dijo con naturalidad, sin dramatismos, sin pensar que los grandes campeonatos al aire libre le vuelven la espalda. No es su estilo. Finalmente, cualquiera que fuera su frustraci¨®n, a Mart¨ªnez le sali¨® el sello de marca: es un hombre tranquilo que tendr¨¢ m¨¢s oportunidades. En los Mundiales, en los Juegos Ol¨ªmpicos, donde sea. Sabe que alg¨²n d¨ªa tendr¨¢ el premio que busca desde hace a?os.

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