Segunda ley
Persona racionalista donde las haya, el ministro Rajoy, como si fuera santo Tom¨¢s, va reconociendo las manchas de fuel una por una, a medida que las toca. Dudaba el hombre de que la marea negra fuera marea negra y consideraba que est¨¢bamos m¨¢s ante un concepto jur¨ªdico que ante un borr¨®n ecol¨®gico, y hete aqu¨ª que media Galicia, a palazo limpio, est¨¢ consiguiendo demostrar que mareas negras, como las brujas, haylas. Ya es mucho que los medios de comunicaci¨®n vayan asumiendo pacientemente el aumento de evidencia que va penetrando en la conciencia militante de Rajoy porque, a juzgar por las protestas de los gallegos, una marea que el poder no ha podido detener por procedimientos t¨¦cnicos, la est¨¢ deteniendo por procedimientos medi¨¢ticos.
Una de las virtudes del PP es la cantidad de medios de comunicaci¨®n bajo su control directo o indirecto, y tal vez haya conseguido que en Galicia el control sea todav¨ªa m¨¢s dr¨¢stico mediante la aplicaci¨®n de una segunda ley Fraga tan org¨¢nica como la primera y sin necesidad de que la voten las Cortes, ni las de antes ni las de ahora. Entre todas las obscenidades intelectuales que hemos escuchado estos d¨ªas, una de las m¨¢s graves es la que acusa a los socialistas de poco patriotismo ante las mareas negras por no haber respaldado las medias verdades oficiales. Se tratar¨ªa de presentar una nueva raz¨®n de Estado, esta vez a la marinera, a ser posible con hinojo y algo de guindillas, tal vez incluso guisada cual civet, como se guisan las lampreas en Galicia y en Burdeos.
Temible cazador de traseros general¨ªsimos y de urogallos residuales, Fraga, acorralado, trata de silenciar el antipatriotismo de la chusma disidente, posmarxista, separatista y qui¨¦n sabe a qu¨¦ excesos entregada, por encima y por debajo del ecuador del cuerpo. Cojeante pero seguro, Fraga quiere ganar una vez m¨¢s las elecciones auton¨®micas, y en cuanto se disuelvan los lodos petrol¨ªferos nos vamos a enterar de lo que cuesta un peine. Y es que no, no ganaron la guerra para que la anti-Espa?a de siempre les ensucie con salpicaduras de una marea negra que fue concepto jur¨ªdico y ahora es simple guarrada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.