Guerra y paz
NO TENGO VIDA INTERIOR. Que si una manifestaci¨®n, que si un estreno, que si un brindis por Pedro. Vivo sin vivir en m¨ª. Y a todo esto suma las clases de musculaci¨®n para la cara, la recogida de firmas en la Puerta del Sol contra la guerra, el gimnasio. Me gustar¨ªa ser o s¨®lo fr¨ªvola o s¨®lo mujer concienciada, pero chica, las dos cosas a la vez, es que no da una de s¨ª. Por ejemplo, pongamos un d¨ªa de esta semana al azar. Voy a mi clase de gimnasia y mi entrenadora me manda hacer abdominales tumbada todo lo corta que soy encima de una gran pelota de goma y con una pesa en cada mano. Yo creo que lo hace para vengarse de alg¨²n trauma que tuvo de peque?a, pero ella dice que lo hace para endurecerme la zona. Y se me est¨¢ endureciendo, qu¨¦ caramba. Tanto se me est¨¢ endureciendo que me ha entrado la obsesi¨®n, no te lo creer¨¢s, de que me est¨¢ saliendo un nuevo miembro en mi cuerpo, vamos, qu¨¦ co?o, que pienso que me est¨¢ saliendo miembro. As¨ª mismo se lo dije a mi santo, lo del miembro. Mi santo es un hombre, c¨®mo dir¨ªa, como muy cerrado, no digo a nivel pol¨ªtico, sino a nivel personal, porque me dijo, mira, Lindurri, yo trago con muchas cosas, que me saques en los art¨ªculos de aquella manera, que la gente se cachondee de mi manzano, que airees nuestra apasionante vida ¨ªntima, pero a m¨ª las mujeres con miembro, te lo digo con tiempo, Lindurri, para que no nos llamemos a enga?os: "Como esto del miembro vaya in crescendo, conmigo no cuentes". Y f¨ªjense si una es profesional, que con ese comecome he ido de aqu¨ª para all¨¢ toda la semana. La otra noche, a celebrar los Oscar al restaurante El Boca¨ªto. Me sent¨ª ninguneada, la verdad: llegamos mi santo y yo del bracete a hacerle a Pedro la ola, y en esto que vemos que entran Bibiana y Asdr¨²bal tambi¨¦n del bracete y se les echan encima los fot¨®grafos, y a nosotros ni una foto ni un ah¨ª te pudras. Eso duele. Es m¨¢s, una de las fot¨®grafas les dijo a sus compa?eros: "A ¨¦stos no los saqu¨¦is, que no son nadie". Tampoco es eso, oyes: una intelectual de prestigio y su santo, y encima a lo mejor a ella le est¨¢ saliendo un miembro, digo yo que la cosa tiene un reportaje. En la copa de mi Pedro, a m¨ª no se me not¨® ni la preocupaci¨®n ni nada. Yo, supernatural. Hicimos un corrillo de mujeres, en mi opini¨®n, de rompe y rasga: la Alborch, las chicas del Deseo, Mariola Fuentes y Anabel Alonso, que, por cierto, me explic¨® su problem¨¢tica: "Chica, es que le faltan a una tetas para tanta pegatina como hay que ponerse, Nunca Mais, ?Basta Ya!, No a la Guerra, y no te pierdas de vista el trasvase del Ebro; como esto siga as¨ª, me voy a tener que hacer implantaciones mamarias". Y todas estuvimos superdeacuerdo: tal y como est¨¢n las cosas, a todas nos faltan tetas. No quiero que se me pase expresar la emoci¨®n que sent¨ª cuando me acerqu¨¦ a Javier Bardem, le dije cu¨¢nto lo admiraba (por su Reinaldo Arenas, por su santa) y le toqu¨¦ el brazo. Tocarle el brazo a Bardem es una experiencia superior. Ese brazo duro como el pedernal: ?Maravillas de la naturaleza! Se me endureci¨® la zona. Con eso lo he dicho todo. Desde aqu¨ª te lo digo, Pilar: ?Qu¨¦ le diste de comer para obtener, a la postre, semejantes resultados?
Tambi¨¦n le consult¨¦ lo de mi endurecimiento zonil a Rita, la transexual que trabaja en mi acera. Luego me arrepent¨ª porque la mujer, que se quit¨® el miembro hace tres a?os, me dijo: "Ya quisiera yo que a m¨ª me volviera a salir motu proprio, y se puso nost¨¢lgica, y en total, que le di la noche. Dicha conversaci¨®n tuvo lugar mientras yo esperaba taxi para ir a ver Las bicicletas son para el verano a La Latina. Qu¨¦ emoci¨®n de obra. Desde aqu¨ª te lo digo, Fern¨¢n-G¨®mez: eres un cl¨¢sico (en el mejor sentido). Mi santo y yo nos pasamos la obra que si re¨ªamos que si llor¨¢bamos, y cuando lleg¨® la famosa frase de "no ha llegado la paz, hijo, ha llegado la victoria" nos entr¨® tal amor por nuestro Fernando que al d¨ªa siguiente le llamamos y fue cuando mi santo le dijo eso de "eres un cl¨¢sico, que lo sepas". Me puse en cola para felicitar a los actores y aunque no pude decirle a Gloria Mu?oz cu¨¢nto la admiro tuve la suerte de abrazar a Gerardo Malla. Es curioso c¨®mo a los buenos actores el escenario les hace grandes f¨ªsicamente. Malla me pareci¨® alt¨ªsimo durante toda la obra, y al darle el abrazo me di cuenta de lo fr¨¢gil que es. Me dijo que le hab¨ªa puesto al personaje muchas cosas ¨ªntimas de su propia vida. Se nota y se agradece.
Y entre emoci¨®n antib¨¦lica y anti-ETA (por cierto, hay gentes del cine que en vez de enfadarse por las palabras de Savater, fueron generosos y se marcharon a manifestarse a San Sebasti¨¢n), yo, con mi obsesi¨®n: el miembro. Y date que voy a cenar a Chantarella y all¨ª que veo a Lorena Verd¨²n (la que habla de sexo en la tele). Le consult¨¦ mi problem¨¢tica y me dijo (ella divina) que en principio a mi edad no se conoc¨ªan casos de gente a la que les hubiera nacido una protuberancia repentina. E insist¨ª: ?pero ser¨¢ normal que se me endurezca la zona de esta manera? Y dijo: "A m¨ª tambi¨¦n se me endurece, te advierto". Me quiere llevar a su programa para hablar del temita, pero mi santo no me deja. Ya te digo, es un t¨ªo supercerrado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.