Esa esposa insaciable

Seg¨²n The New York Times, los agentes de la CIA ya pueden asesinar por libre a cuantos tipos se incluyan en el cat¨¢logo de un terrorismo, a medida de los intereses, ya econ¨®micos, ya estrat¨¦gicos, de los EE UU. En el mismo prestigioso diario, pero en 1960, un anuncio de ropa interior, bragas y sujetadores de senos de goma, para adolescentes, dec¨ªa: "Tambi¨¦n pueden incorporarse ellas a la caza del hombre". Hoy, a los agentes de la central de inteligencia, se les aplaude por fre¨ªrle los sesos y toda la anatom¨ªa a los militantes de Al Qaeda y a otros militantes de parecidas bandas sat¨¢nicas, sin reparar en gastos: a los deudos acompa?antes circunstanciales de los "combatientes enemigos", una vez desmembrados, se les echa a la abyecta fosa de los efectos colaterales, y si te he liquidado, ni me acuerdo.

En 1960, a las jovencitas se las incitaba a instalarse en las cercan¨ªas de la "femenine mystique", donde se adiestraban para ser las reinas de la casa y fabricantes de hogar, agenciarse un marido, y tomar parte en el "baby boom". "En aquel entonces, la natalidad en los EE UU estaba alcanzando el nivel de la India", de acuerdo con Betty Friedan. Cuatro a?os antes, la revista Life expres¨® jubilosamente el triunfo del regreso a la familia de la mujer americana. Pero no tard¨® en aparecer el hast¨ªo, y las j¨®venes esposas, despu¨¦s de unos a?os de matrimonio, se fueron de cabeza a la caza del extra?o, para atemperar sus ansiedades f¨¢licas: el marido no satisfac¨ªa su sexualidad. "Algunas parec¨ªan insaciablemente capaces de m¨²ltiples orgasmos". Quiz¨¢ Bush deber¨ªa considerar la posibilidad de actualizar aquel texto publicitario, con tangas y pechos de silicona al raso: "Tambi¨¦n pueden incorporarse ellas a la caza del terrorista". Si no, las ardientes esposas de todos los pistoleros y cazarrecompensas dispersos por el mundo pueden convertir la patria providencial en un picadero muy frecuentado. No estar¨ªa de m¨¢s que Bush orientara a los periodistas del soborno, con alg¨²n slogan de partida: "Matrimonio que asesina unido, matrimonio feliz".