David Wood, el predicador
La religi¨®n y los rezos, incluso durante el partido, caracterizan al segundo jugador m¨¢s veterano
"Lo m¨¢s importante es que el mundo conozca en persona a Jesucristo", comenta el estadounidense David Wood, que no es ning¨²n sacerdote dirigi¨¦ndose a los fieles desde el p¨²lpito. Es un jugador de baloncesto; aquel desconocido que hace 13 a?os hizo una parada en el Barcelona para sustituir temporalmente al lesionado Audie Norris. A sus 38 a?os reci¨¦n cumplidos es el segundo m¨¢s veterano de la ACB, s¨®lo superado por Johnny Rogers con un a?o m¨¢s. En la actualidad cumple su tercera temporada en el Jabones Pardo Fuenlabrada. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s llamativo de su vida no es que haya jugada en 18 equipos diferentes, entre ellos los Chicago Bulls, Detroit Pistons, San Antonio, Phoenix Suns y Dallas Mavericks. Para ¨¦l posee m¨¢s importancia la religi¨®n, en concreto la obra de la Iglesia Evang¨¦lica, de la que es miembro activo. De hecho, en alguna ocasi¨®n ha sido ¨¦l quien ha transmitido las ense?anzas de la Biblia al resto de los fieles. La principal diferencia entre la Iglesia Evang¨¦lica y la Cat¨®lica es que no reconocen la divinidad de la Virgen y los Santos. Tambi¨¦n que los pastores, m¨¢xima autoridad, pueden casarse.
Wood posee una fe inquebrantable, que no oculta para nada, y no es dif¨ªcil verle rezar en los encuentros, tal y como ocurri¨® la pasada semana contra el Adecco Estudiantes. A falta de dos minutos para el final cometi¨® la quinta personal en un momento comprometido para su equipo, ya que ganaban s¨®lo de cuatro puntos. Ya en el banquillo, junt¨® sus manos con fuerza y comenz¨® a rezar. Las plegarias funcionaron, por cuanto terminaron imponi¨¦ndose por nueve puntos a los de Maeztu.
Hablar con Wood es distinto a todo. R¨¢pidamente, una conversaci¨®n sobre baloncesto da un giro y se transforma en una charla acerca de la presencia de Dios en el mundo, algo totalmente inusual en cualquier entrevista relacionada con el deporte. Por eso se extra?a la gente de alrededor cuando logra captar alguna palabra perdida, que no puede ser otra que Jes¨²s, Dios, Biblia y Pastor. Hace tiempo que el jugador aprovecha todo lo que est¨¢ en su mano para proclamar la buena nueva. Incluso algo tan insignificante como una simple firma posee un contenido religioso. Cuando alg¨²n chaval se le acerca con papel y bol¨ªgrafo, escribe un garabato, que se corresponde con su nombre, y dos cifras: un tres y un 16. La explicaci¨®n es sencilla. Los d¨ªgitos se refieren al vers¨ªculo 3, p¨¢rrafo 16 del Evangelio de Juan, una cita utilizada para evitar cualquier adoraci¨®n a la Virgen: "Porque tanto am¨® Dios al mundo que dio a su hijo ¨²nico, para que quien crea en ¨¦l no perezca, sino que tenga vida eterna". Adem¨¢s, las fotograf¨ªas dedicadas que da a los ni?os que se acercan al pabell¨®n del Fuenlabrada tienen impresas recomendaciones sobre c¨®mo ser una buena persona.
Pero David Wood no s¨®lo tiene una vertiente religiosa. Mantiene intacta su pasi¨®n por el baloncesto a pesar de su edad. Recuerda cuando coincidi¨® seis partidos con Dennis Rodman en los Pistons, justo antes de que la estrella medi¨¢tica fichara por los Spurs. "Empez¨® a te?irse el pelo y a hacer cosas raras cuando conoci¨® a Madonna. De todas formas, no he visto a nadie con tanta fuerza y con semejante rapidez a la hora de ir a por un rebote". El estadounidense lleg¨® a Espa?a s¨®lo para quedarse un par de meses. En ese tiempo ya se habr¨ªa recuperado Norris. Al final, y debido a su gran rendimiento, complet¨® todo el curso con los azulgrana. Despu¨¦s de eso, ha ido intercalando la NBA y la ACB con pasmosa facilidad. Aqu¨ª tambi¨¦n ha jugado con el TAU, el Unicaja, el Murcia, el Canarias y, por ¨²ltimo, el Fuenlabrada. Eso s¨ª, siempre ha tenido tiempo para rezar a su ¨ªdolo: Jesucristo; a pesar de que defienda a ultranza la pena de muerte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.