El arquitecto de las ruinas

Hay voces en la historia de la literatura cuya intensidad en poco se corresponde con el n¨²mero de l¨ªneas que dejaron escritas, y probablemente por eso, porque a una intensidad tal no hay papel que le d¨¦ soporte. La obra de Franz Kafka (1883-1924) es, en este punto, paradigm¨¢tica: un terremoto en la tierra literaria, con una particularidad, eso s¨ª, la de que las "ruinas" y "escombros" no suceden sino que anuncian movimientos subterr¨¢neos. ?Fue ¨¦sta la raz¨®n por la que Kafka pidi¨® expl¨ªcitamente que se hicieran desaparecer esas ruinas? Al parecer ese deseo era algo m¨¢s que una pose literaria. En una carta a Milena, Kafka afirma que su existencia consiste en una "amenaza subterr¨¢nea", y a?ade: "Siempre asustar¨¦, a m¨ª mismo al que m¨¢s". El susto que produce lo "kafkiano", adjetivo que ha adquirido car¨¢cter internacional, tiene mucho que ver con esa sensaci¨®n que nos transmite la sospecha de que al ir abri¨¦ndose el suelo de lo real, las grietas van sacando a la luz otra realidad que no por extra?a es menos aut¨¦ntica.

Presentarnos de un modo nuevo al arquitecto de esas ruinas es lo que pretende esta impresionante biograf¨ªa escrita por Reiner Stach que en Alemania ha provocado una peque?a revoluci¨®n en la recepci¨®n del autor checo de habla alemana. Y en verdad que estamos frente a una biograf¨ªa de caracter¨ªsticas muy particulares. Dicha particularidad no radica tanto en el descubrimiento de nuevas fuentes o nuevos documentos, si bien hay que anotar que Stach ha sido el primero en tener acceso a valiosa informaci¨®n, cartas y fotos de la familia de Felice Bauer -a cuyo hijo conoci¨® el autor en Estados Unidos-, aquella berlinesa de origen jud¨ªo con quien Kafka se prometi¨® dos veces sin llegar a casarse nunca y que fue, al parecer, desencadenante de la "metamorfosis" que sufri¨® Kafka en una ¨¦poca fundamental para su desarrollo como escritor. No es de extra?ar pues que esta relaci¨®n, que provoc¨® un verdadero alud epistolar, adquiera un protagonismo hasta ahora desacostumbrado, descubri¨¦ndonos una Felice Bauer m¨¢s independiente y menos v¨ªctima.

Al revuelo provocado en Alemania por la publicaci¨®n de esta biograf¨ªa ha contribuido sin lugar a dudas el modo exquisito en el que est¨¢ escrita. Al decir que est¨¢ bien escrita no estoy hablando de su grado de amenidad, de si es muy informativa o de si est¨¢ bien estructurada. El nivel literario que respiran las 700 p¨¢ginas del libro supera y cuestiona el g¨¦nero biogr¨¢fico en s¨ª. El estilo de Stach seduce y envuelve con una fuerza narrativa tal que p¨¢ginas enteras se convierten en im¨¢genes, en sonidos -el texto empieza describiendo los ruidos matutinos en la casa de los Kafka, de un modo tan sugestivo que una cree estar en la habitaci¨®n acechando los ruidos del mism¨ªsimo padre de la familia- y hasta en vivencias ps¨ªquicas.

Es justamente esa fuerza narrativa lo que m¨¢s se le ha criticado a Stach, alegando que confunde o mezcla g¨¦neros, haciendo de la biograf¨ªa m¨¢s bien una novela biogr¨¢fica sin respetar por tanto la distancia necesaria. Que se haya hecho tanto hincapi¨¦ en el grado de empat¨ªa de un bi¨®grafo -que se revela como un excelente escritor- con el objeto que describe no tendr¨ªa quiz¨¢ mayor inter¨¦s que el de delatar el car¨¢cter purista del alem¨¢n academicista, a quien estas transgresiones ponen muy nervioso. En este caso hay que leer esa cr¨ªtica en relaci¨®n con las p¨¢ginas con las que introduce la biograf¨ªa. Una introducci¨®n muy sugerente, con un considerable grado de reflexi¨®n pero que a trozos se asemeja a una declaraci¨®n de principios que deja entrever una cierta dosis de soberbia. De modo que Stach aparece como el bi¨®grafo de Kafka, imagen a la que ha contribuido la propaganda editorial germana, presentando el libro como la primera biograf¨ªa del autor checo, en el que se dan la mano su intenci¨®n de no caer en la tentaci¨®n de utilizar parches para tapar los agujeros oscuros de la vida del escritor y su sue?o de saber "c¨®mo fue el ser Kafka".

Que Reiner Stach se deje llevar a menudo por sus sue?os es, en mi opini¨®n, una ventaja para el lector. Adem¨¢s, a ¨¦ste se le brinda la oportunidad de obtener mucha informaci¨®n sobre un periodo muy concreto de la vida de Franz Kafka, el que va entre 1910 y 1915. Esta particularidad de la biograf¨ªa es justificada no s¨®lo apelando a que es el periodo mejor documentado sino por el hecho, quiz¨¢ el m¨¢s importante para el autor, de que se trata de los a?os decisivos y los m¨¢s productivos para el creador de libros como La metamorfosis y El proceso. Tal vez ¨¦sta sea la raz¨®n por la que Stach ha dirigido sus ensue?os a un momento concreto, por eso esta biograf¨ªa es todo un regalo tanto por su calidad literaria como por las ganas que despierta de volver a releer al escritor checo.