La biblioteca clandestina
El centro municipal Carles Ros, situado en la plaza de la Virgen de Valencia, pasa desapercibido entre los ciudadanos
Hay ocasiones en que alguien se dirige a un lugar y, como en una met¨¢fora de la vida misma, el azar le conduce a otro totalmente distinto. Algo as¨ª le ha ocurrido a Cristina, estudiante de Biol¨®gicas, de 23 a?os, que buscando la plaza del Carmen en Valencia ha tropezado con el n¨²mero uno de la plaza de la Virgen, un edificio hist¨®rico situado delante del portal g¨®tico de la catedral y que, para su sorpresa, alberga la biblioteca municipal Carles Ros. La antigua Casa Vestuario, construida en 1800 y representativa del neoclasicismo espa?ol, da cobijo a la biblioteca municipal m¨¢s antigua de la ciudad, abierta desde 1905. Sin embargo, pese a la herencia hist¨®rica y a su emplazamiento privilegiado 'la gente ignora que en el edificio hay una biblioteca', seg¨²n reconocen fuentes de la Carles Ros. Quiz¨¢ influya tambi¨¦n el que la biblioteca haya estado cerrada por reformas desde 1992 hasta 1998.
La Casa Vestuario, de 1800, alberga la biblioteca municipal m¨¢s antigua de Valencia
'Lo que m¨¢s nos gusta es la vista y que est¨¢ cerca de El Carmen', dicen dos estudiantes
'Hab¨ªa pasado por aqu¨ª muchas veces', cuenta Cristina, 'pero hasta hoy no me hab¨ªa dado cuenta de que hubiera una biblioteca'. Ni en la plaza de la Virgen ni en sus alrededores figuran indicaciones que pongan en conocimiento de los transe¨²ntes la existencia de la biblioteca. S¨®lo en un lado de la puerta hay una placa de piedra en la que pone biblioteca y que es apenas visible.
En el interior de la Carles Ros cuatro personas mayores ojean la prensa en la diminuta sala que antecede a la de lectura. 'Suelen ser siempre los mismos', apunta una interina, 'un p¨²blico fiel'. La sala de lectura es tambi¨¦n peque?a pero de techo alto engalanado con un fresco del pintor valenciano Vicente L¨®pez, disc¨ªpulo de Goya. Dispone de seis mesas rectangulares con tres asientos a cada lado. De los 36 sitios, ni una tercera parte est¨¢n ocupados y los pocos visitantes son estudiantes principalmente. 'Venimos aqu¨ª porque no suele haber nadie', afirma Arancha, estudiante de Geograf¨ªa de 27 a?os. Su amiga Chari, de 26 y estudiante de Historia del Arte lo confirma: 'Es una biblioteca muy tranquila y no es conocida'. Ambas admiten que la encontraron por casualidad. La biblioteca de la Facultad de Geograf¨ªa e Historia est¨¢ cerrada en agosto por traslado, as¨ª que tuvieron que buscar una alternativa. 'Miramos en Internet y la encontramos', cuenta Chari. '?Lo qu¨¦ m¨¢s nos gusta? La vista [desde el balc¨®n se puede contemplar la plaza de la Virgen], que es preciosa, y el hecho de que est¨¦ tan cerca del barrio de El Carmen', dice Arancha, que preferir¨ªa que la biblioteca siguiese oculta en la clandestinidad. 'Cuando se acerque septiembre vendr¨¢ m¨¢s gente', cuenta una fuente de la Carles Ros, que afirma que en ¨¦poca de ex¨¢menes 'a partir de las 10.00 no suelen quedar sitios libres'.
A la salida de la biblioteca, el libro y la pel¨ªcula que Cristina acaba de llevarse en pr¨¦stamo la delatan. El Mago de Terramar, de la escritora Ursula K. Le Guin, y el filme de Tim Burton Sleepy Hollow, en formato DVD, revelan su preferencia por el g¨¦nero fant¨¢stico. Cristina no ha tenido que pagar un solo c¨¦ntimo y dispone de 15 d¨ªas para devolver el libro y la pel¨ªcula, plazo que en el caso de los discos compactos es de una semana. Bastan dos fotograf¨ªas y un DNI para sacarse el carnet de la biblioteca y con ¨¦l puedes retirar gratuitamente libros, pel¨ªculas y discos en cualquiera de los 20 centros que integran la red de bibliotecas municipales de Valencia, aunque en agosto s¨®lo est¨¢n abiertas seis de ellas y en horario de ma?anas, de 9.00 a 14.30.
Los t¨ªtulos que m¨¢s se prestan en la Carles Ros son pr¨¢cticamente los mismos que lucen en las vitrinas de cualquier librer¨ªa: Los aires dif¨ªles, de Almudena Grandes; Soldados de Salamina, de Javier Cercas; La canci¨®n de Dorotea, de Rosa Reg¨¢s; El vuelo de la Reina, de Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez, o El ¨²ltimo Cat¨®n, de Neus Asensi. Entre las pel¨ªculas que se pueden retirar, pertenecientes por lo general a colecciones de alguna publicaci¨®n, figuran cl¨¢sicos como Ciudadano Kane, Uno, dos, tres o la trilog¨ªa de El Padrino; musicales como West-Side Story o Jesucristo Superstar, y t¨ªtulos m¨¢s recientes como La vida es bella o Pulp Fiction. 'El nivel de pr¨¦stamos no es alto', explica una fuente de la biblioteca. 'Hay que tener en cuenta que no se nos conoce y que al estar en un edificio hist¨®rico la gente se muestra reacia a entrar'.
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